El Senado cita a declarar al yerno de Trump por sus vínculos con Rusia

Adriana Rey NUEVA YORK / AGENCIA

INTERNACIONAL

MANDEL NGAN | afp

Ivanka acepta la invitación de Merkel para participar en un foro de mujeres del G20

28 mar 2017 . Actualizado a las 00:25 h.

La trama rusa es el talón de Aquiles de Donald Trump, investigada por el FBI, la NSA, la Cámara de Representantes y el Senado de Estados Unidos. Este último ha sido el encargado de estrechar aún más el cerco sobre el presidente. Sus pesquisas apuntan directamente a su yerno y marido de Ivanka, la hija predilecta: Jared Kushner. Será él el próximo peso pesado que la Cámara alta interrogará al hilo de sus encuentros con el entorno ruso. Reuniones sospechosas por la cantidad de interrogantes que plantean y que la Casa Blanca no ha tenido más remedio que reconocer, tras todas las pruebas publicadas.

Así, es seguro que Jared Kushner se reunió en diciembre con el ya famoso embajador ruso en Washington, Sergei Kislyak. Qué trataron, dónde, cuándo y por qué serán algunas de las preguntas que los miembros del Comité de Inteligencia del Senado formularán al asesor estrella del presidente. Especialmente importantes serán las relacionadas con la reunión que Kushner mantuvo con Sergey Gorkov, director del banco Vnesheconombank, una de las empresas sancionadas por la Administración Obama por la anexión de Crimea y su apoyo a los grupos armados prorrusos de Ucrania.

Este último encuentro no es baladí, ya que, según The New York Times, el Senado sospecha que la reunión podría haber estado motivada por un intento de asegurar financiación para las reformas del edificio propiedad de la familia Kushner en Manhattan.

A pesar de que este extremo ha sido desmentido por el Gobierno, resulta extraño el viraje de la Casa Blanca, que hasta ahora había negado cualquier encuentro entre el yerno de Trump y Gorkov.

Los lazos entre la Administración Trump y el Kremlin le han costado ya el cargo de asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, y al exjefe de campaña Paul Manafort, ha obligado al fiscal general de EE.UU., Jeff Sessions, a inhibirse de cualquier investigación rusa por parte del Departamento de Justicia y han apuntado además a los asesores presidenciales, Roger Stone y Carter Page, por sus supuestos contactos con la inteligencia del Gobierno de Putin.

Oficina de Innovación

De cualquier manera, la citación de Kushner supone un salto cualitativo por pertenecer al círculo íntimo del presidente. Pese a la citación del Senado, Trump anunció que su yerno dirigiría la nueva Oficina de Innovación estadounidense. En ella, Kushner tendrá plena autonomía para reformar la burocracia federal e informará directamente a Trump, aumentando así su influencia en las decisiones de una Casa Blanca donde reina la división entre facciones rivales.

Compartirá además el ala oeste con su mujer, Ivanka Trump, quien por cierto ha aceptado la invitación de Angela Merkel y asistirá a la cumbre W20, promovida dentro del bloque de países del G20. El foro sobre el fortalecimiento económico de las mujeres tendrá lugar en Berlín, del 24 al 26 de abril.

El fiscal general de EE.UU. exige a las ciudades santuario que deporten a los indocumentados

La Administración Trump ya ha dado sus primeros pasos para atacar institucionalmente a las ciudades santuario. Las amenazas fueron anunciadas este lunes por el fiscal general de EE.UU., Jeff Sessions, quien culpó a estos lugares de hacer al país menos seguro, por sus políticas de protección a los inmigrantes indocumentados y urgió a que detuviesen y deportasen a los simpapeles.

Desde la llegada de Donald Trump al Gobierno, Nueva York, Chicago, Los Ángeles, San Diego o San Francisco, han sido algunas de las ciudades santuario que se han mantenido unidas en su defensa de los miles de inmigrantes que conforman su población. Todo apunta a que así seguirán y que las amenazas de Sessions con cortarles el grifo de la financiación federal no cambiará sus planes de protección migratoria.

El ultimátum de Sessions se produjo en un momento en el que la nueva Administración trata de reponerse del fracaso del plan sanitario de Trump, que dejó tambaleándose a la Casa Blanca. La derrota debilitó considerablemente los próximos planes del presidente de Estados Unidos, por lo que el neoyorquino estudia ahora con sus asesores de confianza, diferentes estrategias que ayuden a la reagrupación del Partido Republicano y eviten otra debacle legislativa con la futura reforma fiscal.

El presidente reaccionó con «tristeza y tranquilo» al batacazo del pasado viernes en Capitol Hill, infligido por el pantano de Washington que prometió drenar durante la campaña electoral.