Obama ordena investigar los ataques de «hackers» rusos en las elecciones

adriana rey NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

MANDEL NGAN | AFP

Líderes republicanos se suman a la iniciativa e impulsan una comisión en el Senado

10 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La sombra del Kremlin en las elecciones de EE.UU. sigue muy presente en la actualidad política. Tanto es así, que el presidente saliente Barack Obama ordenó a las agencias de inteligencia realizar una revisión exhaustiva de los ataques cibernéticos contra el proceso electoral y del que Washington ya se quejó, acusando formalmente a Moscú el pasado mes de octubre.

De dicha comprobación «saldrá un informe que será compartido con el Congreso antes de que Obama abandone la Casa Blanca», confirmaba la asesora de seguridad y lucha antiterrorista del presidente, Lisa Monaco.

Desde el Senado, la presión no solo llega por parte de los demócratas. Republicanos como John McCain y Lindsey Graham impulsan una investigación sobre la supuesta intromisión rusa y lo que esto puede suponer para los sistemas militares y de armas del país. Desde el comité de inteligencia de la Cámara piden a Obama que desclasifique toda la información al respecto del hackeo a varias figuras del Partido Demócrata que salió a la luz tras la publicación de más de 20.000 correos electrónicos. El ejecutivo de Putin siempre rechazó cualquier tipo de injerencia rusa, una postura que también adoptó Donald Trump tras verse beneficiado por las filtraciones que golpeaban a Hillary Clinton.

La demócrata reapareció para alertar de los peligros que conlleva la divulgación de las noticias falsas que también, la propaganda rusa ayudó a difundir según varios estudios publicados.

«Esto no va de política ni de partidos. Hay vidas en riesgo», alertó Clinton tras recordar cómo un hombre entró a tiros en una pizzería de Washington, porque supuestamente quería investigar una teoría de la conspiración que colocaba a la demócrata como líder de una red de pedofilia. El capítulo fue incluso apoyado por un asesor de Trump, que inmediatamente después fue destituido.

Otro ex de Goldman Sachs

El magnate, que prefiere evitar la guerra de bulos, continúa al frente de una maquinaria de transición que en las últimas horas ha colocado al presidente de Goldman Sachs, Gary Cohn, al frente del Consejo Económico Nacional. Trump vuelve a pisotear su discurso de campaña, cuando cargó contra el banco de inversión por servir de foro a los discursos económicos de Clinton.

Es la segunda vez que el multimillonario sucumbe ante Goldman Sachs ya que el secretario del Tesoro será un exdirigente del banco, Steven Mnuchin.

Trump anunció también que el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, no integrará su gabinete cuando asuma el poder el 20 de enero. Giuliani era candidato para ser secretario de Estado, pero la prensa destapó en sus negocios privados posibles conflictos de intereses.

Además, Cathy McMorris podría ser la próxima secretaria del Interior. La veterana congresista por el estado de Washington es la mujer de más alto rango dentro de la jerarquía republicana y por tanto, la mujer con más poder en el Capitolio.

«Los robots siempre son educados, no cogen vacaciones, nunca llegan tarde y tampoco te denunciarán»

A pesar de que Donald Trump dirigió su campaña a la clase trabajadora, el nombramiento de Andrew Puzder como nuevo secretario de Trabajo anticipa años de lucha para las organizaciones que defienden los derechos de los trabajadores. Este hombre es un ejecutivo de la industria de comida rápida que no solo está en contra de subir el salario mínimo por encima de los nueve dólares habiendo ganado millones, sino que también es un férreo defensor de la automatización industrial. Así lo dijo el pasado marzo, cuando fue preguntado por la sustitución de empleados por robots en sus restaurantes. «Siempre son educados, nunca se cogen vacaciones, nunca llegan tarde y tampoco te denunciarán», aseguró. Con su llegada al gabinete, muchos ya se llevan las manos a la cabeza: «Es una bofetada en la cara de cada una de las familias trabajadoras», denunció la senadora Elisabeth Warren.

El presidente electo telefonea a la independentista Sturgeon en otra afrenta a May

Donald Trump lo volvió a hacer ayer. Tras una semana sin mayores sobresaltos en su diplomacia telefónica, el millonario ha vuelto a hacer una llamada que le puede generar nuevas tensiones con el Reino Unido, su más tradicional aliado en Europa.

Si su primera visita en la Torre Trump tras ganar las elecciones fue la del líder del UKIP, Nigel Farage, ayer la destinataria de la llamada fue la ministra principal escocesa, la nacionalista Nicola Sturgeon. Según la nota oficial dada a conocer por la independentista escocesa, conversaron sobre la «larga relación entre Escocia y Estados Unidos», según afirmó un portavoz del Gobierno de Edimburgo.

Trump llamó a la ministra principal para mantener una «breve conversación introductoria» en la que Sturgeon le felicitó por su victoria electoral a principios de noviembre, según esa fuente.

La líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP) trasladó al político estadounidense su «confianza en los valores que comparten Escocia y los Estados Unidos».

El magnate es propietario en Escocia de dos campos de golf y un complejo hotelero, en el que protagonizó un pequeño incidente durante su inauguración.

Dos conversaciones

Desde su elección como próximo presidente estadounidense, Trump ha conversado en dos ocasiones con la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, aunque esta llamada a Sturgeon supone un desafío a la unidad británica, una de las claves en la política de los tories.

Tanto Trump como May han mantenido una postura de respeto mutuo en público, a pesar de que las críticas en Londres han sido numerosas por las afrentas de los primeros gestos del magnate. Oficialmente, los dos mandatarios se han mostrado de acuerdo en la necesidad de profundizar en la relación «especial» entre Washington y Londres, en un momento en que el Reino Unido trata de reforzar sus relaciones diplomáticas internacionales ante su próxima salida de la Unión Europea (UE).

Conflictos

La llamada a Sturgeon se produce apenas una semana después de la que Trump protagonizó con la presidenta de Taiwán y que ocasionó un importante choque diplomático entre Estados Unidos y China, que siempre consideró a la isla en la que se refugiaron los huidos del comunismo como una parte de su territorio.