Guterres avisa que la ley que legaliza decenas de colonias tendrá consecuencias para Israel

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

ZACHARIAS ABUBEKER | AFP

El fiscal general de Israel, Avichai Mandelblit, ya ha anunciado que no defenderá la ley, aprobada en la Kneset con 60 votos a favor y 52 en contra

08 feb 2017 . Actualizado a las 08:13 h.

La nueva ley que legaliza decenas de asentamientos judíos en la Cisjordania palestina es una violación de la ley internacional y «tendrá amplias consecuencias legales para Israel». Así de contundente se mostró el nuevo secretario general de la ONU, António Guterres.

El fiscal general de Israel, Avichai Mandelblit, ya ha anunciado que no defenderá la ley, aprobada en la Kneset con 60 votos a favor y 52 en contra la noche del lunes, al considerarla inconstitucional y mostró su preocupación de que pueda reforzar las demandas contra Israel ante el Tribunal Penal Internacional. Una advertencia que repitió el líder laborista israelí, Isaac Herzog, tras describir la norma como «una gran catástrofe para el pueblo de Israel». El texto permitirá «legalizar» 53 colonias consideradas «salvajes» y expropiar tierras palestinas, según Paz Ahora. Una de las organizaciones israelíes que anuncian que apelarán al Tribunal Supremo del país.

Denunciada como un crimen de guerra, un robo legalizado o como un paso más hacia la anexión de Cisjordania, la ley escandalizó a los palestinos y a los defensores de una solución de dos Estados. El presidente palestino, Mahmud Abás, amenazó con llevar a Israel ante las «instituciones internacionales», tras considerarla una «agresión contra nuestro pueblo». En opinión del presidente François Hollande, allana el camino «hacia una anexión de facto de territorios ocupados». «Me gustaría creer que Israel dé marcha atrás», dijo en una rueda de prensa conjunta con Abás en París. El Gobierno de Angela Merkel acusó a Israel de haber «quebrantado de manera duradera» su confianza, mientras la jefa de diplomacia de la UE, Federica Mogherini, exhortaba al Gobierno de Netanyhu a suspender la aplicación de la nueva ley.

La ola de indignación contratas con la falta de reacción de EE.UU. Un silencio que evidencia la aprobación de Trump.