Trump pide a Rusia que espíe los correos de Hillary Clinton

adriana rey NUEVA YORK / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Drew Angerer | EFE

Líderes demócratas, como Obama y Madeleine Albright, dan a entender que hay una alianza entre el magnate y Putin

28 jul 2016 . Actualizado a las 07:02 h.

Escándalo. Esta es la palabra más repetida en los medios estadounidenses después de que Donald Trump haya pedido públicamente a Rusia que espíe a Hillary Clinton. «Rusia, si me estáis escuchando, espero que seáis capaces de encontrar los 33.000 correos electrónicos que están desaparecidos. Es probable que nuestra prensa os retribuya significativamente por ello», dijo el magnate ante el asombro de los presentes. Trump se refería al paquete de correos que la candidata demócrata no entregó a las autoridades cuando se investigaba el envío de información confidencial con un servidor privado cuando ella era secretaria de Estado.

Sin embargo, el llamamiento de quien aspira a ser comandante en jefe y principal responsable de la seguridad del país, no tardó en ser rechazado por su partido. Desde la Cámara de Representantes fue su presidente, Paul Ryan, quien afeó la conducta de su candidato y pidió a Vladimir Putin que se mantuviese «al margen de las elecciones de Estados Unidos», tratando así de no seguir alimentado los comentarios que ya hablan de una alianza entre la Casa Blanca y el Kremlin, si Trump gana las elecciones. «Es absolutamente indignante que un candidato presidencial pida a los rusos que participen en la política estadounidense», declaró furioso el ex director de la CIA, Leon Panetta.

Las declaraciones de Trump alimentaron la especie, difundida principalmente por la campaña de Hillary Clinton, de que existe una alianza tácita entre el magnate y Putin para cerrarle el camino a la Casa Blanca. El equipo de la ya candidata demócrata alzó la voz y calificó la acción de Trump como «una amenaza para la seguridad nacional». «Es la primera vez que un candidato a la presidencia pide a una potencia extranjera que lleve a cabo un acto de espionaje contra su oponente político», denunció Jake Sullivan, portavoz de Clinton, en un comunicado.

En efecto, la torpe petición de Trump alimenta la estrategia demócrata de alinearlo con el dirigente ruso después de la filtración a Wikileaks de más de 30.000 correos electrónicos demócratas, que pusieron en jaque la cuestionada neutralidad del partido demócrata durante las elecciones primarias. El propio presidente Barack Obama aseguraba ver «posible» que Rusia estuviese detrás de la filtración. «Sabemos que los rusos piratean nuestros sistemas. Los motivos de la filtración no puedo decirlos públicamente. Lo que sé es que Donald Trump ha expresado su admiración por Vladimir Putin repetidas veces», manifestó. Horas antes era Madelaine Albright, exsecretaria de Estado, quien recordaba que el candidato republicano ya había expresado admiración por «dictadores» como el jefe del Kremlin y el fallecido Sadam Husein. «Una victoria de Trump sería un regalo para Putin», advirtió Albright.

Por su parte, el Kremlin insiste en romper cualquier vínculo con este escándalo, negando la mayor: «Moscú evita cuidadosamente cualquier acción o palabras que puedan ser vistas como interferencia en un proceso electoral», dijo el portavoz Dmitri Peskov. Sin embargo, por el momento, el FBI continúa con las investigaciones mientras medios como The New York Times sostienen que la conexión rusa con la estrategia de Trump es innegable.

En la convención, la ya candidata obtuvo un aplaudido respaldo por parte del presidente Obama, quien la ve como garante de su legado. Hoy será el turno de Hillary Clinton quien aceptará oficialmente la designación para las presidenciales.

Michael Bloomberg pide el voto para la candidata demócrata

Si hay un nombre que ha sido una sorpresa en la Convención Demócrata, es el de Michael Bloomberg.

El ex alcalde de Nueva York pidió ayer el voto para Hillary Clinton, tras haber valorado presentarse como independiente a estas elecciones. De hecho, en un pasado aseguró ver «floja» a la exsecretaria de Estado. A pesar de no haber sido alguien muy cercano a ella, Bloomberg la presentó como la mejor opción frente a un «demagogo» Donald Trump. El discurso del ex alcalde tuvo lugar a pesar de que muchos siguen sin perdonarle que abandonase el partido demócrata para competir como republicano y apoyar a George W. Bush.