De El Collao a Old Trafford en un lustro

La Voz X. R. C. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Carlos Rodriguez

En el 2012 el Celta buscaba el ascenso y en el 2017 desafía al Manchester en una fulgurante progresión

22 abr 2017 . Actualizado a las 12:59 h.

Poco más de un lustro ha sido suficientes para que el Celta pegase un cambio radical. El conjunto celeste daba la bienvenida al 2012 en El Collao, el campo del Alcoyano, en Segunda División, y en plena carrera por el ascenso. Aquella temporada marcó el punto de despegue. Cinco meses después de visitar al equipo con más moral del planeta fútbol los vigueses recuperaban su sitio en Primera. Al año siguiente volvió a la élite, luego la salvación del 4 % y a renglón seguido la escalada clasificatoria para alcanzar el curso pasado la clasificación continental. Y llegados a la Europa League nada mejor que hacer historia entrando por primera vez en semifinales. Para visitar Old Trafford y desafiar al Manchester de Mourinho.

Hugo Mallo es el único superviviente en el Celta actual de aquel once de El Collao, con Sergio Álvarez en el banquillo como suplente de Yoel. Los dos, con Iago (Jonny llegó más tarde) son testigos de excepción de la transformación del club. De la mano de Paco Herrera en primera instancia, con Luis Enrique como correa de transmisión y con Eduardo Berizzo como escultor del proyecto.

El secreto del Celta radica en percutir en la idea adaptándose a cada tiempo. En Alcoi, aquel día de Reyes del 2012 el Celta solidificaba sus costuras, con seis canteranos en su once y con Bermejo, ahora en la secretaría técnica, como punta de lanza. Aquel equipo fue la base un año después del que puso fin a un lustro de destierro en Segunda con un empate ante el Córdoba. En la temporada en la que explotó definitivamente Iago Aspas.

Con los mismos mimbres y algún retoque el club volvió a Primera para sufrir, como el más humilde de todos. Se salvó con todo en contra estando virtualmente descendido dos jornadas antes. Coincidiendo con la despedida de Iago Aspas.

Aquel fue el punto y seguido para hoy soñar con una final de la segunda competición continental. Porque con Luis Enrique en el banquillo el Celta alcanzó la zona media tras una buena segunda vuelta y con el Toto enfiló la línea directa, aunque el primer año del argentino se quedase a las puertas pagando aquella serie de diez jornadas sin ganar que a punto estuvieron de costarle el puesto.

El curso pasado el Celta montó su cuartel general en el ático de la clasificación y ya no bajó hasta finalizar el curso como sexto clasificado. El billete para Europa, vía fase de grupos sin necesidad de pasar por la previa (gentileza del Barça al ganar la Copa del Rey) no ha sido desaprovechada por el conjunto vigués, que doce partidos después ha sido capaz de colarse entre los semifinalistas del segundo torneo continental por primera vez en su historia. Con Hugo, con Sergio, con Iago y con Jonny en el once inicial. Continuando la apuesta de aquel día de enero del 2012.