EE.UU. incrementa las sanciones a Moscú por el conflicto de Ucrania

Adriana rey NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

JONATHAN ERNST | Reuters

Donald Trump recibe a Poroshenko en la Casa Blanca tras mostrar dudas sobre qué trato darle

21 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, y el mandatario ucraniano, Petró Poroshenko, mantuvieron ayer su primer encuentro en la Casa Blanca, donde el primero apoyó una solución «pacífica» al conflicto en el este del país provocado por la intervención rusa. El estadounidense calificó las conversaciones como «muy buenas», mientras que su homólogo abogaba por una «cooperación eficaz» con Trump para llevar a Ucrania la paz.

Se puede deducir de ello que el encuentro fue finalmente «satisfactorio» tanto para el Ejecutivo de EE.UU. como para el ucraniano, pese a que en las horas previas los ánimos en Kiev estuvieron más que caldeados debido a que, antes de la llegada de Poroshenko a Washington, los detalles de la reunión todavía no habían sido confirmados. Ni siquiera él mismo sabía si podría ver o no al presidente de EE.UU.

El secretismo inicial fue interpretado como un desaire por los ucranianos al tiempo que, entre bambalinas, varias voces apuntaban a que el líder ucraniano era recibido por la puerta de atrás para no molestar al presidente ruso, Vladimir Putin. Conviene recordar que la semana pasada el ejecutivo de Trump exploró diversas formas de flexibilizar su postura con el Kremlin, un paso que fue frenado en seco por el Senado al aprobar un proyecto de ley que no solo intensificaba las sanciones contra Moscú, sino que limita la capacidad del nuevo gobierno para levantar esas restricciones.

Tras trascender el malestar de Ucrania, la Casa Blanca orquestó finalmente la recepción de Trump, el vicepresidente Mike Pence, y el asesor de Seguridad Nacional, el general McMaster, con Poroshenko. Una de las cuestiones clave estriba en el compromiso de la nueva Administración para mantener las sanciones a Moscú en aras del cumplimiento del Acuerdo de Minsk para poner fin a la guerra del este de Ucrania. Horas antes de la cita entre líderes, Washington se dispuso a aumentar la presión sobre el Kremlin y el Departamento del Tesoro anunció un nuevo paquete de sanciones para 38 individuos y entidades por el conflicto. En la misma línea, la Casa Blanca confirmó que las sanciones continuarán hasta que «ellos (los rusos) estén fuera del este de Ucrania».

El movimiento ha sido especialmente significativo en un momento de tensiones permanentes entre Washington y Moscú, a cuenta de las investigaciones sobre la injerencia de Rusia en las pasadas elecciones estadounidenses y a pocos días de que Trump y Putin se vean por primera vez en persona, en la cumbre del G20 en Alemania, los próximos 7 y 8 de julio.