Tomás Fernández-Couto: «Si se cumple la ley, sería difícil ver en Galicia un caso como el de Portugal»

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

INTERNACIONAL

PACO RODRÍGUEZ

El director xeral de Ordenación Forestal advierte de que es «vital» cumplir las distancias mínimas a vías y casas sin pinos, acacias ni eucaliptos

20 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las leyes de incendios y montes prohíben plantar pinos, acacias y eucaliptos en una franja de protección de diez metros a cada lado de las carreteras y de hasta cincuenta metros de los núcleos habitados. Su cumplimiento es, según el director xeral de Ordenación Forestal, «anecdótico» pese a que es una medida «vital» para evitar los fuegos de copas que se mueven a gran velocidad y que fueron los que convirtieron las pistas de Pedrógão Grande en un auténtico infierno. «A lo mejor hay que empezar a tomar medidas de trasladar costes de extinción a los propietarios que no cumplen y que favorecen la propagación de fuegos», reflexiona Fernández-Couto.

-¿Puede Galicia sufrir un incendio de la magnitud del de Portugal?

-Esas condiciones explosivas de temperatura y viento las tenemos aquí de vez en cuando. El verano pasado, por ejemplo, las tuvimos. En Galicia contamos con un operativo diseñado para situaciones de ese calibre, pero puntualmente hay momentos de apuro, extremos, que son muy difíciles de evitar. Ahora, el año pasado, en condiciones muy complicadas, el 80 % de los fuegos no llegaron a una hectárea, pero claro, doce días con condiciones de viento y temperatura brutales como tuvimos, con 60 o 70 nuevos fuegos cada día, es una carga muy fuerte y la actividad incendiaria pone al operativo en una situación límite. Así que aunque puntualmente hay situaciones de riesgo, no es fácil que ocurra. Pero la realidad es que el incumplimiento flagrante de la ley nos obliga a un esfuerzo enorme de medios para perseguir a los infractores y complica mucho las cosas para los medios de extinción y para la seguridad de las personas, porque aquí de lo que estamos hablando es de vidas.

-En Pedrógão había pinos y eucaliptos plantados en la cuneta de las carreteras.

-El incendio no lo puedes evitar si un rayo cae y hay tanta sequedad, calor y viento. Ahora, si las distancias a las carreteras de los pinos, acacias y eucaliptos fueran las que marca la ley, que en Galicia son diez metros de separación, dificulta mucho que pase lo que ha sucedido en Portugal. Si en los bordes de las carreteras hay frondosas caducifolias, que son especies que pueden arder, pero que rompen esos fuegos de copas que atraviesan las vías de comunicación, la situación es otra. Si rodeando los núcleos habitados hubiese ese mantenimiento de las fajas de gestión de biomasa al que la ley obliga a los propietarios y, subsidiariamente, a los concellos, la situación cambiaría radicalmente. Con nuestro operativo, si se cumple la ley, sería difícil ver en Galicia un caso como el de Portugal. El cumplimiento de la norma en distancias y gestión de biomasa daría un plus muy grande de seguridad a la vida de los gallegos, y eso está por encima de todo. No estamos hablando de una norma que quiere que se plante más o menos, no, ni de producir un poco más o menos, estamos hablando de que esos entornos, por sentido común, no pueden tener el uso que se les está dando y que además es contrario a la ley. Igual que las ciudades tienen aceras, los bordes de las vías de comunicación y de los entornos habitados tienen que tener esas discontinuidades, esas masas de frondosas que hagan de colchón contra el fuego.

-¿Y no ha llegado el momento de que la Xunta sea inflexible ante estos incumplimientos?

-Estamos elaborando un número muy importante de denuncias y sanciones, porque aquí hay que hablar también de las plantaciones en terrenos agrícolas que rompen las discontinuidades y los espacios abiertos que había y que son necesarios. Lo que ha ocurrido en Portugal tiene que hacernos reflexionar a todos para intensificar las actuaciones, hay que actuar contra los incumplimientos y mentalizar a todo el mundo de que el fuego es un asunto de país y no es un tema menor como algunos piensan. No es un capricho de la Administración, es algo fundamental.

-Hubo muchas voces en contra de esas leyes, incluso de alcaldes del propio PP...

-La realidad es que ante las situaciones extremas como las que hemos visto en este incendio de Portugal, que aquí en Galicia también se dan, necesitamos ese plus de seguridad. Tenemos un operativo tremendo, sí; es muy difícil que algo así ocurra aquí, sí; tenemos capacidad de respuesta, sí; pero en situaciones extremas, con un gran número de fuegos y grandes dificultades de extinción, hay momentos de apuro y estas medidas estructurales son fundamentales, necesarias y obligadas. Por sentido común, no por el capricho de nadie.