Maduro aparenta normalidad para frenar la movilización de los opositores

PEDRO GARCÍA OTERO CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

CARLOS GARCIA RAWLINS | Reuters

La jornada de protestas deja otros tres muertos en estados del interior de Venezuela

25 abr 2017 . Actualizado a las 07:46 h.

Miles de venezolanos salieron a manifestarse ayer de nuevo por todo el país, incluyendo una céntrica autopista en Caracas, en la continuación de las protestas contra el presidente Nicolás Maduro. Los manifestantes exigieron elecciones generales, la libertad de los presos políticos y la apertura de un canal humanitario que permita la entrada de medicinas y alimentos al país.

El llamado «gran plantón nacional» dejó, sin embargo, tres nuevas muertes durante las protestas, dos en el estado Barinas, en el centro del país, y otra en Mérida, en la región de los Andes. Todos los fallecidos recibieron tiros en la cabeza. Además, se registraron decenas de heridos y de detenidos, incluso en la capital del país, donde los manifestantes cortaron la principal autopista de la ciudad. Estas muertes elevan a 25 el total de fallecidos desde que se iniciaron las protestas el pasado 4 de abril, según informó la Fiscalía General de la República.

A los tres asesinados ayer se suma la muerte de Armelina Carrillo, de 47 años, quien fue golpeada por una botella llena de agua congelada que fue lanzada desde un edificio en el centro de Caracas el 19 de abril, durante una manifestación del chavismo. Los supuestos asesinos divulgaron el vídeo a través de las redes sociales.

Fuentes de la prensa local aseguraron que el Gobierno está encubriendo más muertos durante de la llamada «noche de horror» registrada en Caracas el pasado jueves, en la que oficialmente murieron 11 personas, de ellas ocho electrocutadas, en la zona de El Valle. Estas fuentes hablan de 18 muertos solo en esa urbanización de clase popular, y de ellas, solo una murió electrocutada. Las demás recibieron tiros.

El Gobierno, mientras tanto, varió su estrategia de los últimos días. Dejó de cerrar calles y de clausurar decenas de estaciones de metro para, por el contrario, destacar en la televisión estatal la supuesta normalidad del país.

El ministro de Educación, Elías Jaua, amenazó con fuertes multas a los colegios privados que no abrieran sus puertas.Los portavoces del chavismo, con Maduro a la cabeza, señalaron que son los propios críticos los que no quieren las elecciones. En una alocución el domingo, Maduro amenazó: «No saben a lo que estamos dispuestos a llegar por continuar con este proceso», y añadió que «no habrá paz sin revolución bolivariana», antes de solicitar al papa Francisco que mantenga su mediación en el diálogo en Venezuela.Por su parte, Freddy Guevara, vicepresidente de la Asamblea Nacional, destacó que el objetivo de las manifestaciones es «mantener protestas pacíficas, disciplinadas y unidas para enfrentar la dictadura».