Susan Rice enmienda a Petraeus por el ataque a la embajada libia

Victoria Toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Los republicanos batallan a fondo para que no releve a Hillary Clinton

23 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Susan Rice, la embajadora de EE.UU. ante la ONU, ha hablado por primera vez de la polémica en la que está envuelta en relación al ataque al consulado de Bengasi. Cinco días después de aquel suceso en el que murieron cuatro estadounidenses, entre ellos el embajador en Libia, Rice apareció, por orden de Obama, en varios programas de televisión para explicar que el ataque había sido una protesta espontánea por un vídeo que ridiculizaba a Mahoma. Rice aseguró ayer que sus palabras de entonces se basaron exclusivamente «en los informes de los servicios de inteligencia» con los que contó.

Los republicanos habían convertido las declaraciones de Rice en un enfrentamiento partidista con el Gobierno de Obama por encima de todos los otros asuntos en los que discrepan. Y la polémica se ha ido enredando debido a la cantidad de asuntos que se mezclan en ella.

El primero y fundamental es que Rice parece la candidata de Obama para sustituir a Hillary Clinton al frente de la secretaría de Estado. Los republicanos están haciendo un verdadero esfuerzo por anular su posible nombramiento incluso antes de que se produzca y, si lo consiguieran, sería indudablemente una gran victoria política. Primero, porque se interpondrían en una decisión del presidente y, segundo, evitarían que Rice llegara a un puesto para el que, en principio, ofrece un perfil adecuado. No hay duda de que, como secretaria de Estado, Rice tendría una visibilidad mucho mayor que la de, por ejemplo, el otro candidato que también suena para el puesto, John Kerry.

En esa batalla se están empleando a fondo, los republicanos al ataque y los demócratas, en su defensa. El martes, 97 republicanos de la Cámara de Representantes enviaron a Obama una carta en la que le advierten que no incluya a Rice en su próximo gabinete porque, según dicen, «engañó al pueblo americano por causa de su incompetencia o intencionadamente». Los demócratas no se han quedado callados y acusan a los republicanos de que todos sus dardos contra Rice tienen solo dos motivos: es negra y mujer.

Por si el asunto no estuviese poco enredado, en él se mezcla también el ex director de la CIA, David Petraeus, que hace una semana declaró en el Congreso que desde el principio él supo que el ataque a Bengasi era resultado de la acción de un grupo terrorista. También aclaró entonces que esa opinión no se reflejó en los informes que preparó la agencia. Las palabras de Rice parecían destinadas al general cuando afirmó tajantemente que ella solo aseguró lo que decían, entonces, dichos informes de inteligencia.