«Juego de Tronos»: Todas las claves de la temporada 6

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El tiempo entre temporadas de Juego de Tronos es largo y está lleno de olvidos. Así que, para prepararte para el estreno de la sexta temporada de la serie de HBO (la madrugada del lunes 25 de abril), te ayudamos a ubicar en qué lugar y momento vital está cada uno de los personajes

25 abr 2016 . Actualizado a las 11:31 h.

Juego de Tronos is coming. La serie de fantasía basada en las novelas de George R. R. Martin regresa por fin a la pequeña pantalla con su sexta temporada. Pero los inviernos de los fans de la serie de la HBO son tan largos como los de Poniente y los dilatados diez meses que pasan entre el final de una temporada hasta el inicio de la siguiente hace que no sea fácil recordar qué ha sido de las decenas de personajes con peso que hay en la serie.

La ficción televisiva es, a grandes rasgos, un embrollo en el que sus múltiples personajes andan esparcidos por lugares distintos y, para hacerle la vida más difícil al espectador menos atento, no paran de moverse de un lado para otro sin piedad.

Así que, para facilitarte las cosas, y a solo unos días de que comience a sonar la sintonía que dará comienzo a la sexta temporada de la serie en HBO, hacemos un recorrido por los principales personajes de la serie para decir dónde están y en qué momento vital (o letal) se encuentran en este momento. Antes de ponerte a ver la nueva temporada de Juego de Tronos, no te olvides de leer esta guía.

(Si has visto hasta el último capítulo de la quinta temporada, puedes continuar leyendo sin problemas. Si no, es mejor que las veas antes)

Casa Targaryen

Daenerys Targaryen

La dragona, única superviviente de la casa que regía Poniente, nos la ha colado. Al principio de la serie, allá por la lejana primera temporada de Juego de Tronos, Daenerys Targaryen les prometía a sus fieles y a nosotros, los espectadores, que en el momento en que pudiera partiría hacia Poniente para montarla gorda y hacerse con el Trono de Hierro.

Y, en principio, la chica da todos los pasos para hacerlo, pero al final su plan inicial se acaba yendo al garete. Después de un camino de conquista de varias ciudades para probar sus habilidades bélicas, se da cuenta del desaguisado que ha estado haciendo y decide gobernar una de ellas, Meereen, de modo que su camino hacia Poniente se paraliza.

Allí se desposa con un noble local aunque en su cama sigue estando Daario Naharis, que es quien realmente le sigue poniendo. Además, encierra a dos de sus dragones y conoce a Tyrion Lannister, que tras el viaje al exilio de su querido Jorah Mormont y la muerte del fiel Barristan Selmy, se convierte en su nuevo consejero.

Pero Daenerys no es querida allí donde gobierna. Obligada a reabrir las arenas de combate a disgusto, la dragona sufre, durante la inauguración del ruedo, el ataque de un grupo terrorista local armado que intenta cargársela.

Los atacantes calculan mal, ya que la sangre de la batalla en un lugar abierto llama la atención del dragón más grande de la khaleesi, el enorme Drogon que la saca de allí en un último momento.

Drogon

La khaleesi y su animal comecabras acaban en un verde y agreste pastizal lejos de Meereen y, deshidratada y hambrienta, se encuentra repentinamente con todo un khalasar, una tribu nómada igual que la que ella dominó en el pasado. A Daenerys la dejamos la temporada anterior rodeada por estos hombres a caballo.

Daenerys, bien rodeada
Daenerys, bien rodeada

Casa Lannister

Tyrion Lannister

Con el pequeño de la casa de los leones se han pasado un buen rato en Juego de Tronos. Repudiado toda su vida por su hermana mayor y su padre, acusado injustamente del asesinato de su sobrino (que se lo tenía merecido) y víctima de un humillante juicio sumarísimo, Tyrion Lannister descubre, ya para rematarla, que su prostituta amante se estaba tirando a su padre, que se vanagoriabla de su castidad.

Así que a nadie le extrañó que el chaval se los cargase a ambos y se fuese al exilio.

Ayudado y acompañado por el inquietante Varys, al enano parricida se le ocurre ir a un burdel en la ciudad de Volantis y, allí, Jorah Mormont, el expagafantas de Daenerys Targaryen, lo rapta para llevárselo como trofeo a la khaleesi y así demostrarle que no es un traidor, aunque sí lo fuera.

A bordo de una pequeña barca, la pareja es atacada por los aterradores Hombres de Piedra, sobreviven a ese encuentro (aunque Jorah es infectado por la «soriagris», que te va convirtiendo poco a poco en un señor rocoso) y, cuando ya pasó todo el peligro, unos piratas los encuentran y deciden que tienen pinta de ser buenos esclavos.

Quien los acaba comprando es un esclavista, Yezzan zo Qaggaz, que quiere utilizar a Jorah en las arenas de combate pero que -piensa él-, ¿para qué quiere un enano? Tyrion, con su mordacidad y sus escurridizas habilidades, lo convence de llevarlo también con él.

