Severo estacazo de Bernie Sanders a Hillary Clinton en Nuevo Hampshire

Victoria Toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

BRENDAN MCDERMID | Reuters

El resultado augura una larga carrera para decidir el candidato demócrata

11 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El severo estacazo que Bernie Sanders propinó a Hillary Clinton en las primarias de Nuevo Hampshire el martes ha supuesto una sacudida para el Partido Demócrata. Aunque era algo cantado, nadie esperaba los 20 puntos de diferencia que le ha sacado a Hillary Clinton, y el resultado augura que las primarias van a ser largas. Lo más probable es que no haya ganador hasta finales de marzo, y eso si la exsecretaria de Estado empieza a remontar. Otro escenario posible es que se alarguen aún más si Iowa y Nuevo Hampshire actúan como impulso para Sanders.

Sanders obtiene el apoyo de los independientes

La alta participación de ayer indica que los colectivos que habitualmente no acuden a votar, como los jóvenes, esta vez sí lo hicieron. Entre estos es donde el senador que se autodefine socialista tiene más partidarios, incluidas las mujeres menores de 30 años de las que tres de cada cuatro lo apoyaron. También obtuvo tres de cada cuatro votantes no inscritos en ningún partido (independientes), que fueron el 40 % . Aunque con porcentajes menores, Sanders logró mayorías en todos los colectivos, excepto entre las mujeres mayores de 65 años y los más ricos. «Este es el comienzo de una revolución política», proclamó tras conocer su victoria. Y, ciertamente, una gran mayoría de los apoyos que concita proceden del descontento ciudadano con la clase política tradicional y de su capacidad para presentarse como alternativa al establishment.

Las características del estado, además de su vecindad con Vermont, de donde es originario el senador, también explican el resultado. Es uno de los estados más blancos de Estados Unidos, por lo que las urnas no reflejan las dificultades de Sanders para llegar a las minorías. El candidato dedicará las próximas semanas precisamente a acercarse a estos grupos y ya puso ayer manos a la obra en Harlem, donde organizó un acto con el reverendo Al Sharpton, uno de los líderes indiscutibles de la comunidad afroamericana.

Clinton confía en las próximas citas

El apoyo de las minorías es la esperanza a la que se aferrará Clinton, tras el desastre del martes, para recuperar terreno. Ella es la clara favorita tanto de los afroamericanos como de los hispanos y los siguientes estados en votar son Carolina del Sur, con una población mayoritariamente negra, y Nevada, donde viven un gran número de latinos.

También le favorece la proximidad del supermartes, el día en el que votan conjuntamente un buen número de estados del sur. Pero para ganar necesita también conseguir al menos una parte del apoyo juvenil que ha logrado Sanders.

Trump pone contra las cuerdas al aparato republicano

Donald Trump ganó el martes entre los moderados y entre los más conservadores, entre los afiliados y los independientes, entre los que siempre votan y los que acudieron por primera vez... Ganó sin paliativos. Y esa era la peor noticia para el Partido Republicano, que no quiere al magnate neoyorquino compitiendo por la Casa Blanca. Las cosas se complican más por el catastrófico resultado de Marco Rubio, la gran esperanza del establishment conservador tras Iowa.

Trump comienza a atacar a Sanders

Trump, que ya se ve como candidato a la presidencia, dedicó a Sanders sus ataques, tras la demostración de fuerza del senador de Nuevo Hampshire: «Bernie quiere vender nuestro país, tíos». Lo que esconden sus primeros dardos contra el que podría convertirse en rival por la Casa Blanca es que se disputan la misma masa de votantes, la mayoría de los que no se identifican con ningún partido.

Los 15 puntos de ventaja que sacó a sus competidores también tuvieron la virtud de moderar el lenguaje del millonario: «A medida que se acerque [la nominación] voy a actuar de manera algo diferente», prometió.

La sorpresa la dio Kasich

Entre el resto de los conservadores sobresale el rotundo fracaso de Marco Rubio. Él mismo atribuyó su quinta plaza a la mala actuación que tuvo en el último debate, pero la explicación podría no ser tan sencilla. Muchos analistas, y cada vez más dirigentes de su partido, creen que pone en evidencia su principal debilidad: su tan traída falta de experiencia política. La próxima parada significará para él una reválida definitiva.

Nevada y Carolina del Sur suponen a la vez una oportunidad para su gran rival, Jeb Bush, que intentará aprovechar la caída del cubano y va a tirar de su hermano, el expresidente George Bush.

John Kasich logró la segunda posición después de una potente campaña en Nuevo Hampshire, pero carece de recursos y no dispone de apoyos para llegar mucho más allá. También se produjeron los abandonos típicos tras las primeras votaciones de primarias. El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, y la empresaria Carly Fiorina anunciaron su retirada.

En cuanto a las próximas citas, el caos en el que se ha instalado la contienda republicana hace difícil prever lo que ocurrirá, pero la gran presencia de votantes evangelistas, que son muy conservadores, en Carolina del Sur parece predecir el resurgimiento de Ted Cruz tras su digno tercer puesto en Nuevo Hampshire, un territorio que, a priori, se le presentaba muy hostil.