La Marina italiana interviene en Libia para impedir el secuestro de un barco

María Signo ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

GIOVANNI ISOLINO | AFP

El remolcador atacante podría pertenecer a las fuerzas de seguridad libias

18 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Como acción de piratería se califica en Italia el intento de secuestro del pesquero Airone en la noche del jueves mientras faenaba a 30 millas de la costa de Libia. Eran las 3.30 cuando su tripulación, formada por tres italianos y cuatro tunecinos, fue abordada por un remolcador con matrícula de Trípoli. Según las noticias comunicadas por radio y que son aún confusas, a bordo subieron uno o dos libios armados con el pretexto de hacer una inspección. La tripulación del pesquero se habría rebelado y habría encerrado a los hombres en la bodega. El capitán consiguió invertir la ruta para dirigirse hacia el norte en dirección a las costas de Sicilia.

La Guardia Costera recibió el aviso de alarma de otro pesquero que se encontraba en la zona. En ayuda del Airone acudió una nave de la Marina italiana que asumió el control de pesquero para acompañarlo a un puerto seguro. Según el Estado Mayor de la Defensa, el remolcador que intentó el secuestro «presumiblemente pertenece a fuerzas de seguridad libias», dato que aún está por confirmar. Giovanni Tumbiolo, presidente de la cofradía de Mazara del Vallo, puerto del que proviene el Airone, relató que «los pescadores están aterrorizados. Hay mucho miedo porque temen caer en manos de gente sin escrúpulos».

No es un episodio aislado. Días atrás otro barco italiano recibió disparos de un remolcador libio que exigía la entrega de la patera que estaba auxiliando. Fuentes de la Marina creen que podría ser el mismo barco del secuestro de ayer.

El incidente es inseparable del caos y la anarquía que se viven en Libia. Un tunecino detenido bajo la acusación de tráfico de personas confirmó que son organizaciones de este país las que controlan el tráfico de inmigrantes a Europa. Por cada patera que hace la travesía, su guía recibe unos 3.000 euros y cada pasajero paga unos 1.800 dólares. Se calcula que cada viaje puede suponer medio millón de dólares de ganancia para los promotores. Que carecen de escrúpulos lo revela el rescate en la madrugada de ayer de una mujer que había muerto en la embarcación en la que viajaba tras haber recibido quemaduras en el lugar de origen de las que no fue curada.

La crisis migratoria que padece Italia llegó ayer a la Casa Blanca gracias al encuentro entre el primer ministro Matteo Renzi y el presidente Barack Obama. No hay soluciones militares a la vista. Para el primero, la salida pasa por conseguir la estabilidad en Libia, idea con la que coincidió el segundo. «No resolveremos el problema con un par de ataques con drones o algunas operaciones militares», señaló.

Según ACNUR, el número de inmigrantes muertos o desaparecidos al intentar cruzar el Mediterráneo para llegar a Europa ya asciende a unos 950 en lo que va del año. La Organización Internacional de las Migraciones (OIM) calculó que, si durante todo el año persiste la tendencia de los primeros tres meses, al finalizar 2015 el número de personas que podrían haber muerto por intentar cruzar el Mediterráneo alcanzaría sin mayor dificultad las 30.000.

También la Iglesia critica a la UE

La Conferencia Episcopal italiana ha tenido palabras muy duras contra la UE por la ineficacia de su intervención en el Mediterráneo. Su secretario, monseñor Nunzio Galatino, no se ha mordido la lengua y ha dicho que «hablar de desilusión es poco. Tengo la impresión de que se trata se una manera elegante de lavarse las manos ante un drama que cada vez será más insoportable para Italia». Sobre la tragedia de los 15 cristianos lanzados al mar, Galatino explicó que «es un paso hacia la barbarización y la instumentalización de las religiones». Caritas y muchas parroquias están colaborando de forma muy activa con las autoridades para dar asistencia y alojamiento a los inmigrantes llegados a Italia.