El esclavista muestra en un ensayo sobre las arenas de combate, y ante la presencia de Daenerys, las habilidades de sus guerreros. Pero Jorah no está para esas cosas. Para él, ese es el momento perfecto para mostrarle a la khaleesi su «trofeo», un malévolo y diminuto Lannister.

Pero Daenerys lo mismo piensa en matarte que te hace consejero real. Y, viendo que le puede ser de utilidad para su conquista de Poniente, eso es lo que hace la khaleesi con Tyrion. Su primer consejo a la reina: que perdone la vida del «traidor» de Jorah, pero que lo abandone a su suerte. Pobre Jorah.

Mormont

Pero será la salvación de la reina ya que, en la inauguración de las arenas, Jorah, que participa como uno de los combatientes, la salva de un ataque a traición por la espalda.

Ante la ausencia de Daenerys tras su huida, Tyrion se queda en Meereen como gobernante sustituto con la ayuda del siempre dispuesto Varys y manda a los que más aman a la khaleesi, Daario y Jorah, en busca de la chica.

Cersei Lannister

La mayor de la casa de los leones está pasando una mala racha en Juego de Tronos. Parecía, en un principio, que Cersei Lannister siempre se iba a salir de la suya. Si le molesta su borrachuzo y juerguista marido, hace por cargárselo; si hay una Mano del Rey tan tocapelotas como Ned Stark, este acaba con la cabeza en una pica; si tiene un hermano protestón, consigue que lo acusen de asesinato, y un largo etcétera.

Pero en los últimos tiempos, Cersei Lannister ha tenido más de un disgusto relacionado con sus hijos fruto de la incestuosa relación con su hermano Jaime. Ve como muere envenenado ante sus ojos su tróspido hijo Joffrey; observa cómo se llevan a su también tróspida hija Myrcella a desposarse con los libidinosos habitantes del sur y presencia cómo la mujer de su tercer hijo tróspido, el pequeño Tommen, intenta hacerle la cama y manejar a su antojo Desembarco del Rey.

Pero esto es algo que Cersei ya no puede soportar. Cualquier otra cosa sí pero, ¿su poder en el reino, que tantos sacrificios le ha costado, y su orgullo? Eso es intocable.

Así que hace lo que siempre se le había dado tan bien: mover los hilos. Cersei se las ingenia para poner al mando de la Fe de los Siete a un señor entrañable con cara de ese abuelete que te da un buen billete mientras tus padres no miran. A cambio, él «solo» pide que su Iglesia pueda volver a armar a sus fieles.

Gracias a eso, Cersei consigue que el Gorrión Supremo arreste a sus dos grandes rivales, mientras ella disfruta desde las bambalinas.

Pero la satisfacción solo le dura un momento. Resulta que entre los fieles del Gorrión Supremo está su primo Lancel Lannister, con un historial peligroso. El chico había ayudado a Cersei a matar al rey Robert Baratheon, había mantenido con ella una relación incestuosa mientras ella estaba casada y sabía lo que hacían a escondidas la leona y su hermano gemelo.

Así que el Gorrión Supremo, tan ortodoxo con su fe, decide también encerrarla a ella después de que Lancel se chive solamente del incesto y adulterio de la reina. Cersei acaba obteniendo un trato para regresar al castillo, pero antes ha de pasar por la máxima humillación de su vida.

La Fe la obliga a hacer caminar hasta el castillo como los Siete Dioses la trajeron al mundo, mientras es insultada por la plebe y seguida de una monja mastodóntica que, mientras agita una campana, dice secamente una y otra vez: «Vergüenza».

Cersei Lannister, no en su mejor momento
Cersei Lannister, no en su mejor momento

Exhausta física y mentalmente, despojada de su orgullo y de su larga melena, totalmente humillada, en su agridulce llegada al castillo real en el último capítulo emitido de Juego de Tronos Cersei ve algo que le da esperanzas para su futura venganza: un enorme caballero (La Montaña en versión Frankenstein) la coge en brazos y la lleva a sus aposentos.

Jaime Lannister

Nunca a un personaje le sentó tan bien que le cortaran una mano. Desde ese momento, el antes odioso y arrogante Jaime Lannister, el gemelo de Cersei, pasó a ser uno de los favoritos entre los fans de Juego de Tronos. Ayuda, también su penoso viaje junto a Brienne.

Ya de vuelta en Desembarco del Rey, Jaime sufre la frialdad de su hermana, a la que él todavía ama, la muerte de su hijo y el juicio de su hermano pequeño, al que ayuda a escapar.

Disgustado por el hecho de que la huida de su hermano haya provocado el asesinato de su padre Tywin Lannister, el Matarreyes decide seguir las indicaciones de Cersei y se dirige a Dorne, el reino del sur de Poniente, con el objetivo de traer de vuelta a la hija biológica de ambos, Myrcella.

Pero en vez de hacerlo por las buenas, él y Bronn, se embarcan en una misión encubierta de rescate que, siendo sinceros, no les sale bien en absoluto.

Su intento coincide con el plan de secuestro de las Serpientes de Arena, de modo que acaban todos ellos presos de los Martell.

