Cameron augura un divorcio doloroso si se independiza Escocia

rita álvarez LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Tres jóvenes independentistas escoceses participan en Sterling en un acto a favor del sí.
Tres jóvenes independentistas escoceses participan en Sterling en un acto a favor del sí. efe< / span>

La OTAN advierte que, si se impone el sí, el Estado resultante deberá solicitar la admisión en la Alianza

16 sep 2014 . Actualizado a las 11:08 h.

El primer ministro británico, David Cameron, volvió ayer a Escocia, concretamente a Aberdeen, la ciudad petrolera del norte, para apoyar el «no» a la independencia. Consciente de su impopularidad, llegó a decir que él «no va a estar aquí para siempre». Sin embargo, puntualizó que, si los escoceses deciden irse, «no habrá vuelta atrás, no habrá repetición. Esta es una decisión para siempre». Estaríamos hablando entonces de un momento irreversible que llevaría a «un divorcio muy doloroso».

Ayer se vivió una nueva jornada de Cameron apasionado. Apelando al corazón de los escoceses e intentando comprometer al diez por ciento de la ciudadanía que está indecisa dijo que, «si Escocia vota sí, el Reino Unido se dividirá y seguiremos caminos diferentes». La independencia, explicó, «significaría que dejamos de compartir la misma moneda», significaría que «se rompen las fuerzas armadas que tantos siglos compartimos», o que «no se podrán cruzar tan fácilmente las fronteras». Significaría, agregó, que «el apoyo que tenéis ahora de las embajadas británicas cuando viajáis se acabaría», o que «si los bancos escoceses atravesasen problemas, serían los contribuyentes escoceses, y solo ellos, los que cargarían con los costes».

Cameron no estará en Escocia el jueves y seguirá los decisivos resultados desde su despacho londinense de Downing Street. Precisamente a unos metros de allí se celebró ayer un mitin en el que miles de londinenses pidieron a los escoceses no abandonar el Reino Unido. Entre los asistentes, el comediante Eddie Izzard, quien ejerció de maestro de ceremonias proclamando que «uno se siente tan triste para romper nuestra familia».

De proclamarse su independencia, Escocia tendría que enviar una solicitud de ingreso a la OTAN y esta debería ser aprobada por unanimidad. El secretario general de la citada institución, Anders Rasmussen, dijo ayer en Bruselas que no era su intención interferir con la campaña, pero sí afirmó que la entrada de todo nuevo Estado en la Alianza requiere la aprobación de los restantes socios. Otro país extranjero que se pronunció fue EE.UU. y lo hizo para apoyar el «no». Quiere un Reino Unido fuerte y firme.

Para el antiguo líder liberal demócrata, Menzies Campbell, los escoceses se encuentran a dos días de tomar la decisión más importante de sus vidas. Si rechazasen la independencia, argumentó, tendrían la oportunidad de votar por un Parlamento «más fuerte y más seguro».

Mientras tanto, el ministro principal escocés, el nacionalista Alex Salmond, secundó ayer la protesta ciudadana del domingo de los que critican la cobertura del referendo de la BBC. «Debemos dejar que la gente exprese sus puntos de vista en paz. Eso es parte de la política democrática», afirmó. El Sindicato Nacional de Periodistas británico expresó su preocupación por un «incremento en la intimidación y acoso» a los periodistas que están cubriendo el referendo.