May mantiene el nivel de alerta tras «un atentado repulsivo y depravado»

Íñigo gurruchaga LONDRES / COLPISA

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POOL | Reuters
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No se producía un crimen de este tipo desde el año 2015, cuando un joven acuchilló a tres personas en una estación de metro

23 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El golpe yihadista sorprendió a Theresa May en el Parlamento. Fue evacuada de urgencia en un coche camuflado y por la tarde, tras reunir a su comité de emergencias, conocido como Cobra, calificó la acción como «un ataque repulsivo y depravado». Sin embargo, no hizo cambios en el nivel de alerta terrorista. Seguirá en el nivel cuarto, denominado «severo», en una escala de cinco.

El ataque de este miércoles entraría en la categoría de inevitable. Desde hace tres años, el estado oficial de alerta que emiten los servicios de seguridad para informar a la población ha sido de grave, lo que significa que existía «una alta probabilidad» de un atentado terrorista. No se producía un crimen de este tipo desde el 2015, cuando un joven acuchilló a tres personas en una estación de metro. Antes, en el 2013, dos jóvenes degollaron al soldado Lee Rigby cuando caminaba hacia su base en el barrio de Woolwich, en el sudeste de Londres. Ese mismo año, un ucraniano con ideas de supremacismo cristiano acuchilló a un musulmán en Birmingham y colocó bombas en mezquitas de Wolverhampton y Tipton.

En el 2008, un islamista intentó colocar una bomba en una cafetería de Exeter, causándose lesiones a sí mismo. Dos islamistas condujeron un Jeep cargado con bombonas de propano contra las cristaleras del aeropuerto de Glasgow en el 2007, muriendo uno de los agresores e hiriendo a cinco personas.

El recuerdo de 2005

Cuatro islamistas del norte de Inglaterra se suicidaron explotando bombas que llevaban en sus mochilas en vagones de metro y en un autobús. Era el 7 de julio del 2005. Causaron 56 muertes y 700 heridos. Los responsables británicos de seguridad han evitado desde entonces varios atentados de ambición variada, desde masacres inspiradas por el 7/7 en Londres o Manchester hasta grotescas fantasías de crear un apocalipsis en el Támesis.

Sin algunas medidas de prevención introducidas en los últimos años, un terrorista con el afán del que actuó ayer podría haber causado más víctimas. El autor pudo elegir alguna vía más concurrida por peatones en esa misma zona, pero su patético intento de culminar su crimen en el Parlamento estaba condenado por la nueva protección arquitectónica y policial. Pero lo ocurrido ayer llevará a los servicios británicos de seguridad a examinar cómo escapó el autor el filtro del programa Prevent (Prevenir), que es una estrategia coordinada en niveles locales para identificar a personas que están en un proceso de radicalización. Es una estructura de acumulación de inteligencia que ha causado fricciones con escuelas y mezquitas.