Doran, el príncipe de Dorne, se apiada de Jaime y le deja volver sano y salvo a Desembarco, llevándose con él a su hija y al prometido de esta, el príncipe Trystane Martell.

Pero con los dornienses nada es tan fácil, Jaime. Ellaria, la amante de Oberyn, al que la Montaña le había aplastado la cabeza como si fuera una sandía hace dos temporadas, le da un último beso a Myrcella antes de que parta en barco.

Y, ya en alta mar, la hija de Cersei y Jaime fallece envenenada por la sustancia que Ellaria le había pasado a través de los labios.

Ahora, Jaime, Bronn, un amenazado Trystane y el cadáver de Myrcella navegan hacia Desembarco del Rey para reencontrarse con Cersei.

Tommen Baratheon

El pequeño de los hijos de Cersei, a pesar de su carita de niño bueno, es igual de fruto del incesto que sus dos hermanos mayores.

Pero Tommen Baratheon no ha heredado nada de la astucia de su madre o de su abuelo. Es un chaval dulce al que su madre, por una parte, y su mujer, por otra, intentan mangonear para llegar a lo más alto. Aunque en eso, las armas que ha tenido Margaery a su alcance, entre sábanas, eran mucho más efectivas.

El pequeño Tommen Baratheon, sin embargo, ve durante la anterior temporada cómo tanto la mujer que le dio la vida como la que le daba placer acaban entre rejas, lo que le llevó a sufrir una depresión y a dejar de comer como protesta.

En su última imagen de la anterior temporada de Juego de Tronos, el chaval, ya asesorado por su tío abuelo Kevan, ve cómo su madre regresa, desnuda y rapada, al castillo real.

Casa Tyrell

Margaery Tyrell

A la despampanante Margaery Tyrell le está durando más su matrimonio con Tommen de lo que le habían durado los dos anteriores juntos en Juego de Tronos. Su primer marido, Renly Baratheon, moría poco después del enlace y Joffrey ni siquiera llegaría con vida a la noche de bodas.

La Tyrell prefiere, en todo caso, a Tommen. A este, al menos, le gustan las mujeres, no como el primero, y no es un loco sociópata, como el segundo. Además, puede manejarlo a su antojo. Solo hay un pequeño problema: la suegra.

Aunque los tejemanejes de Margaery con su marido y con la plebe son muy efectivos, Cersei se las sabe todas. Y en el momento en que la Tyrell se sobrepasa, la leona no aguanta más y va a por todas contra ella.

La Lannister consigue, de hecho, que el nuevo Septón Supremo la encarcele por encubrir los escarceos homosexuales de su hermano, que van contra la Fe de los Siete.

Así está ahora la otrora triunfadora Margaery Tyrell: encerrada en una celda, vestida con harapos y con una sucia y enredada melena pelirroja.

Loras Tyrell

El hermano de Margaery no puede presumir de discreción. A pesar de estar comprometido con Cersei Lannister, Loras Tyrell no deja de tirarse a hombres apuestos a lo largo de los capítulos de Juego de Tronos.

Su último amante es Olyvar, que había trabajado en secreto en todo momento para Meñique con el fin de sacarle información.

Cersei, gracias a Meñique, se las apaña para que los fieles del Septón Supremo arresten al nada discreto con su prohibida sexualidad Loras Tyrell y, de rebote, su hermana acaba también entre rejas.

Casa Stark

Sansa Stark

No se puede quejar la mayor de las chicas Stark. Sin comerlo ni beberlo, Sansa Stark ha conseguido sobrevivir cinco temporadas enteras, más de lo que se puede decir de la mayoría de los miembros de su familia en Juego de Tronos. Y eso que parecía tonta la chica.

La chavala, idealista y modosita, había conseguido irritar desde el principio a todos los telespectadores, pero al final se le acaba cogiendo cariño. Vale que por su culpa muere su loba y la mascota de Arya acaba en el exilio; vale que estaba enamorada de ese heredero tróspido y psicópata de Joffrey cuando todos veíamos que el chaval estaba para encerrarlo, y vale también que por culpa de esta chivata se acaba yendo al garete todo el plan de su padre, con cabeza en una pica incluida.

Pero también es cierto que la chica el karma le acaba devolviendo todo esto multiplicado por mil. Estuvo comprometida con un rey pirado; acabó casada con un enano que le doblaba la edad; su tía por parte de madre intenta matarla y, para rematarlo, tuvo unas segundas nupcias con otro psicópata, Ramsay Bolton, miembro de la familia que había asesinado a traición a su madre y a su hermano mayor.

En la noche de bodas en su añorada Invernalia, Bolton la viola y, como hace con todo el mundo, la maltrata psicológicamente. Devastada por su nefasta suerte, intenta convencer a Theon Greyjoy, que está al servicio de Ramsay tras un cruel lavado de cerebro, para huir del castillo e ir en busca de su hermano bastardo, Jon Snow, que ha sido nombrado hace poco Lord Comandante de la Guardia de la Noche. Pero en un primer momento, Greyjoy la traiciona y se lo cuenta todo a su amo, algo que Sansa tarda en olvidar.

