Los gallegos que votarán en el referendo escocés también están divididos

mariluz ferreiro EDIMBURGO/ ENVIADA ESPECIAL

INTERNACIONAL

MARILUZ FERREIRO

Entre los consultados por La Voz ganaría el apoyo a un país independiente

17 sep 2014 . Actualizado a las 12:38 h.

Galicia también vota en Escocia. Los residentes de la Unión Europa podrán ejercer mañana ese derecho. Entre los gallegos que consultados por La Voz gana el sí a la independencia. Aunque también hay apoyos para el no.

Todos coinciden en que la campaña de los independentistas ha conquistado nuevos electores en las últimas semanas, aunque algunos señalan un repunte del no en los últimos días. Y la mayoría critica lo que considerar una estrategia del miedo de los que apoyan la unión. Aseguran que, en cambio, Alex Salmond y los suyos han vendido optimismo. Lorena Fuentes, asistente comercial de exportación 35 años que lleva seis en Escocia está fascinada con la movilización. «Como licenciada en Ciencias Políticas, vexo isto con moito interese», cuenta. Ella cree que la clave está en los indecisos y, precisamente, en el voto inmigrante. «Case todos os inmigrantes van votar e eu diría que votarán si». Añade que la clase media está harta de ser el principal objetivo de los impuestos. Considera un derecho y una responsabilidad participar en el proceso, acudir a la cita electoral, y añade ella que quiere que gane el sí.

Comparte su postura Rosa Rivas (A Cañiza, 46 años), que ahora trabaja en una librería que pertenece a una cadena inglesa y que antes pasó por la City londinense. Y asegura que en el Norte el movimiento independentista es más fuerte todavía. Apoya también la ruptura Ana González Chouciño, con raíces de Ponteceso, que está en Escocia desde el 2010, y que presenta este fin de semana un proyecto en la galería Interview Room 11. Y coincide Daniel Sordo, santiagués de 31 años y recepcionista de hotel que cumple un año y medio en Edimburgo. Alrededor de una mesa comparten el mensaje social de los independentistas. «Eu estiven en Londres e a sanidade é moito mellor aquí, non ten nada que ver. A asistencia e o trato son moi bos e non me gustaría que cambiara», asegura. Analizan el referendo en clave social. Recuerdan que Escocia invierte más por persona que la media del Reino Unido. Defienden que la economía escocesa es suficientemente fuerte para navegar en solitario. «Aquí a xente consume, manexa diñeiro», apuntan. Y creen que las amenazas de las empresas de marcharse a Inglaterra son eso, «só ameazas, coma as de perder as pensións». El petróleo para ellos es un potente argumento. «O meu mozo traballa no sector e di que Escocia non sabe os cartos que ten», explica Ana González. Creen que un sí abriría el camino a los independentistas en otros países. «De feito, eu o que quero é que en Galiza tamén votemos», señala Daniel Sordo. Entienden que los escoceses recelen del poder de la City («cos seus banqueiros e empresarios que estudaron en Eton») y desconfían de las ofertas de última hora de una mayor transferencia de poder a Edimburgo. Y piensan que la cuestión de la moneda se zanjará con pragmatismo británico, negociando.

Jaime Imbernón Nogueiras nació en Fránkfurt hace 33 años, pero tiene raíces gallegas. Lleva diez en Escocia. Votará no. Cuenta que las gráficas de su empresa, viajarporescocia.com, siguen creciendo. Y teme que, si gana el Yes, esta tendencia pueda cambiar. «Nós facemos rutas por Escocia para xente que fala español e italiano. Máis do 90 % dos nosos clientes son contrarios a independencia, a excepción son os cataláns», comenta. Cree que vencerán los unionistas. No se fía de las encuestas que han ido dándole paulatinamente un pedazo mayor de la tarta a los independentistas. «Aos cidadáns que queren seguir no Reino Unido cóstalles máis expresalo en público. Creo que pasa algo parecido en Cataluña. E aquí a xente pode ter medo a que haxa unha caza de bruxas se finalmente sae o si nas urnas», explica. «Os independentistas son máis visibles, digamos que están de moda, pero non creo que sexan máis. Penso que a maioría quere seguir como está. Porque se hai unha escisión as dúas partes perderían peso nas institución internacionais», agrega.

Para César Escudero (Ribadavia, 33 años), que trabaja en el sector turístico, fue clave el último debate: «Salmond arrasou». Apoya el no por «egoísmo». «Levo catro anos aquí e non sei canto me queda. Pero ter que cambiar todo só para que a bandeira escocesa ondee aí enriba...», dice. Este es su análisis de la campaña: «Os independentistas péganlle duro ao Goberno central, é que tiñan moitos sitios por onde darlle. Iso é lexítimo, pero tamén populista. Hai moita demagoxia dos dous lados».

Cree que España no dejará entrar en la UE a una Escocia independiente. «E eu estou vivindo aquí pola UE, por ser europeo». Afirma que su postura no supone apoyar a los conservadores, «porque os nacionalistas venderon ben o feito de presentarse coma o oposto aos tories, aos recortes de Londres. Pero eu tampouco apoio esa política neoliberal». Piensa que muchos extranjeros elegirán dejar el Reino Unido. «Os polacos, por exemplo, que son unha comunidade moi grande», dice. Y comenta que el petróleo «non dá para tanto como din, porque isto non é Noruega».

Abstención programada

Sergio Martín González (Vigo, 34 años) llegó hace tres años y medio. También trabaja en Viajar por Escocia. Él opta por una tercera vía. Prefiere no votar, pero no porque no le interese la cuestión. No se siente con derecho a hacerlo, cree que todavía no forma parte de la sociedad que tomará una decisión histórica. Cree que debería haber un tiempo mínimo de residencia para poder participar en el referendo. Pero admite que, si lo hiciera, él votaría no a la independencia: «¿A City? Toda Europa depende da City. Non só Escocia. ¿Se algo funciona, por que cambialo? ». Para él, quedar fuera de la Unión Europea sería demasiado castigo porque interpreta el mundo de forma más global. Y no ve fácil el regreso. Además, pone un poco de gris en el retrato pintado por los nacionalistas y habla del porcentaje de escoceses que vive de los benefits.

Aunque se abstenga, es imposible permanecer ajeno al ambiente. «Nunca vivín nada parecido a esto, coa xente con pins, con pancartas, parece un ambiente máis deportivo que de referendo», asegura. Le inquieta que Salmond «pasara por enriba do tema dos inmigrantes». «Dixo que eran unha parte importante, pero pouco máis», señala. Cree que la baza del petróleo y del gas se está usando con picaresca por ambas partes. Aunque, como la mayoría, considera que la batalla política está a años luz de la que se podría dar en España porque demuestra que s puede dialogar. «Iso si que dá envexa. Debaten con nivel, na rúa uns din que si, outros que non. Pero todo é moi democrático», afirma también Carlos Escudero. Casi todos coinciden en que de eso, del otro clima escocés, el político, mucho más cálido y maduro que el español, sí que habría que aprender algunas lecciones.