El nuevo Celta no se despega del balón

m. v. f. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

El equipo inicia la pretemporada con el esférico como protagonista de la primera sesión de trabajo

09 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta 2019/2020 dio ayer sus primeros pasos. Lo hizo aún sin muchos de sus futbolistas y con varios que apuntan a enfilar la puerta de salida más pronto que tarde, pero también con dos caras nuevas: el Toro Fernández y la gran sensación del verano celeste, Denis Suárez. Además, y aunque no se le esperaba, también Iago Aspas se acercó a A Madroa en la mañana de ayer.

Los 26 futbolistas citados por Escribá, a los que se sumó el juvenil Migui Fernández, saltaron muy puntuales al césped de A Madroa para completar una primera sesión en la que el balón fue el protagonista absoluto. Menos de cinco minutos duró la charla que Escribá les dio a sus jugadores antes de que realizaran carrera continua unos instantes para ya directamente ponerse manos a la obra con la pelota.

Porque el esférico presidió la primera sesión de trabajo de principio a fin. Primero con unos ejercicios individuales, después con rondos por grupos durante los que se pudo ver a los jugadores bromeando en tono muy distentido y, durante la mayor parte del entrenamiento, con los futbolistas de campo divididos en dos grupos y haciendo un gran rondo con el que subió la intensidad de la sesión. Mientras, los porteros -Sergio Álvarez, Rubén Blanco e Iván Villar- hacían trabajo específico con Nando Villa.

Uno de los grupos formados por Escribá estaba integrado por Kevin, Ros, Roncaglia, Carreira, Lucas Olaza, Beltrán, Brais Méndez, Iker Losada, Dani Molina, Pione Sisto, el Toro Fernández y Pione Sisto, mientras en el otro coincidían Hugo Mallo, Costas, Fontán, Juncà, Pampín, Jozabed, Denis Suárez, Bermejo, Solís, Migui, Lautaro de León y Beauvue. Al sobrar uno, iban rotando el jugador que quedaba fuera.

Después llegó el turno de los estiramientos antes de retirarse, y en ese momento aprovechó Escribá para hablar con algunos de sus jugadores y darles indicaciones concretas. También Pione Sisto se quedó un rato charlando con el preparador físico, Miguel Villagrasa, cuando el resto ya se habían retirado.

Todas las miradas estaban puestas en Denis Suárez, que no defraudó dejando varios detalles de calidad durante la sesión. Y la otra cara nueva aparte de él y el Toro Fernández era Carlos Hugo García Bayón, que se estrenó en su nueva función de asistente del cuerpo técnico de Escribá. Además, Beltrán dio un pequeño y momentáneo susto al quejarse de un golpe en el tobillo que no pasó a mayores.