Polonia espera el indulto de Bruselas tras el veto parcial a la reforma judicial

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Reuters

La decisión del presidente Duda abre un horizonte de inestabilidad en el Gobierno

26 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos de tres. El presidente polaco, Andrzej Duda, ha echado por tierra el grueso de las reformas judiciales diseñadas por el Gobierno de la ultraconservadora Beata Szdylo, y su mano en la sombra, Jaros?aw Kaczynski, los mismos que lo auparon al cargo. Pero se dejó una en el tintero, la misma que permitirá al ministro de Justicia designar a dedo a los jueces de los tribunales regionales. Duda ratificó este martes su apoyo a la controvertida medida, criticada por la oposición y por Bruselas.

En los cuarteles de la Comisión Europea se debate este miércoles qué hacer con Polonia. ¿Es suficiente el gesto para indultar al país? El equipo de comisarios se reunirá al completo para decidir si sigue adelante con la apertura de un nuevo expediente sancionador y con los trabajos hacia la suspensión final del voto en la UE o si concede una tregua a Varsovia a la espera de nuevas señales. La confianza está rota. A pesar de los múltiples esfuerzos por dialogar con las autoridades polacas, Bruselas solo ha recibido del otro lado silencio.

Esa actitud puede inclinar hoy la balanza. «Albergamos enormes preocupaciones. A cada hora recibimos información que estamos analizando para adoptar una decisión apropiada», aseguró este martes la comisaria de Justicia, Vera Jourová, quien no quiso pronunciarse sobre posibles prórrogas. Y es que Duda dispone ahora de dos meses para articular una nueva propuesta para la reforma del sistema judicial. Los partidos de la oposición intentan aunar fuerzas para alumbrar otra paralela que se ajuste a la Constitución y no ponga en riego el Estado de derecho y la separación de poderes.

El optimismo, pero también la cautela embarga a los miles de ciudadanos, activistas y políticos que tomaron Varsovia en los últimos días para frenar la deriva autoritaria del Gobierno de Szdylo, quien no da la batalla por perdida: «No cederemos ni a la presión de la calle ni del extranjero», advirtió ayer. Para el Ejecutivo dominado por el partido Ley y Justicia (PiS), esta maniobra solo «ralentizará» unos cambios inevitables.

El equipo de Szdylo y Kaczynski tendrán que lidiar con el mar de inestabilidad que ha abierto el presidente con su sorprendente decisión, que algunos expertos achacan a dos motivos: el escaso poder que le otorga la reforma al presidente en la designación de jueces y la imposibilidad de sostener unos cambios anticonstitucionales frente a sus socios de la UE. Duda podría repetir la maniobra.

El pequeño aliado del PiS en el parlamento, Polska Razem, admite que estaban a favor del plante del presidente, pero que apoyarán al PiS para salvar la coalición y evitar elecciones anticipadas. Si cumplen con su palabra, quedan por delante dos años larguísimos de hegemonía del PiS. Jourová aseguró ayer que preparan toda la artillería para evitar que Varsovia siga avanzando en la aniquilación de los resortes democráticos. La checa admitió que la UE estudia vincular en el futuro el desembolso de fondos europeos a criterios como la salvaguarda del Estado de derecho, una fórmula que permitiría congelar el flujo de ayudas como medida de presión. «Me preocupa que los fondos de los contribuyentes puedan ir a un país donde no hay garantías de que la corrupción será castigada», aseguró.

Los jueces griegos se quejan del Ejecutivo de Syriza

Los magistrados griegos consideran que el Gobierno de su país sigue las pautas de Polonia o Turquía en su relación con el poder judicial. Según un comunicado de la asociación griega de jueces y fiscales, el Ejecutivo que lidera Tsipras «intenta sistemáticamente dominar y controlar la justicia». «Los ministros y los diputados lanzan a diario acusaciones infundadas» e «intentan minar el prestigio del sistema judicial».

Las tensiones comenzaron, según AFP, después de que la justicia decidiera mantener en prisión a una estudiante de 29 años mientras espera su juicio de apelación. La doctoranda fue condenada en junio a 13 años de prisión por pertenecer a un grupo de extrema izquierda prohibido, Conspiración de las Células de Fuego, una acusación que la inculpada negó. Varios diputados pertenecientes a Syriza participaron en manifestaciones a favor de la joven, conocida únicamente por el nombre de Irianna, mientras que algunos ministros, incluido el de Justicia, criticaron la decisión judicial.