La sobrina de la «Rasputina» admite ante la corte el chantaje a Samsung

Efe SEÚL

INTERNACIONAL

JUNG YEON-JE | AFP

Chang Si-ho y Choi Soon-sil están acusadas de haber extorsionado a la compañía para que donara 1,27 millones de euros al Centro de Elite de Deportes de Invierno, que la propia Chang dirigía

17 ene 2017 . Actualizado a las 07:37 h.

La sobrina de Choi Soon-sil, conocida como la «Rasputina» y principal protagonista del escándalo de corrupción que ha sacudido Corea del Sur, admitió hoy ante el tribunal que juzga el caso el haber cooperado con su tía para chantajear al gigante empresarial Samsung.

Chang Si-ho y Choi Soon-sil están acusadas de haber extorsionado a Samsung para que donara más de 1.600 millones de wones (1,27 millones de euros/1,35 millones de dólares) al Centro de Elite de Deportes de Invierno, que la propia Chang dirigía.

La sobrina de la «Rasputina» admitió hoy ante el tribunal del distrito central de Seúl estos cargos y también haber malversado fondos del mencionado centro.

Su declaración llega un día después de que la fiscalía surcoreana emitiera una orden para detener y juzgar en causa aparte al máximo responsable del grupo Samsung, Lee Jae-yong, por acceder a la extorsión orquestada supuestamente por la «Rasputina», llamada así por su estrecha relación con la presidenta surcoreana Park Geun-hye.

Según los fiscales, Lee hizo que Samsung donara hasta 43.000 millones de wones (34,3 millones de euros/36,3 millones de dólares) a organizaciones ligadas a Choi para que el Gobierno de Park apoyara en 2015 una controvertida fusión de dos empresas del grupo secundada por la familia Lee pero criticada por un fondo de alto riesgo.

En la audiencia de hoy, también estuvo presente el ex viceministro de Cultura y Deporte Kim Chong, que está acusado de cooperar en la trama que se cree urdida por Choi, de 60 años y encarcelada desde el pasado noviembre.

Kim negó ante la corte todos los cargos que se le imputan.

La fiscalía cree que Choi, con la connivencia de Park, confabuló para crear una red de extorsión a grandes empresas a cambio de favores y está acusada de abuso de poder, chantaje o intento de fraude, entre otro cargos.

El escándalo ha indignado a los surcoreanos, que se han manifestado en las calles del país cada sábado desde hace tres meses para pedir el cese de Park y su Gobierno.

El Parlamento surcoreano aprobó en diciembre destituir a la presidenta de su cargo y la decisión definitiva está ahora en manos del Tribunal Constitucional, que tiene hasta junio para decidir a favor o en contra del «impeachment» (destitución).