Fue delegado del Celta entre el 2005 y el 2011 y dedicó parte de su vida al desaparecido CD Ourense
23 abr 2024 . Actualizado a las 15:36 h.Seis años estuvo de delegado José Ricardo Fernández, entre el año 2005 y el 2011. El ourensano, que falleció en el día de hoy, había realizado todo tipo de trabajos en el desaparecido CD Ourense, llegó a Vigo y echó raíces en el Celta. Aterrizó en la entidad en julio del 2005 con el equipo recién ascendido; a continuación, le tocó vivir un relevo presidencial y otro descenso y en el 2011, se marchó con el equipo a las puertas del regreso a Primera, algo que celebraría como aficionado un año después. Fue testigo de excepción, entre otros, del último triunfo del Celta en el Bernabéu.
José Ricardo, nacido en 1949, era, por encima de todo, un hombre de fútbol. Estuvo 25 años en el Ourense, en donde llegó a ejercer el cargo de entrenador, se marchó a Xerez para vivir una etapa de cuatro temporadas, regresó a O Couto y en su penúltima etapa se marchó al Leganés antes de recalar definitivamente en el Celta en sustitución de Carlos Filgueira tras el caso Toni Moral, que obligó al conjunto vigués a ascender dos veces.
Su despacho en A Madroa era un museo del recuerdo. Las paredes estaban llenas de fotos de los diferentes momentos que marcaron su vida deportiva y en las que tanto el Celta como el CD Ourense tenían un protagonismo destacado. José Ricardo se fue en el mes de junio del 2011 sin hacer ruido para dejar su sitio a Vlado Gudelj, el actual delegado del conjunto vigués.
Entonces, José Ricardo volvió a su Ourense natal, pero se estando siempre atento a la actualidad del Celta. El conjunto vigués lamentó su pérdida escribiendo en su cuenta de Twitter: «Profundo pesar na familia celeste polo falecemento de José Ricardo Fernández, delegado do primeiro equipo ata 2011.Toda a nosa afouteza e agarimo para os seus familiares, amigos e achegados. Descansa en paz, celtista».
En O Couto, desde recogepelotas a inquilino del banquillo
José Ricardo Fernández es especialmente recordado en el ecosistema del fútbol, con una pasión durante tres décadas vinculadas a un Club Deportivo Ourense al que ya adoró de niño como recogepelotas.
Coincidió con el inolvidable Luis Soria y con el gato Miguel Ángel en aquella AD Couto que dio paso después al Atlético Ourense, donde brilló como entrenador de los juveniles. En momentos difíciles para la entidad ourensanista, con un amago de desapareción que salvó una gestora, José Ricardo se hizo cargo de la reconstrucción deportiva del equipo desde su banquillo.
Fue uno de los muchos seguidores que incluso brindó su apoyo a la reconstrucción del sentimiento ourensanista, brindándose a ayudar en lo posible a una UD Ourense que apoyó cuando pudo, con sus numerosos contactos en el mundo del fútbol.