La crisis de Calais reabre heridas en la UE sobre la inmigración

Redacción / La Voz

INTERNACIONAL

FRANCOIS LO PRESTI

Suecia carga contra Cameron mientras Francia y Reino Unido reclaman unidad

03 ago 2015 . Actualizado a las 08:35 h.

La presión migratoria ha vuelto a descoser el traje de la Unión Europea. Los miles de inmigrantes hacinados en la localidad francesa Calais, a la espera de dar el salto al Reino Unido a través del Eurotúnel, ha tensado las relaciones entre los dos países, azuzados por sus respectivos medios de comunicación. Ayer, los ministros de Interior francés y británico, intentaron salir al paso con una carta conjunta en la que aseguran que «poner fin a esta situación es una prioridad absoluta; nuestros dos gobiernos están determinados a conseguirlo, y a conseguirlo juntos», afirman el galo Bernard Cazeneuve y la inglesa Theresa May. Y para resolver la crisis apelan a la unidad de todos los miembros de la Unión Europea, que aún no se ha repuesto de la fractura interna causada hace solo unas semanas por la disputa para fijar cuotas de asilados por países ante la llegada en masa de inmigrantes y refugiados a las costas italianas.

Cameron «hace política»

Aquellos enfrentamientos dejaron heridas que la crisis de Calais ha reabierto. Fue el ministro de Justicia sueco, Morgan Johansson, el encargado de meter el dedo en la llaga. En declaraciones a BBC Radio, cargó directamente contra el primer ministro británico, David Cameron, a quien acusó de no hacer todo lo que puede en este terreno y de aprovechar lo sucedido en Calais para «hacer política» interna de forma poco constructiva. Johansson señaló que su país admite semanalmente una media de 1.200 solicitantes de asilo mientras que el Reino Unido se ha negado a participar en el programa europeo de acogida. «Veo un país que no quiere asumir la responsabilidad que debería», manifestó el ministro sueco, quien acusó a Cameron de «intentar dividir a la gente» por emplear términos como «plaga» o «inmigrantes ilegales», «y eso no es constructivo».

Ajenos a esta andanada, Francia y Reino Unido señalaron ayer que la crisis de Calais no es un asunto exclusivo de ambos países, por lo que instaron a la UE a abordar la raíz del problema. «Muchos ven Europa, y en particular el Reino Unido, como un destino que ofrece la perspectiva de ganancias económicas; este no es el caso, nuestras calles no están asfaltadas de oro», afirma Cazeneuve y May en su carta, en la que instan a la UE a «romper el nexo entre cruzar el Mediterráneo y conseguir residencia en Europa por razones económicas».