Los últimos rebeldes de Homs abandonan la urbe en autobús

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

MAHMOUD TAHA AFP

El Ejército sirio toma el control total de la capital de la revolución

19 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cientos de rebeldes (entre 400 y 500) y civiles empezaron a ser evacuados ayer del barrio de Waer, último bastión insurgente de Homs, en el centro de Siria, lo que permitirá al régimen de Damasco controlar totalmente esta antigua «capital de la revolución». Waer, último barrio insurgente de la tercera ciudad de Siria, sigue el ejemplo de numerosos feudos perdidos por una rebelión muy debilitada, tras acuerdos puntuales suscritos con el régimen de Bachar al Asad en los últimos meses.

La evacuación, cuyo objetivo es la salida de miles de rebeldes y de sus familias, durará varias semanas según un acuerdo que cerraron la semana pasada el régimen y los rebeldes bajo la supervisión de Rusia, según constató un corresponsal de AFP.

Conforme al acuerdo, deben desplegarse tropas rusas (entre 60 y 100 hombres) en el barrio para supervisar la aplicación del acuerdo y la seguridad de los habitantes.

La mayoría de los rebeldes fueron expulsados de la ciudad en el año 2014, tras dos años de intensos bombardeos y de un asfixiante asedio por parte de las tropas gubernamentales. El barrio siguió sin embargo en manos rebeldes. En estos últimos meses, intensos ataques aéreos mataron a docenas de personas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Según esta oenegé, en total 12.000 personas, entre ellas 2.500 rebeldes, tiene que abandonar Waer tras el acuerdo

Hacia Alepo o Idlib

Estos evacuados se dirigirán probablemente hacia el norte de la provincia de Homs, en Jarablos, en la provincia septentrional de Alepo, o hacia la región de Idlib, último gran bastión de los rebeldes y siguiente objetivo de las tropas del régimen sirio leales a Bachar al Asad.

Esta operación de evacuación se produce días antes de una nueva ronda de negociaciones, prevista el 23 de marzo bajo la égida de la ONU, entre la oposición y el régimen, que se halla en posición de fuerza tras sus múltiples victorias militares gracias al apoyo de Rusia.

Moscú intervino militarmente en el conflicto el 30 de septiembre del 2015, y ha conseguido revertir la situación en favor del régimen, que se hallaba en dificultades frente a los rebeldes y los yihadistas. El Gobierno de Damasco controla ahora el 36 % del territorio, el grupo yihadista Estado Islámico (EI) el 29 %, los kurdos un 23 % y los rebeldes solamente el 12%.

Ninguna de las negociaciones de paz ha logrado hasta ahora poner fin a esta guerra que ha dejado más de 320.000 muertos y millones de refugiados en seis años.