Sin embargo, algo la hace cambiar de opinión. Theon Greyjoy le confiesa que sus hermanos pequeños, Bran y Rickon, están vivos y que su asesinato había sido fingido. Esto le da a la chica una nueva esperanza y, en una intensa huida aprovechando que en Invernalia están ocupados en la contra Stannis, consiguen llegar hasta la muralla y se lanzan al manto de nieve que tienen justo debajo. Sansa y Theon lo arriesgan todo. Cualquiera de los dos destinos posibles, la muerte o un nuevo futuro, son mejores que lo que tenían dentro del castillo.

Arya Stark

Creíamos que ya sabíamos hasta donde podía llegar nuestra pequeña psicópata favorita. Pero en el último capítulo de la temporada anterior de Juego de Tronos, Arya Stark fue un paso más allá de lo esperado.

La niña, después de huir de Desembarco del Rey durante la ejecución de su padre y vagar por medio Poniente junto a un Sandor Clegane al que deja en la estacada (muchos fans nunca se lo perdonarán), acaba en la ciudad de Braavos, una especie de Venecia con igual número de ratas, pero con un tiempo más perro.

Allí pasa a vivir en el Templo de los Hombres Sin Rostro, donde se dedica a limpiar y adecentar cadáveres.

Muchas personas van a ese lugar para beber de un agua que les quita la vida cuando creen que ya no da más de sí. Pero los trabajadores del lugar también se dedican a llevar al mundo de la muerte a quien es requerido.

Para pasar a un siguiente nivel, el que lleva el lugar, y que tiene el rostro de Jaqen H'ghar pero que nunca queda claro si es él o no, la niña tiene que dejar de lado todo su pasado. Su primer objetivo es dejar de ser Arya Stark y pasar a no ser nadie.

Él, a pesar de que ella intenta convencerlo de lo contrario, sabe que la niña no es capaz de dejar atrás su vida anterior. Pero aún así decide hacerle pasar una prueba para demostrarlo, así que la manda en una misión para cargarse a un comerciante del puerto.

Pero Arya anda a lo suyo y, al ver en la ciudad a Meryn Trant, uno de los que estaba en su famosa lista por haber matado a su profesor de esgrima, decide tomarse la justicia por su mano e ir a por él.

Roba una de las caras del Templo de los Hombres sin Rostro, se hace pasar por una niña cualquiera para llegar hasta el guerrero pedófilo y, en ese vomitivo momento en que el soldado quiere tener relaciones con ella, Arya le salta a la cara y lo acuchilla en los ojos, en uno de los momentos más perturbadores de la serie (que no es poco).

De vuelta al templo, el gerente del lugar la abronca y le explica que, por tomar una vida que no debía, había que cobrarse otra. En un momento de compasión con la niña, decide suicidarse él, aunque le aplica un duro castigo a Arya: desde ese momento, la pequeña Stark está ciega.

Bran Stark

A Bran le perdimos la pista durante toda una temporada de Juego de Tronos. Después de su expedición a lo Goonies hacia el otro lado del Muro en busca de un supuesto cuervo de tres ojos, el niño convertido en adolescente llega a su destino. Y descubre que ese supuesto pajarraco es en realidad un señor muy mayor y con barba valleinclanesca que vive entre las raíces de un árbol.

Bran Stark ha demostrado, a lo largo de la serie, muchas habilidades insólitas. Aunque nada más empezar la serie, y para shock de los espectadores, se queda sin la capacidad de andar, el chaval es capaz de ver cosas que todavía no han pasado e incluso puede hacerse con el control mental de animales, como su lobo, e incluso de su inseparable Hodor, que lo lleva siempre a cuestas.

El niño que ya no era tan niño hace un par de temporadas y que igual ahora, con lo rápido que crece, ya es un hombre hecho y derecho, no puede caminar. Pero ese cuervo tan humano, que en esta temporada se ha afeitado la barba del todo, le dice: «Pero podrás volar». ¿Qué quiere decir con eso? Ahora veremos por fin qué ha sido del bueno de Bran durante todo este tiempo.

Jon Snow

A pesar de que los miembros de la familia Stark van pasando a mejor vida cada poco tiempo, a todo el mundo le pilló por sorpresa la escena final de la temporada, en la que sus súbditos en la Guardia de la Noche acuchillan a traición al pobre bastardo sin madre.

El chaval, todo hay que decirlo, se lo había ido buscando. Jon Snow se fue pasando por el forro, uno tras otro, todos los juramentos que había hecho al entrar en la Guardia de la Noche.

Tenía que evitar el contacto físico con hembras, y aún así acabó siendo un experto en las artes amatorias con su amada Ygritte; metió a vivir en los alrededores del Castillo Negro a los Salvajes, que habían sido enemigos acérrimos de la Guardia de la Noche durante siglos y, ya para rematarla, decide poner en peligro a sus hombres en una misión para salvar a un grupo de desnutridos habitantes del otro lado del Muro de los feroces e intimidatorios Caminantes Blancos.

