El Pasok, de la mayoría absoluta a la irrelevancia en solo cinco años

Mariluz Ferreiro ATENAS / ENVIADA ESPECIAL

INTERNACIONAL

Los socialistas griegos necesitan refundarse y preparan un congreso para marzo

28 ene 2015 . Actualizado a las 06:56 h.

Es como si todo el peso político de la crisis se hubiera desplazado a un único lugar. Los hombros del Pasok. La fuerza socialista, que se ha alternado en el poder con Nueva Democracia (ND en los últimos cuarenta años, se ha convertido en un partido intrascendente. El partido que llevó a Grecia el matrimonio civil, la ley de divorcio y los derechos de la mujer agoniza. Es la séptima fuerza. Superados por los de antes y los de ahora. Por debajo de los comunistas ortodoxos, pero también de los nacionalistas, de los centristas y de los neonazis. Syriza ha redibujado la izquierda, identificando al Pasok con el viejo sistema y con los recortes, como una especie de extensión de ND. Y no solo eso. Se ha resquebrajado definitivamente con una cuña de su misma madera. Kinima, el partido fundado para estas elecciones por Yorgos Papandreu, ex primer ministro socialista, ha contribuido al hundimiento. Con sus votos, Evangelos Venizelos habría sido el tercer candidato más votado y quizás la formación hubiera podido afrontar una transición más tranquila. Pero los resultados de las últimas elecciones dejan a los socialistas en estado grave.
Hace tiempo que el Pasok es una presa fácil para Syriza y los comunistas. Con la crisis devorando el poder adquisitivo de la clase media que buscaba venganza en los políticos, bastaba con citar un nombre como ejemplo de la casta helena. Papandreu. Ahí está el ex primer ministro Yorgos, hijo de del ex primer ministro Andrea Papandreu y nieto del ex primer ministro Yorgos Papandreu.
El Pasok no pudo librarse de esa etiqueta ni tampoco de la de ser corresponsable de las políticas de austeridad aplicadas por los diferentes gobiernos en los últimos años, a pesar del pataleo de Yorgos Papandreu, con su iniciativa de apoyar un referendo para aprobar los recortes y su marcha del Gobierno.
Batalla interna
El desgaste externo se traducía también en batallas internas. Papandreu y Venizelos protagonizaron un duro enfrentamiento dentro de la formación. Venizelos se impuso y tomó el control en marzo del 2012. El nuevo líder ocupó la cartera de Economía en el Gobierno conservador de Antonis Samarás. Recibió del Financial Times el título honorífico de «peor ministro de Finanzas de la zona euro». Venizelos ya se había visto salpicado anteriormente por el escándalo de la llamada Lista Lagarde, una relación de importantes nombres griegos con cuentas en Suiza. El ministro extravió los documentos que destapaban a los evasores de impuestos y no se abrió ninguna investigación por parte del Gobierno socialista. Como si hubieran pasado del paraíso fiscal al limbo. Otro gran agravio cuando a los griegos se les subían todo tipo de impuestos. Y fuentes cercanas a Venizelos señalaban ayer a medios griegos que no estaba clara su dimisión. Pero muchos piden su cabeza en el partido.
Admítanlo o no, las alarmas se han disparado en el PSOE y en el Partido Laborista británico. Los primeros intentan contener la marea de Podemos y los segundos ven cómo el nacionalismo escocés les arrebata miles de votos en su gran feudo. Temen que estos intentos de adelantamiento por la izquierda también acaben en atropello. Como en Grecia.