Canadá se conciencia de la amenaza yihadista

AFP

INTERNACIONAL

El país permanece en estado de shock tras los últimos ataques perpetrados por tiradores dentro de su territorio

23 oct 2014 . Actualizado a las 22:32 h.

Canadá tomó conciencia este jueves de que el extremismo islamista puede golpearla directamente, luego de dos ataques en tres días contra militares y el Parlamento perpetrados por tiradores con ideas cercanas al yihadismo.

Los jóvenes atacantes nacieron y se educaron «en este país pacífico», declaró el primer ministro, Stephen Harper, ante diputados de la Cámara de los Comunes, que regresaron a su trabajo este jueves decididos a no ceder a la amenaza «terrorista» en el país.

El Parlamento retomó su trabajo con un homenaje al jefe de seguridad, que abatió en el Parlamento al asaltante que previamente había ultimado a un militar en el cercano monumento a los caídos. Guardó un minuto de silencio y entonó el himno.

Mientras tanto, en Ottawa y muchas otras ciudades canadienses, las banderas permanecían a media asta.

Los habitantes de la capital canadiense intentaban volver a la normalidad a pesar de la fuerte presencia policial tras el drama ocurrido el miércoles.

El nerviosismo, no obstante, seguía siendo palpable. Este jueves, cuando el primer ministro Harper estaba a punto de ingresar a su automóvil para ir al Parlamento luego de visitar el monumento donde el soldado fue asesinado, la policía acorraló a punta de pistola a un sujeto que se encontraba cerca suyo y lo detuvo.

Diputados y senadores desfilaron delante del monumento a los caídos, donde algunos también depositaron coronas de flores en memoria del soldado Nathan Cirillo, de 24 años, abatió el miércoles por Michael Zehaf-Bibeau, un canadiense de 32 años.

«Como hombre con su mismo color de tez, estoy triste y al mismo tiempo tengo miedo de las repercusiones» de estos ataques, dijo a la AFP Mazin al-Rasheed, quien se encontraba cerca del Parlamento. «Espero que la gente permanezca en calma y no le gane el miedo».

«Me desperté esta mañana igual que siempre. La vida continúa», dijo por su parte Chris McLachlan, quien se dirigía a su trabajo cerca del Parlamento.

El ataque del miércoles se sumó al perpetrado el lunes por Martin Rouleau-Couture, un joven de 25 años que arrolló con su vehículo a un militar y fue abatido luego por la policía en un poblado cerca de Montreal.

Además, un hombre fue detenido este jueves en la ciudad portuaria canadiense de Halifax (este), anunció la Policía, que le acusó de haber abandonado un arma de fuego en un autobús.

Tiradores con «ideas violentas»

La muerte de los dos militares plantea muchas interrogantes sobre las motivaciones de los tiradores, aún poco claras.

Los dos habían abrazado las ideas yihadistas y estaban en la lista de los 90 individuos clasificados como de riesgo por los servicios de inteligencia. A ambos se les había privado de sus pasaportes para evitar que se sumaran a los combatientes yihadistas en Medio Oriente.

Michael Zehaf-Bibeau tenía la personalidad más próxima a la de un delincuente que a la de un verdadero yihadista. Este quebequés que acababa de cumplir 32 años había tenido algunos altercados con la justicia pero sin involucrarse en crímenes grandes. Los medios locales lo describen como un joven perdido, sin raíces familiares sólidas, que en cierto momento se acercó a la religión.

La comunidad musulmana canadiense se desmarcó de los hechos inmediatamente. El iman Sikander Hasni, de la asociación musulmana Kanata, condenó el jueves los ataques y reconoció que hay «una función que cumplir» ya que hay «personas que se casan con ideas violentas y sobre todo se vuelcan hacia una radicalización violenta».

Este responsable de la mezquita de Ottawa admitió, no obstante, cierta impotencia. «A veces no hay gran cosa que hacer (...) para jóvenes adultos que sufren deficiencias mentales o se inclinan hacia la criminalidad».

Los ataques tienen lugar en momentos en que Canadá se involucra en la lucha antiyihadista en Irak como parte de la coalición internacional. Este jueves, aviones de combate partieron de una base de Quebec para unirse a una base canadiense en Kuwait.

La determinación del gobierno canadiense permanece intacta. La lucha contra el terrorismo se va a «redoblar», prometió Harper en un discurso al país, que debe hacer frente al hecho de que, incluso al interior de sus fronteras, puede ser atacado.

«Estaremos vigilantes pero no andaremos con miedo. Seremos prudentes pero no entraremos en pánico, y en lo que refiere a la gestión del gobierno, bueno, aquí estamos, en nuestros asientos, en nuestra cámara en el corazón mismo de nuestra democracia y trabajo», dijo este jueves en el Parlamento.

La reina Isabel II, jefa de Estado de Canadá, dijo por su parte que sus pensamientos están con los familiares de las víctimas de los ataques. «El príncipe Felipe y yo nos sentimos conmocionados y entristecidos por los acontecimientos».