Dan por controlado el fuego en Góis, último foco que permanecía activo del incendio de Pedrógão Grande

Carlos Punzón / Jorge Casanova / Marcos Míguez LA VOZ EN PEDRÓGÃO GRANDE

INTERNACIONAL

Marcos Míguez

La mayoria de los cadáveres de las 64 víctimas mortales están en un camión frigorífico concebido para transportar alimentos ante la falta de suficientes cámaras frigoríficas en el Instituto de Medicina Legal de Coímbra

22 jun 2017 . Actualizado a las 18:31 h.

El comandante de operaciones de socorro de Protección Civil, Carlos Tavares, ha dado esta mañana por controlado el fuego el Góis, que era el último foco que permanecía activo del devastador incendio que comenzó el sábado pasado en Pedrógão Grande y que ha dejado un balance provisional de 64 muertos y más de 200 heridos.

El área quemada alcanza ya en Góis las 20.000 hectáreas. «El perímetro es muy grande y se extendió por tres municipios -Góis, Arganil y Pampilhosa da Serra-. En esta fase están en el terreno 1.110 efectivos apoyados por 284 vehículos y deberían llegar ocho medios aéreos para enfriar el terreno», explicó Tavares. 

 Antes de ser controlado el fuego de Góis pasó al pueblo de Arginil y obligó a desalojar tres núcleos. Ya no hay carreteras cortadas debido al incendio. 

La mayor parte de los cadáveres de las víctimas mortales del incendio de Pedrógão Grande se encuentran dentro de un camión frigorífico concebido para transportar y conservar alimentos ante la falta de suficientes cámaras frigoríficas en el Instituto de Medicina Legal de Coímbra, según desvela hoy el Jornal de Noticias. Está estacionado desde el lunes  delante del INML. La Autoridad Nacional de Protección Civil de Portugal tiene un camión destinado a escenarios de catástrofe con muchas víctimas mortales, pero ufrió una avería después de su primer gran servicio, revela hoy este diario luso.

Aún hay muchos cadáveres sin identificar. Se está esperando a que los familiares acudan allí para poder reconocerlos. También van a usar los datos de los coches.

Salen a la luz fallos en la coordinación

La Guardia Nacional Republicana fue la primera en responder a las preguntas que el primer ministro, António Costa, formuló el martes para tratar de discernir si no se pudo evitar la muerte de 64 personas y heridas a otras 204.

El mandatario luso reveló ayer que los responsables de dicho cuerpo explicaron su actuación del sábado en la nacional 236, que no cortaron, indicando que «el fuego alcanzó la carretera de forma completamente inusitada y repentina, que sorprendió a todos, incluyendo a los propios militares», dijo el socialista António Costa leyendo ante las cámaras de la TVI la carta enviada por el teniente general responsable del cuerpo.

El diario O Correio da Manhã fue incluso más allá al asegurar que cuenta con el testimonio de un superviviente que afirma que fueron agentes de la GNR quienes, en lugar de cerrar la EN-236 el sábado, recomendaron su utilización para escapar de las llamas. 47 personas perdieron la vida en apenas cuatrocientos metros de «la carretera de la muerte».

Aunque Costa muestra su confianza en la cadena de mando que actuó en las primeras horas de la oleada de fuego, a las dudas originadas sobre por qué no se cortó la vía se suma el reconocimiento del comandante de Protección Civil del área de Pedrógão Grande de que cuando se desató el incendio las comunicaciones internas y externas comenzaron a fallar. «Es un área muy grande y la estaba utilizando mucha gente», se excusaba ayer ante la prensa. Sin embargo, un informe de agosto del 2016 sobre los incendios forestales registrados en el mismo distrito apunta que también en esa ocasión los sistemas de comunicaciones tuvieron caídas notables e impidieron una coordinación normal de los efectivos desplegados.

Una especie de «caja negra» de Protección Civil puede ayudar en la investigación sobre las causas después de que los bomberos lusos aseguraran ayer que el fuego había tenido un origen criminal y descartaran la versión dada inicialmente de que una tormenta seca había sido el origen.  

Todos los pasos de los bomberos en el combate a los incendios están registrados en una especie de «caja negra», similar a la de los aviones, en la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC), según informa hoy el Diario de Noticias.  Este sistema registra la fecha y la hora de cada ocurrencia así como las medidas tomadas en ese momento.