EE.UU. teme la entrada de Bielorrusia en la guerra y el uso de armas químicas

R.P. REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Un soldado prorruso revisa un edificio, que según los militares, era una posición de combate de las fuerzas ucranianas, en la ciudad de Marinka, en el Dombás.
Un soldado prorruso revisa un edificio, que según los militares, era una posición de combate de las fuerzas ucranianas, en la ciudad de Marinka, en el Dombás. ALEXANDER ERMOCHENKO

Rusia no descarta usar armas nucleares si ve amenazada su existencia como país

23 mar 2022 . Actualizado a las 22:11 h.

Ucrania resiste desde hace 27 días la ofensiva lanzada por Vladimir Putin. Con las tropas rusas sin avanzar tan rápido como quisieran y estancadas desde hace semanas en las afueras de Kiev, el presidente ruso descarga su frustración bombardeando sin piedad zonas urbanas. El castigo que sufre Mariúpol es el más trágico ejemplo: «Más de 3.000 muertos, es una segunda Hiroshima», denuncia su teniente de alcalde Serhiy Orlov. Ante el curso de la guerra, Estados Unidos y la OTAN temen que Putin opte por reactivarla involucrando a Bielorrusia e incluso utilizando armas químicas o biológicas.

«Bielorrusia podría unirse pronto a Rusia en su guerra contra Ucrania», aseguraron funcionarios de EE.UU. y la OTAN a la cadena CNN. Según la oposición bielorrusa, las unidades de combate de Minsk están listas para entrar en Ucrania dentro de unos días.

A dos días de su viaje a Bruselas, el presidente Joe Biden reiteró su sospecha de que Moscú «esté considerando usar armas químicas y bacteriológicas» bajo el pretexto de que Estados Unidos tiene armas biológicas en Ucrania, algo que dijo que es «simplemente falso».

Biden llegará a Bruselas la noche del miércoles y el jueves participará en tres cumbres: la de la OTAN (en la que estará Zelenski), la de la Unión Europea y la del G7. Se espera que en la cumbre de la Alianza se discuta cómo responder si Moscú recurre a armas químicas, biológicas, cibernéticas o nucleares. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo a la CNN que Rusia no descarta emplear armas nucleares si su existencia «se viese amenazada».

Amenaza de ruptura

Biden llega a Europa en momentos en que Moscú amenaza con romper relaciones con EE.UU. Así se lo advirtió Moscú al embajador estadounidense, John Sullivan, por las declaraciones «inaceptables» de Biden sobre Putin. Al Kremlin no le han gustado nada los calificativos de «criminal de guerra» y «dictador asesino» dirigidos a su líder.

El presidente Volodímir Zelenski ya ha dejado claro que cualquier acuerdo de paz que se alcance con Rusia, incluido cualquier cambio territorial en el país, tendrá que ser respaldado por la población en un referendo

Escasos de suministros

Ucrania asegura que las fuerzas de ocupación afrontan graves problemas de abastecimiento, ya que tienen combustible, munición y comida «para no más de tres días». Mientras, sus soldados continúan con su feroz resistencia al invasor y ayer anunciaron la recuperación de Makariv, situada a 60 kilómetros de Kiev.

Rusia sigue hostigando a los civiles de ciudades asediadas como Jarkóv —donde mil edificios han quedado destruidos— o Mariúpol. La Unión Europea acusó a Moscú de estar utilizando el agua «como arma de guerra» para forzar la rendición de Mariúpol, mientras Kiev le reprochó su negativa a abrir corredores humanitarios para evacuar a la población y suministrar productos básicos.

El secretario general de la ONU, António Guterres, urgió a Moscú a «acabar con esta guerra absurda». «Esta guerra no se puede ganar. Antes o después, tendrá que moverse del campo de batalla a la mesa de paz».

Un diario afín al Kremlin cifra en casi 10.000 los soldados muertos y luego lo elimina

 

 

Como en todas las guerras, los bandos enfrentados mantienen la moral de la tropa anunciado grandes pérdidas entre las filas enemigas y escasas en las propias. Ucrania no es una excepción. El mando militar ucraniano cifró ayer en unos 15.300 los soldados rusos muertos en casi un mes de invasión y dio una larga lista de sistemas de defensa antiaérea y de artillería, tanques, vehículos blindados, aviones, drones, helicópteros y hasta tres buques del enemigo destruidos.

El Kremlin, en cambio, evita dar cifras. El único balance se remonta al 2 de marzo cuando anunció que 498 soldados habían perecido en combate, cifra que desde entonces no ha actualizado. Ayer el portavoz presidencial, Dmitri Peskov, rehusó comentar la información publicada y eliminada rápidamente por el diario ruso Komsomolskaya Pravda, que hablaba de casi 10.000 bajas en las filas rusas. Peskov remitió al Ministerio de Defensa para responder a esa pregunta.

El diario, afín a Vladimir Putin, incluyó la cifra de 9.861 soldados muertos en la invasión de Ucrania y 16.153 heridos. Al poco tiempo, borró el artículo para publicarlo de nuevo, pero sin incluir el número de fallecidos. El Komsomolskaya Pravda atribuyó la publicación al jaqueo que desde hace semanas sufren varios medios rusos. Error o no, la información evidencia que la guerra está siendo desastrosa también para el Ejército de Rusia.