Caminante blanco

Además, durante la estancia de Stannis Baratheon en el Castillo Negro, los suyos desconfían de la cercanía entre ambos. No hay que olvidar que otro de los juramentos es no tomar partido en las guerras de Poniente. Stannis, de hecho, le hacía una buena oferta a cambio de su ayuda si finalmente conseguía reinar: hacerlo un Stark con todas las de la ley y dejar así de ser un bastardo.

Sus hombres creen que la deriva en la que está entrando la Guardia de la Noche desde que Jon se hizo Lord Comandante se dirige hacia lo contrario a lo que siempre habían creído. Sus rivales dentro del grupo, como Alliser Thorne, aprovechan la circunstancia para ir minando la confianza de todos en el pobre Jon.

Así que finalmente sus hombres, entre ellos el joven Olly, que había visto a sus padres morir a manos de los Salvajes le tienden una traicionera trampa y, en una fría noche, lo acuchillan susurrándole: «¡Por la Guardia!».

Su cuerpo ensangrentado y sin vida acaba tendido sobre la nieve. Pero, ¿qué habrá sido de Jon Snow? Todo apunta a que cuando inicie la temporada lo que contemplaremos será su cadáver.

Jon Snow

Rickon Stark

Sí, aunque nos parezca que ya no queda ningún Stark vivo, en realidad todavía hay unos cuantos. El otro es el pequeño Rickon, el menor de todos los hijos de Ned Stark. Tanto él como su hermano Bran conseguían salir de Invernalia con vida y se dirigían al otro lado del Muro. Pero en un momento dado, Bran convence a la exsalvaje Osha para que se lo lleve y lo mantenga a salvo.

Desde ese momento, sin embargo, no hemos vuelto a saber nada del pequeñajo, que ahora ya habrá crecido de lo lindo. ¿Qué habrá sido de él?

Otros personajes

Melisandre y Davos

Los dos mayores aliados de Stannis Baratheon no se soportan entre sí pero, aún así, se respetan.

Melisandre consigue ir convenciendo al último de los Baratheon que quedaba con vida de que, siguiendo sus órdenes, conseguirá la victoria frente a todos los enemigos y acabará gobernando. Pero al mirar en el fuego las últimas veces, parece que Melisandre se había olvidado las gafas de leer las llamas, porque el plan de Stannis sale tirando a fatal.

Stannis, con la financiación del Banco de Hierro, llega al Muro e intenta conseguir el mayor número de hombres para asediar Invernalia, que está tomada por los traicioneros Bolton. Con un ejército desnutrido, al borde de la muerte por hipotermia y totalmente desmotivado a las puertas de la antigua ciudad de los Stark, a la Bruja Roja se le ocurre la genial idea de que quemando a su hija y heredera, la dulce Shireen, todo saldrá a pedir de boca.

Nada más lejos de la realidad. Ante la horrible imagen de la niña ardiendo en las llamas, su mujer, que siempre había sido la más devota del Señor de la Luz, se derrumba y se suicida en el bosque. Y muchos de sus hombres, que ya estaban desmotivados, lo abandonan al temer que su señor ha perdido la cabeza.

En ese momento, Melisandre es consciente de que igual no había interpretado bien del todo lo que habían dicho las llamas y, muy tocada por lo que acaba de incitar a hacer, abandona también a Stannis, que perderá a su ejército en una ridícula batalla ante un ejército muy superior y su propia vida a manos de la aguerrida Brienne.

La Bruja Roja regresa cabizbaja y con más dudas que nunca sobre su fe al Castillo Negro, dejando de lado la altivez que la caracterizaba hasta ese momento. Allí se encuentra con Davos, que había estado esperando con ilusión el regreso victorioso de su señor Stannis.

Precisamente la misma noche que Melisandre regresa, Jon Snow es asesinado por sus compañeros de la Guardia de la Noche. ¿Casualidad? Quizás no.

No hay que olvidar que, hace unas temporadas, un sacerdote del Señor de la Luz conseguía traer a su señor hasta siete veces de la muerte. Melisandre se mostró sorprendida al verlo. «Yo nunca lo he conseguido», decía la Bruja Roja. ¿Tendrá ahora su primera vez?

Melisandre

Sam y Gilly

Torpe, gordo, miedoso. Así es el Samwell Tarly que conocimos en la primera temporada. Y, en lo básico, sigue siendo así. Pero también ha demostrado que, en los momentos decisivos, el bueno de Sam consigue hacer uso de sus mejores habilidades para conseguir superar una situación complicada.

Su padre Randyll Tarly, que lo había mandado a la Guardia de la Noche porque así evitaba que heredase sus dominios, nunca se creería lo que llegó a hacer Sam durante su estancia en el Castillo Negro. Desde matar a uno de los temibles Caminantes Blancos hasta salvar a su amiga/novia Gilly de sus salidorros compañeros de la Guardia de la Noche. Eso sí, con la ayuda del lobo huargo de Jon, Fantasma.

Herido por los golpes de sus compañeros cuando Sam les impidió sobrepasarse con Gilly, su amiga lo cuida como gratitud y, entre friegas húmedas y cuidados varios, los jóvenes acaban teniendo su primera noche de sexo.

