El más fuerte frente al más ilusionado

X. R. C. VIGO / L A VOZ

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

El Celta se medirá al Manchester United, favorito al título, en la semifinal de la Europa League

22 abr 2017 . Actualizado a las 21:41 h.

Dos filosofías y dos realidades confluyen en la semifinal de la Europa League. El Celta se adentra por primera vez en un mundo sin explorar y se encuentra con el gran ogro en el bombo, un Manchester United que pasó de no considerar el trofeo de ser digno de adornar sus vitrinas a convertirlo en salvavidas de una temporada con muchos millones y pocas alegrías deportivas. En duelo inédito, los vigueses comenzarán el desigual cruce en Balaídos el cuatro de mayo y visitarán por primera vez en su historia Old Trafford siete días después. Como en las tres eliminatorias anteriores, el Celta tendrá que comenzar en casa. Otro hándicap.

Pero ni el rival ni el orden de los partidos parece perturbar a los célticos. Lejos de lo presumible, en Vigo no ha caído nada mal el emparejamiento. Porque consideran que el Celta ha demostrado que es capaz de competir contra cualquiera, que cuánto más difícil es el reto mejor responde y que además, toda la exigencia será para el rival. Un equipo con 548 millones de presupuesto frente a los 77 de los celestes (7,1 veces el total de ingresos previstos para el Celta para la campaña en curso).

Las diferencias sobre el papel y la humildad, no obstante, no están reñidas con aceptar el desafío. Si Shakhtar, Krasnodar y Genk mordieron el polvo en los tres cruces precedentes, que lo haga el colectivo de Mourinho tampoco es un imposible. Unos red devils que tampoco se han paseado por la competición. Pasaron como segundos en su grupo, por detrás del Fenerbahçe y alcanzadas las eliminatorias tuvieron que sudar para dejar por el camino a Saint-Étienne en dieciseisavos de final, Rostov en octavos, y Anderlecht en cuartos. A los belgas, en la prórroga en el partido en el que se lesionó Ibrahimovic, que será baja para el doble duelo con el Celta y que convierte en una pequeña incógnita la apuesta de Mourinho.

Un técnico, el portugués, que salió derrotado de Balaídos la penúltima vez que se sentó en el banquillo rival. Fue con el Real Madrid en un partido de Copa del Rey con el golazo de Cristian Bustos.

Un guiño a la esperanza de un Celta que ha ido creciendo en casa en las últimas eliminatorias y que ha agigantado su figura a domicilio. El argumento perfecto para pensar que las tres últimas derrotas ante conjuntos ingleses en competiciones continentales solo significan una estadística a superar para poder alcanzar la que parece utópica final de Solna, con el ganador del Ajax-Olympique de Lyon esperando.