Regreso al pasado inmediato

X. R. C.

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

El Celta recupera su defensa de cinco unidades y el once de principio de liga para visitar Mestalla

26 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta visita esta noche al Valencia con el Valladolid todavía en el retrovisor. El empate final y el comportamiento del equipo han dejado secuelas y lecciones. La primera, que Mohamed ya parece tener claro el modelo que más le conviene a su equipo y todo indica que en Mestalla vivirá una especie de vuelta al pasado con una línea de cinco defensas y con un once muy parecido al del inicio de liga, Hugo Mallo incluido, ya que el capitán se recuperó a tiempo. La contienda del sábado no deja señalados, pero sí un reparto de roles un poco más claros. El propio entrenador admitió que tiene a un mínimo de siete jugadores fijos.

«Van cinco jornadas y tenemos que ver qué da resultado y qué no como equipo. El aprendizaje del fin de semana fue muy bueno y ojalá que de aquí para adelante no mostremos esa imagen. El haber identificado cuál debe ser nuestra cara es un síntoma muy bueno, ahora debemos demostrarlo», comentó Antonio Mohamed en la antesala del partido de Mestalla. Y por lo visto hasta la fecha su Celta se ha sentido más cómodo con tres centrales y dos carrileros. Para redoblar esta apuesta el argentino recupera para el once a Cabral tras cumplir el partido de sanción y a Hugo Mallo, que ayer se probó, recibió el alta y será de la partida según especificó el entrenador. Todo indica que Juncà será la única novedad en su quinteto tipo de retaguardia en detrimento de Júnior Alonso.

La vuelta al pasado también puede devolver a Pione Sisto al once y al centro del campo, el experimento que le dio resultado ante el Atlético de Madrid. El danés sería el complemento de Beltrán y Lobotka. Mohamed sigue viendo al eslovaco fuera del puesto de mediocentro defensivo y le coloca en una posición en donde pueda explotar más su calidad, aunque al futbolista no parece seducirle nada la idea e incluso públicamente manifestó sentirse más cómodo como mediocentro puro. Arriba, nadie duda de la continuidad de Iago Aspas y Maxi Gómez.

La segunda lección que deja el partido con el Valladolid, y que debe servir de aviso para Mestalla, está en la actitud. El Celta no puede pasar de jugar los veinte mejores minutos del curso a desplomarse en los 70 restantes. «Debemos mantener la intensidad el mayor tiempo posible porque la presión alta así lo requiere», proclamó Mohamed.

Pese a tener enfrente a un rival de Champions, el partido de Mestalla suena a reválida para el Celta, especialmente para su flanco derecho, que salió muy tocado del último envite. El regreso de Hugo Mallo, en teoría al 100 %, y la reformulación del equipo deben ayudar a ganar consistencia en un flanco por donde pretenden desfilar Gayá, Guedes y Cheryshev, además de los delanteros, de un Valencia con más dinamita que nunca pero que todavía no ha ganado.

Por eso la contienda también será un plebiscito para los de Marcelino, que suman cuatro empates y que parecen haber corregido el déficit defensivo como primer paso. Ahora tienen pendiente dar un paso adelante en la sala de máquinas, en donde estará Daniel Wass pero no el sancionado Parejo, y en el ataque, cargado de millones pero con Rodrigo como único goleador.

Un partido lleno de morbo, alicientes y de exámenes. La confirmación de que Mohamed ya tiene clara su apuesta. O no.