Rusia apoya la ley de autogobierno, pero los rebeldes se muestran desafiantes

EFE

INTERNACIONAL

Poroshenko propuso tres años de autonomía para Donetsk y Lugansk

17 sep 2014 . Actualizado a las 21:28 h.

Rusia apoyó este miércoles la ley ucraniana que garantiza tres años de autogobierno a los separatistas prorrusos en sus baluartes de Donetsk y Lugansk, pero estos se mantuvieron desafiantes en medio de combates que amenazan el alto el fuego.

«En Rusia vemos este documento como un paso en la buena dirección que se corresponde con los acuerdos acuñados en la Declaración de Ginebra del 17 de abril entre Rusia, Ucrania, EE.UU. y la Unión Europea, y la de Berlín del 2 de julio», informó la Cancillería rusa en un comunicado.

El beneplácito ruso no estaba ni mucho menos garantizado, ya que el Kremlin siempre ha defendido la concesión de mayores competencias políticas, económicas y lingüísticas para las zonas rusohablantes, mientras la autonomía que ofrece Kiev es limitada y temporal.

Con todo, Moscú considera que la citada ley, que aún no ha sido promulgada por el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, permitirá el restablecimiento de los derechos y libertades en la región, escenario de combates desde abril pasado.

También alabó las garantías de libre uso de la lengua rusa a los habitantes de Donetsk y Lugansk, y la posibilidad de desarrollar la cooperación fronteriza entre esas zonas y las regiones limítrofes rusas. «Todo esto crea el caldo de cultivo para el inicio de un auténtico proceso constitucional en Ucrania, que debe incluir la puesta en marcha de un diálogo para lograr la concordia y la reconciliación nacional», indicó.

Por ello, Rusia insta a Ucrania a aplicar la ley de autogobierno y advierte de que si sus detractores logran su modificación «devolverán la situación a la confrontación» en el este del país, donde rige desde el pasado 5 de septiembre un alto el fuego.

La nota oficial se refería a las críticas contra la ley vertidas por la ex primera ministra Yulia Timoshenko y el líder nacionalista del partido Svoboda (Libertad), Oleg Tiagnibok, quienes acusan a Poroshenko de rendir los intereses del Estado, poner en peligro la integridad territorial del país y legalizar a los terroristas. «Pido a Poroshenko que vete esas leyes y, de esa forma, defienda a Ucrania», dijo hoy Timoshenko, quien llamó al presidente a retornar a las «posiciones patrióticas».

Mientras, varios centenares de ultranacionalistas protestaron este miércoles contra la concesión del autogobierno a los rebeldes frente al edificio de la Presidencia, en el que no se encontraba Poroshenko, quien viajó a Canadá y EE.UU. para reunirse con sus dirigentes.

«Las leyes no están claras. Exigimos a Poroshenko que no las promulgue. Como los combatientes llevaban pasamontañas, será imposible determinar quién combatió y quien simplemente llevaba el agua», aseguró Artiom Skropadski, portavoz del partido Sector de Derechas.

No obstante, el primer ministro, Arseni Yatseniuk, mostró este miércoles su apoyo al presidente al asegurar que la citada ley no significa que Kiev reconozca las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.

«Los ucranianos necesitan la paz. La guerra nos ha salido muy cara y, además, la vida humana tiene un valor incalculable. Muchos ucranianos han muerto en defensa de su país. Por eso, el precio ha sido muy alto», explicó.

En el plano presupuestario, Yatseniuk cifró en 80 millones de grivnas diarias (unos 6 millones de dólares) el coste de la guerra contra las milicias separatistas, según Kiev apoyadas militarmente por Rusia.

En la misma línea, el asesor presidencial Nikolái Tomenko reconoció que, en el marco de una agresión rusa, el autogobierno para los rebeldes era la única vía «para garantizar la paz sin perder la soberanía, la integridad territorial y la unidad del país».

Mientras, el líder de los separatistas de Donetsk, Alexandr Zajárchenko, ya rechazó la posibilidad de elecciones locales en las regiones rebeldes el 7 de diciembre, como estipula la citada ley. «Tenemos un Soviet Supremo propio y adoptaremos una decisión independiente sobre cuándo y qué elecciones celebrar. Aquí no habrá ninguna elección organizada por Ucrania», aseguró a la agencia rusa Interfax.

Mientras, su viceprimer ministro, Andréi Purguin, quien insistió esta semana en que los separatistas no renuncian a la independencia, destacó que la ley «contiene puntos interesantes, como el derecho a realizar actividades de política exterior».

«El diálogo continuará. Cuándo y en qué formato aún debemos hablarlo. Cuando llegue la hora de la reconstrucción, veremos cómo funciona» la ley, apuntó.

Mientras, en la región Donetsk, en particular en la estratégica zona del aeropuerto, estallaron nuevos combates entre rebeldes y fuerzas gubernamentales, con bombardeos por parte de las milicias que causaron bajas entre los civiles, según el mando militar ucraniano.

El embajador ruso ante la OSCE, Andréi Kelin, a su vez acusó a las tropas ucranianas de poner en peligro la tregua al atacar varias localidades al norte y oeste de Donetsk. «Los rebeldes responden y se producen combates. Yo no diría que esto sea una catástrofe y la OSCE tampoco lo ve como un cese real de la tregua, pero sí existe un peligro», apuntó.