La UE revitaliza la operación contra el tráfico de personas en aguas libias

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

MARINA MILITARE / HANDOUT

Más de 111.000 migrantes han sido rescatados en el Mediterráneo central este año

31 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

A cuentagotas. Así llegan las medidas que la Unión Europea lleva meses cocinando para hacer frente a la crisis migratoria en el Mediterráneo central. La arteria marítima no deja de sangrar a pesar de los parches institucionales. Ayer el Consejo de la UE por fin dio luz verde al inicio de la instrucción de guardacostas libios y personal de la Marina del país norteafricano. Se trata de una de las misiones de la denominada operación Sofía contra el tráfico de inmigrantes que arrancó en octubre del 2015 y se alargará hasta el 27 de julio del 2017. 

La primera remesa de cien efectivos ayudará en las labores de seguridad de las aguas libias, mientras la UE refuerza el control del embargo de armas en aguas internacionales, por donde acceden los arsenales que en no pocas ocasiones acaban en manos del Estado Islámico

Repunte de llegadas

Este nuevo influjo de aire a la misión europea no solo está encaminada a poner orden en la costa libia, de donde parten la mayor parte de las embarcaciones con inmigrantes hacia Europa aprovechando la ausencia de autoridad y orden. También pretende evitar situaciones críticas como las que se han vivido estos días en el estrecho de Sicilia, donde en las últimas 48 horas se han rescatado a 7.027 personas que viajaban a bordo de lanchas inflables y botes de madera. Una cifra récord que no sorprende a los guardacostas y organizaciones humanitarias, quienes apuntan que los rescatistas afrontan oleadas puntuales en función del estado del mar. De entre los afortunados que pudieron salvar la vida están unos gemelos prematuros de solo cinco días de vida que fueron rescatados por el buque Dignity I de Médicos Sin Fronteras. Uno de ellos tuvo que ser reanimado al sufrir hipotermia y vómitos. A bordo de la embarcación también se atendieron a otras 433 personas. De ellas, 110 menores. Al menos 92 viajaban sin compañía. «Es la mayor operación en la que hemos participado en una sola jornada», aseguró su coordinador, Nicholas P., para quien este nuevo repunte demuestra que «la reacción de la UE a esta crisis que se desarrolla dentro y fuera de sus fronteras ha fallado» por no saber establecer canales legales de acceso a Europa para quienes viven situaciones de extrema «desesperación». 

A pesar de los fallos y los retrasos sonrojantes que acumula la UE a la hora de aliviar la crisis migratoria, las cifras de inmigrantes que deciden adentrarse en el mar para tratar de alcanzar Europa van disminuyendo muy poco a poco. Según los últimos datos aportados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en lo que va de año han sido rescatados del Mediterráneo central unos 111.000 inmigrantes y refugiados. Al menos 272.070 arribaron a las costas europeas frente a los 354.000 del 2015. El saldo de muertes, sin embargo, empeora. Por el flanco oriental se registra un repunte importante de las llegadas. La puerta de acceso entre Turquía y Grecia parecía sellada desde que Bruselas y Ankara firmaran el acuerdo de deportación en marzo. En los últimos días 462 personas lograron alcanzar Lesbos y Kos, sumándose al contingente de 12.120 migrantes que aguardan a ser reubicados o expulsados.