Michelle Obama apela en Madrid a un cambio cultural para acabar con la desigualdad

EFE

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La reina Letizia defiende ante la primera dama estadounidense el acceso de las niñas a la educación digital

30 jun 2016 . Actualizado a las 18:29 h.

La primera dama de EE. UU., Michelle Obama, ha apelado este jueves a la necesidad de que los países desarrollados inicien un cambio cultural que honre y respete a su población femenina, ya que la verdadera igualdad no solo se consigue con leyes, sino cambiando «las diferentes varas de medir» que se aplica a mujeres y hombres.

Michelle Obama, que ha ofrecido en Madrid un discurso ante 600 universitarias y estudiantes de colegios públicos españoles, les ha pedido que sumaran sus esfuerzos a esta necesaria transformación: «Estoy impresionada con sus historias, sé lo que tienen para ofrecer al mundo y me muero de ganas por ver su éxito, sigan luchando hacia delante».

La primera dama de Estados Unidos llegó ayer en Madrid acompañada por sus hijas, Malia y Sasha y de su madre, Marian Robinson, en una visita enmarcada en «Let Girls Learn» (Dejan que las niñas aprendan!), una iniciativa que lidera y que trata de hacer accesible la educación a más de 60 millones de niñas en todo el mundo.

La primera dama de Estados Unidos, que visita España por segunda vez, ha estado acompañada en este acto por la reina Letizia Ortiz, el embajador de Estados Unidos en España, James Costos, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena y la delegada del Gobierno, Concepción Dancausa.

La Reina ha agradecido a Michelle Obama los logros de su iniciativa para combatir la discriminación educativa de la mujer en el mundo y ha defendido el valor de la alfabetización digital para garantizar el acceso de las niñas al conocimiento y a todas las oportunidades.

En su intervención, casi íntegramente en inglés, la reina ha destacado la importancia de esta mañana de ilusiones enfocadas en el «apasionante» asunto de «la educación de la mujer» y ha recalcado que la educación de las niñas «transforma, protege» y está ligada a «la justicia social y la democracia», al bienestar familiar, «al fomento de la igualdad» y una mejor salud y nutrición.

Tras señalar las ventajas que supondrá incorporar el talento, la energía e inteligencia de millones de niñas sin escolarizar, ha valorado la capacidad para comprender, compilar y analizar la información a través de la tecnología digital como una de las maneras más eficaces para que tengan acceso al conocimiento y a todas las oportunidades.

Malia y Sasha, de compras

Malia y Sasha, hijas de Barack y Michele Obama, han aprovechado la mañana en Madrid mientras su madre cumplía con la agenda oficial para ir de compras por la Gran Vía y después han acudido a un restaurante cerca del Retiro para reponer fuerzas, con el consiguiente revuelo allí por donde pasaba la comitiva de guardaespaldas y acompañantes.

En la Gran Vía, una de las arterias más comerciales y más emblemáticas de la capital de España, han entrado en varios establecimientos de grandes marcas de ropa y complementos.

En una de ellas, Sfera, a la que han llegado sobre las 12.30 y en la que han estado las dos jóvenes una media hora, se han ido sin comprar nada posiblemente agobiadas por el medio centenar de personas entre periodistas y curiosos que seguía sus pasos para no perderse detalle, ante la atenta mirada de varias decenas de guardaespaldas, ha indicado la responsable de la tienda.

Los responsables de la seguridad de las hijas de Obama habían entrado antes en el centro comercial para avisar que iba a ir alguien, pero que no podían decir quién.

Tras la mañana de compras han acudido sobre las 14.15 a La Castela, un restaurante de referencia de cocina de mercado en la calle del Doctor Castelo, en el distrito de Retiro, donde hace unos días también disfrutó de sus exquisiteces el actor Harrison Ford y su mujer, la actriz Calista Flockhart.

Malia y Sasha se han reunido allí con su madre y una docena de acompañantes y, ante la sorpresa del personal de establecimiento, se han sentado en una mesa que había reservado previamente personal de la Embajada de Estados Unidos.

Uno de los camareros que las ha atendido, Félix, ha dicho que las Obama parecían «muy simpáticas» y que de beber han pedido agua, aunque no ha podido recordar qué platos de la carta han elegido para comer.

Tras almorzar se han marchado formando el mismo revuelo de curiosos y periodistas que habían formado al llegar. De la cuenta se ha hecho cargo un representante de la embajada estadounidense, ha aclarado Félix.