Al ver que la situación de la seguridad de Gilly y su bebé es insostenible entre tanto hombre desesperado y aprovechando que la muerte del anciano Aemon ha dejado vacante la plaza de maestre de la Guardia, Sam decide pedirle a un todavía vivo Jon Snow que le deje viajar a Antigua, donde se forman uno para ser maestre, para estudiar.

Jon le recuerda que en Antigua tampoco podrá tener a Gilly como pareja. Pero, en todo caso, él cree que, para él, su chica y el bebé, será un ambiente mucho más propicio. Finalmente, Jon brinda con Sam antes de ver partir a su último amigo en el Castillo Negro.

Sam y Jon

Brienne de Tarth

La valiente guerrera es, sobre todo, una mujer obstinada. Brienne de Tarth tiene claro que, si algo no hará nunca, es romper un juramento.

Le había prometido a Catelyn Stark, antes de que muriera, que cuidaría de sus hijas. Y aunque la mujer de Ned ya no está viva para reclamarle nada, ella decide seguir con su juramento mientras pueda.

Tras dejar a Jaime Lannister en Desembarco del Rey, quien la obsequió con una espada que se llama Guardajuramentos, Brienne parte, junto al tímido Pod, a buscar a la única Stark que cree con vida: Sansa.

Sin embargo, y contra todo pronóstico, a quien se encontraba era con Arya, a la que todo el mundo creía muerta, custodiada por el Perro. Tras una batalla cruenta, Brienne vence y deja a Sandor Clegane moribundo. Pero, aún así, Arya se le escapa ante sus narices, así que decide seguir buscando a Sansa.

En una posada por los caminos de Poniente, se encuentra con la chica, acompañada de Petyr Baelish, Meñique, pero Sansa no se quiere ir con ella dado que las dos personas que estuvieron bajo su protección, su propia madre y Renly Baratheon, acabaron falleciendo.

Aún así, Brienne acaba siguiéndolos hasta el exterior de Invernalia, donde Sansa contraerá matrimonio con el psicópata Ramsay Bolton.

Allí, en una posada, espera pacientemente por si tiene alguna señal por parte de la joven Stark, que nunca llega. Pero una sorprendente noticia la hace pasar a la acción: Stannis Baratheon, el hombre que había matado a su amado y protegido Renly, se dirige con su ejército a atacar Invernalia.

Con los hombres de Stannis derrotados, Brienne consigue localizar al líder, herido y agotado en el bosque. Aparentemente, la guerrera le da una última estocada mortal al último Barahteon con vida.

Theon Greyjoy

Theon Greyjoy es de esos personajes que, por sus horribles traiciones y comportamientos a lo largo de Juego de Tronos, se merecen que les pase lo peor. Pero, como todo en esta serie, llega un momento en el que cualquiera con un mínimo de humanidad se apiada de su triste figura.

Él fue en el que, en última medida, acabó con Robb Stark, que confiaba en el Greyjoy como si fuera un hermano. Pero la subsiguiente tortura que le hizo el loco de Ramsay Bolton fue, a todas luces, excesiva.

Al final, Theon acabó convirtiéndose en una sombra de lo que era. Una criatura maltratada y no muy diferente a un animal que respondía al nombre de Hediondo.

Su amo, Ramsay, consiguió una absoluta fidelidad por parte de este nuevo ser que, en su amputada forma física, seguía siendo Theon Greyjoy. En un principio, ni su hermana Yara, que fue a rescatarlo de las garras de los Bolton, consiguió rescuperar a su antiguo ser.

Pero la llegada de Sansa Stark cambió las cosas. Aunque en un primer momento Theon traicionó a la chica delatándola ante Ramsay, finalmente decidiría ayudarla. Y, en un último momento, ambos se lanzan desde las murallas de Invernalia al frío tacto de la nieve.

Yara Greyjoy

La hermana de Theon demostró durante todo Juego de Tronos que es una mujer de armas tomar. Su anciano padre, señor de las Islas del Hierro, había recibido hace un par de temporadas el miembro viril de su único hijo barón como «regalo» de los despiadados Bolton.

Balon Greyjoy casi no consideraba a Theon su hijo antes. Ahora, despojado de su masculinidad, mucho menos. Y, cuando Yara va a liberarlo del control de los Bolton, descubre que, efectivamente, el Theon que conocía ya no está, sino que en su lugar hay algo más parecido a un maltratado animal.

Así que, en caso de que el anciano señor falte, ¿quién lo sucederá? Yara Greyjoy, con su combativo carácter, es la opción lógica, pero, ¿podrán los Hijos del Hierro aceptar a una mujer como gobernante?

Roose y Ramsay Bolton

Los Bolton son de esas familias que cualquier fan de Juego de Tronos querrían ver aniquilados desde el minuto uno. Y, como cualquiera que sea así de odiado en esta despiadada ficción, consigue aguantar mucho más de lo esperable.

Ya habíamos conocido lo pérfido que era Roose cuando su traición, en colaboración con los Lannister y los Frey, desembocó en la famosa e impactante Boda Roja.

