Baviera llevará a la justicia a Merkel si acepta más refugiados

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

ROBERT NYHOLM | EFE

La extrema derecha austríaca se nutre de la crisis migratoria

10 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya no quedan simpatías entre la canciller, Angela Merkel, y sus socios en Baviera. La política migratoria laxa de la líder germana ha hecho saltar por los aires la alianza de cristianos conservadores. Ayer mismo le hicieron saber que, si no cumple con la normativa de Dublín y el acuerdo de Schengen, la llevarán ante la Justicia. «Si el Gobierno federal no da pasos efectivos de forma inmediata para limitar el continuo flujo de solicitantes de asilo, Baviera se reserva el derecho de ir al Tribunal Constitucional», advirtió el ministro del Interior bávaro, Joachin Herrmann. «Hay que reducir el flujo para que la integración de los que llegan sea factible y también por razones de seguridad», apuntilló el primer ministro, Hors Seehofer.

Alemania se enfrenta a un desafío sin precedentes. Se estima que a finales de año la cifra de refugiados en el territorio puede ascender a un millón y medio de personas frente a los 800.000 previstos. La opinión pública se inquieta. Al menos, es lo que reflejan los sondeos de la televisión pública ZDF. Solo el 45% de los ciudadanos confían en que su país pueda gestionar la crisis y la popularidad de la canciller se resiente. Solo el 46% consideran que hace un buen trabajo.

En Austria las sensaciones tampoco con buenas. La formación de ultraderecha FPÖ avanza con rapidez nutriéndose de la desconfianza de una amplia parte del electorado que ahora abraza las propuestas de cierre de fronteras y exclusión de los refugiados del mercado laboral. En las elecciones municipales de mañana podrían arrebatar el bastón de mando en Viena a los socialdemócratas del SPÖ. 

Sus vecinos de Visegrado (Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia) tomaron la delantera hace tiempo en ese terreno y ayer volvieron a exigir a los socios europeos que defiendan las fronteras frente a la llegada masiva de refugiados. Solicitaron más esfuerzos y fondos para habilitar campos de refugiados en Oriente Medio antes de alertar de la posible llegada de terroristas, hipótesis ya descartada por los expertos. A pesar de todo, decidieron fortalecer la frontera con Hungría anunciando el despliegue de policías, soldados y militares.

Mientras, el programa de reubicación interna de refugiados empieza a funcionar. Ayer se trasladaron a los primeros 19 asilados (eritreos) desde Italia a Suecia. Sin embargo, las dudas sobre la eficacia del programa persisten dada la magnitud de la crisis y los escasos compromisos de acogida de los países europeos. Según la OIM, el flujo migratorio se está acelerando. En las últimas semanas, el organismo de la ONU detectó unos 7.000 desembarcos diarios frente a los 4.500 de finales de septiembre. 

La ONU da luz verde a la misión militar contra los traficantes

La Unión Europea recibió ayer el aval del Consejo de Seguridad de la ONU para dar comienzo a la operación naval «Sofía» contra el tráfico de personas en el Mediterráneo. Tras largos meses de negociaciones, la comunidad internacional dio luz verde con 14 votos a favor y la abstención de Venezuela a la misión que permitirá a la UE desplegar sus fuerzas militares durante un año frente a la costa de Libia. El objetivo es inspeccionar, abordar y detener a aquellos buques sospechosos de trasladar personas en alta mar de forma ilegal hacia territorio comunitario. La misión forma parte de la segunda fase del programa de acción europeo para desmantelar el modelo de negocio de las redes criminales que operan en el norte de África y garantizar la seguridad de los migrantes que intentan llegar a Europa.