El informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo advierte de las consecuencias del bloqueo económico en los últimos ocho años
03 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.En el 2009, el 2012 y el 2014, la Franja de Gaza sufrió varios ataques militares prolongados por parte de Israel como defensa, según argumentó, a los proyectiles lanzados desde el asediado territorio. Alrededor de 2.200 palestinos y 70 israelíes murieron en los 50 días de la última ofensiva; suficiente para explicar la devastación por la que Gaza no consigue salir adelante. A los embates bélicos se suma el bloqueo permanente de un territorio sin soberanía y sin control de sus fronteras terrestres, aéreas o marítimas. Un área donde la ONU estima que, de seguir así, no se podrá vivir dentro de cinco años.
El informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo advierte de las consecuencias del bloqueo económico en los últimos ocho años: «Ha quedado destrozada la capacidad de exportar y de producir para el mercado doméstico». Medio millón de residentes abandonaron sus hogares: «Más de 20.000 casas están dañadas, además de 148 escuelas, 15 hospitales y 45 centros de salud, por el último ataque», asegura el informe. «El número de palestinos que dependen de la distribución de alimentos pasó de 72.000 en el 2000 a 868.000 en mayo de este año, casi la mitad de la población», añade.
De seguir «las tendencias económicas actuales, [...] las repercusiones sociales, de salud y de seguridad de la alta densidad de población y el hacinamiento son algunos de los factores que pueden hacer que no se pueda vivir en Gaza en el 2020», consideran los expertos de la ONU.
La última operación militar dejó graves secuelas y la reconstrucción prometida avanza despacio. Se añade el problema de que las fronteras de los apenas 362 km2 donde viven 1,8 millones de habitantes están controladas por Israel, que decide qué materiales pueden entrar.