Lo que no sabíamos es que el producto de su violación a una mujer, el bastardo Ramsay Snow, iba a darle mil vueltas en lo que a depravación se refiere.

El padre decide obsequiar a su hijo bastardo con su apellido como premio a su «brillante» desempeño de su misión: la captura y tortura del traicionero Theon Greyjoy y la toma de Invernalia.

Crecido como nunca, a Ramsay no le pueden salir mejor las cosas. Tiene la gratitud de su padre, consigue casarse con la bella Sansa Stark, a la que viola en su noche de bodas sin pensárselo dos veces, y derrota sin mucha guerra al ejército de su principal enemigo, Stannis Baratheon. Eso sí, su matrimonio con la fugada pelirroja tiene como consecuencia la enemistad con el Trono de Hierro.

Pero Roose y Ramsay Bolton no deberían olvidarse de la máxima que gobierna entre los antiguos súbditos de los Stark: «El Norte no olvida». Tampoco nosotros.

Petyr Baelish (Meñique)

El Maquiavelo de Juego de Tronos siempre se acerca al sol que más calienta, para medrar pero también para ir derribando poco a poco la fortaleza de los más poderosos. Para Petyr Baelish, el caos es la situación deseada, el momento en el que los hombres pueden crecer y llegar al máximo poder.

Si algo no le gusta a Meñique son las personas imprevisibles. Y el desquiciado Joffrey Baratheon era una de ellas. De ahí que decidiese urdir un plan, con la ayuda de la anciana Olenna Tyrell (la abuela de Margaery y Loras), para cargarse a través del envenenamiento del loco monarca. Aprovecha el momento para sacar de allí a Sansa Stark, se la lleva a vivir con la tía de la chica, pero Petyr la acaba matando por los celos de esta hacia la pelirroja.

Petyr Baelish decide hacer más complejos sus juegos de alianzas comprometiendo a Sansa Stark con el depravado Ramsay Bolton, que se había hecho con el control de Invernalia y de este modo puede reclamar con mayor legitimidad el dominio sobre la capital del Norte.

Meñique va afianzando así sus lazos con todos los actores importantes de Poniente. Por una parte, con los Bolton, al haber propiciado el enlace. Pero también con los Lannister y los Tyrell. Dejando a Sansa en Invernalia, Petyr llega a Desembarco del Rey para firmar sendos pactos con Cersei y Olenna, sin que lleguen a ser explícitos para nosotros, que implican la participación en ambos casos de «un atractivo muchacho».

Un resumen para enterarnos de su plan que acabó con Loras, Margaery y Cersei entre rejas.

Meñique había utilizado a un trabajador de su burdel, el atractivo Olyvar, para seducir a Loras Tyrell y, de ese modo, saber antes que nadie de los tejemanejes de la familia del Caballero de las Flores. Lo conseguía sin que estos se percatasen, ya que gracias a eso se enteraba que la familia intentaba casar al Loras con Sansa y así llevársela de Desembarco. La información, que Meñique pasó a los Lannister, frustró el plan y acabó con Sansa casada con Tyrion Lannister.

Así que, para ayudar a Cersei, Meñique vuelve a utilizar lo que sabe de Loras a través, seguramente, del susodicho Olyvar, que sigue siendo amante de Loras, aunque nunca queda claro cuál fue el proceso. La información sobre los actos homosexuales de Loras y de la complicidad de su hermana Margaery le permiten a Cersei que los Gorriones encarcelen a ambos.

Por otra parte, ante la situación extrema en la que se encuentran sus nietos, Olenna decide también utilizar a Petyr. Tiene una importante carta bajo la manga para chantajearlo: confesar la participación de Meñique en el asesinato de Joffrey en caso de que la casa Tyrell se hunda.

Así que el intrigante personaje decide utilizar al primo de Cersei, Lancel Lannister, con el que la leona había tenido relaciones adúlteras e incestuosas mientras todavía estaba casada con el rey Robert Baratheon. De algún modo, Meñique se las acaba apañando para que el chaval se lo cuente todo al nuevo Septón Supremo, lo que acaba con Cersei encarcelada.

Los dornienses

Los Martell son, como todos los habitantes de la región sureña de Dorne, mucho más temperamentales y sensuales que sus contrapartes en el norte. Los exóticos dornienses son, en sus costumbres y en su comportamiento, muy liberales con respecto al resto de los habitantes de Poniente. Pero entre sus características distintivas están también otras menos positivas, como su brutalidad, su sinceridad y su intencionalidad pérfida.

Quien gobierna en Dorne es el tranquilo y dócil Doran Martell, hermano de Oberyn, el atractivo príncipe del sur que había fallecido brutalmente defendiendo a Tyrion en su juicio por combate.

Doran y Oberyn tenían una hermana, la bella Elia Martell, que había estado casada con el príncipe Rhaegar Targaryen (hermano de la khaleesi), con el que había tenido dos hijos.

Tras la antigua guerra contra los dragones, Tywin Lannister quiso deshacerse de cualquier vástago con el apellido Targaryen, y mandó aniquilar tanto a Elia como a sus dos críos. Algo que el fallecido Oberyn no le perdonaba.

