El lugar es un ir y venir de agentes del Servicio Secreto cuyas medidas de seguridad afectan a la rutina del barrio
26 mar 2017 . Actualizado a las 10:41 h.La tensión se ha asentado en el acomodado barrio de Kalorama, en Washington. El lugar elegido por Ivanka Trump y su familia para vivir se ha convertido en una verdadera pesadilla para sus vecinos desde que los Kushner se mudaron a la capital. El lugar es un ir y venir de agentes del Servicio Secreto cuyas medidas de seguridad afectan directamente a la rutina del vecindario.
Martin Robinson, exfuncionario del gobierno de Barack Obama y que vive justo enfrente de la hija predilecta del presidente de Estados Unidos, dijo a The Washington Post que la familia «se ha apoderado de toda la calle», que ahora cuenta con barricadas de metal. «¡Como si tuvieran autoridad!», se quejó Robinson. Él y otros vecinos escribieron una carta de bienvenida cuando los Kushner llegaron al barrio y comprendieron el aumento de seguridad que registrarían sus alrededores, acostumbrados ya a tener allí a la familia Obama. Sin embargo, la paciencia se agotó cuando algunos residentes se encontraron carteles de «no aparcar» en la puerta de sus propias casas. Esto motivó que una queja formal llegase hasta el despacho de la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, y otra a la Comisión Local de Vecindarios. El descontento generalizado ha motivado finalmente la retirada de los carteles.
Desde el servicio secreto, uno de sus portavoces aseguró que la agencia está haciendo «todos los esfuerzos posibles para colaborar con los vecinos y minimizar las molestias, manteniendo al mismo tiempo el nivel de seguridad necesario para proteger a la familia presidencial».
El lujoso barrio de Kalorama repleto de multimillonarias mansiones ha sido hogar de cinco expresidentes, cuatro jueces del Tribunal Supremo, exsenadores y varios gobernadores.