Un limpiador de ventanas jubilado, el cuarto fallecido

La Voz REDACCIÓN

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CHRIS J RATCLIFFE | Afp

Leslie Rhodes, un londinense de 75 años, fue atropellado por el terrorista cuando cruzaba el puente de Westminster para coger un autobús después de visitar a un amigo en el hospital

25 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La cuarta víctima mortal del atentado es el londinense de 75 años Leslie Rhodes. Residía en el barrio de Streatham, en el sur de Londres, y era un limpiador de ventanas jubilado muy aficionado al críquet. Fue atropellado por el terrorista cuando cruzaba el puente de Westminster para coger un autobús después de visitar a un amigo en el hospital Saint Thomas. Veinticuatro horas después del atentado, los médicos del hospital del King’s College desconectaron la máquina de soporte vital. Junto a él estaban dos sobrinos, la única familia que tenía (nunca se había casado) y su amigo desde hacía 40 años Michael Carney, informa el Daily Mail. De fondo sonaba una canción de Queen, su grupo favorito. Sus amigos lo describían «como el mejor hombre que te podías encontrar».

Rhodes se unió así a la lista de asesinados por Khalid Masood: Aysha Frade, Kurt Cochran, el turista estadounidense de 54 que celebraba sus bodas de plata, y el policía Keith Palmer, un padre de familia de 48 años. Una bufanda del club de fútbol Charlton Athletic rodeada de flores y una foto presidían este viernes el homenaje espontáneo en el puente Westminster al agente Palmer.

Visita del príncipe

El príncipe Carlos visitó el viernes a los heridos en el hospital King’s College. «Gracias por sus maravillosos esfuerzos. No sé cómo lo hacen», dijo el heredero británico a los doctores y enfermeros, que trataron a ocho de los lesionados en el ataque, dos de los cuales han sido ya dados de alta.

Travis Frain, un universitario que resultó atropellado, compartió una fotografía en Twitter con el príncipe de Gales al lado de su cama. Frain formaba parte de un grupo de alumnos de la Universidad de Edge Hill que había acudido a visitar el Parlamento y que fue sorprendido por el terrorista a su salida del edificio. Sufrió fracturas en una pierna y un brazo pero está estable.

La primera ministra, Theresa May, también acudió al hospital a ver a las víctimas, pero en su caso Downing Street apenas dio detalles, esgrimiendo que se trataba de una visita de carácter privado. Se teme por la vida de una persona, el pronóstico de otras dos es grave mientras que dos policías siguen hospitalizados con «heridas significativas», informó a la prensa Mark Rowley, el jefe de la unidad antiterrorista de Scotland Yard.

Los estudiantes de la Escuela Secundaria San José Concarneau (Bretaña) que se encontraban de viaje escolar en Londres llegaron la noche del jueves a Francia. Uno de los tres heridos, de entre 15 y 16 años, fue trasladado ayer en un avión medicalizado.

El diputado y viceministro de Asuntos Exteriores para Oriente Medio y África, Tobias Ellwood regresó ayer a Westminster en medio de muestras de cariño de los policías que velan por la seguridad del Parlamento por sus vanos intentos de salvar la vida de su compañero Palmer. Ellwood pasó por delante de los ramos de flores colocados en el lugar donde falleció el agente y estrechó las manos de los guardias.

Theresa May pide a las empresas de Internet que eviten difundir mensajes de odio

La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, quiere que las empresas responsables de las redes sociales hagan más para impedir la distribución de mensajes radicales y de odio, según ha revelado su portavoz.

«La lucha contra el terrorismo y el discurso de odio tiene que ser una», subrayó este portavoz. «El Gobierno y los servicios de seguridad hacen todo lo que pueden, pero está claro que las compañías pueden y deben hacer más», ha añadido.

El Ejecutivo aboga porque, «en primer lugar», el material radical ni siquiera aparezca online y, en caso de que vea la luz, sea retirado «lo más rápidamente posible». «La pelota está ahora en el tejado (de las empresas), vamos a ver cómo responden», añadió.

El ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, ya incidió el jueves en esta variable, reclamando a las empresas de Internet que «miren las cosas que se mueven en sus portales». Mientras las empresas asimilan estas peticiones, el Gobierno recomienda a los ciudadanos que hallen mensajes de odio o de expansión del terrorismo que lo comuniquen a la página específica de la web oficial Directgov.