Doran, sin embargo, es muy diferente a su hermano. Mucho más reflexivo, compasivo y diplomático, el príncipe de Dorne, aquejado de gota y desplazado siempre en silla de ruedas, prefiere no dejar entrever cómo le marcó el trágico episodio de la muerte de su hermana. Aunque pilla a Jaime Lannister intentando llevarse de Lanza del Sol a Myrcella, hija del Matarreyes y de Cersei, Doran decide dejarlos volver sin un rasguño a Desembarco del Rey. Y le permite, además, que lleve a su único hijo y heredero, el príncipe Trystane, el prometido de Myrcella.

Pero el resto de quienes acompañan en Lanza del Sol a Doran no son tan dóciles como él ni por asomo. Entre ellas está la última amante de Oberyn, que había visto como su chico moría brutalmente en el juicio por combate.

Ellaria no se lo perdona a los Lannister y no está de acuerdo con la actitud pasiva de Doran, así que, tras descubrir que Jaime va a recuperar a su hija, trama un plan para raptar a Myrcella y de ese modo vengarse de la familia de los leones.

Para ello entra en contacto con las tres exhuberantes y guerreras hijas de su fallecido amante Oberyn (una es hija de ella y las otras dos, de otras mujeres) para ir a por la niña y, aunque las convence, su plan nunca llega a consumarse.

Tanto Ellaria y las Serpientes de Arena (las tres hijas bastardas de Oberyn) como Jaime Lannister y Bronn son detenidos por la guardia de Doran, aunque finalmente todos ellos serán puestos en libertad.

Finalmente, las pérfidas mujeres dejan que Jaime Lannister se lleve a Myrcella y a Trystane a la capital de Poniente pero, antes de que la chica embarque, Ellaria le da un beso con sus labios empapados en veneno. Poco después de abandonar el puerto, la amante de Oberyn se limpia la boca, toma un antídoto y sonríe mientras Myrcella deja de respirar.

La Fe de los Siete

Si hay un organismo con vida propia en el mundo de Juego de Tronos es la religión mayoritaria de Poniente. Y su máxima figura es el Septón Supremo.

Después de ver cómo la insidiosa Margaery metía sus pezuñas en todos los estamentos de Desembarco del Rey, Cersei Lannister decide destituir al Septón Supremo actual, que no participa en los tejemanejes de la leona, para poner en su lugar a un hombre aparentemente bondadoso que está al cargo de una orden religiosa mucho más ortodoxa con la Fe y al que todo al mundo acaba apodando el Gorrión Supremo. Una especie de papa Francisco en su afable trato y en su cercanía con las clases bajas, pero mucho más radical que ningún otro en el cumplimiento de los estamentos de la Fe.

El nuevo Septón Supremo consigue que la corona, a través de Cersei, le permita armar de nuevo a sus hombres, los Gorriones, la facción radical de la Fe de los Siete. Pero para este hombre, las clases sociales no existen. Él mismo predica con el ejemplo, limpia los suelos del templo con sus propias manos, se aleja de los placeres carnales prohibidos para los hombres de fe y, lo más importante, aplica el cumplimiento de todos los mandamientos de su religión independientemente de quién sea el pecador.

Septón Supremo

Su Inquisición se acaba llevando por delante al burdel de Meñique y a personas tan importantes como la nueva reina Margaery Tyrell, su hermano Loras y, finalmente, a la propia Cersei Lannister.

La leona, que pretendía neutralizar a sus enemigos, acaba propiciando la creación en el propio Desembarco de un enemigo más poderoso, con una serie de recursos a su disposición casi invencibles: por una parte, el fervor de sus propios seguidores, ahora armados hasta los dientes; y el apoyo de la masa popular radicalizada, de un pueblo de Desembarco que se siente identificado con su nuevo Septón y lejos, muy lejos, de la que es la clase dominante.

La Tierra de los Ríos

La Tierra de los Ríos, cuya capital es Aguadulces, es el lugar natal de Catelyn Tully, la difunta esposa del también fallecido Ned Stark. Es probable que a mucha gente se haya olvidado de muchos de los detalles que rodeaban a la Boda Roja, pero en ella había una serie de tramas que se quedaron sin finalizar.

Poco después de la muerte de Hoster Tully, señor de Aguasdulces y padre de Catelyn, se celebraba en Los Gemelos el enlace entre una de las hijas del pérfido Walder Frey y el hermano de Catelyn y heredero de la Tierra de los Ríos, Edmure Tully.

En un momento de distensión antes de la masacre, Brynden Tully, el tío de Catelyn apodado el Pez Negro, salía del castillo para hacer sus necesidades y, de este modo, se salvaba del fatal destino de los invitados al casamiento.

Por su parte, el hermano de Catelyn, Edmure Tully, que era el que contraía matrimonio, acabaría siendo prisionero de los traicioneros Frey.

Pero, ¿qué ha sido de ellos? La trama, según indican los avances de la sexta temporada de Juego de Tronos, se recuperará y volverá a convertir a Aguasdulces en uno de los escenarios de la serie.