Armenia dice adiós a Nagorno Karabaj

MIKEL AYESTARÁN ESTAMBUL / COLPISA

INTERNACIONAL

Policías armenios detienen a un participante de la protesta contra las acciones militares de Azerbaiyán en la región de Nagorno Karabaj.
Policías armenios detienen a un participante de la protesta contra las acciones militares de Azerbaiyán en la región de Nagorno Karabaj. NAREK ALEKSANYAN | EFE

Su primer ministro y el presidente de Azerbaiyán se reunirán en Granada el 5 de octubre

25 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El conflicto entre Armenia y Azerbaiyán por Nagorno Karabaj entra en una nueva fase. Después de varias décadas de enfrentamiento y de miles de muertos, Armenia se ha quedado sola y las fuerzas de Bakú, fuertemente respaldadas por Turquía y armadas por Israel, han dado un golpe definitivo para hacerse con el control del enclave. Tras veinticuatro horas de operación militar, las fuerzas separatistas armenias accedieron a pactar un alto el fuego y comenzaron la negociación para el desarmarse. El líder azerí, Ilham Aliyev, proclamó la victoria y dijo que la idea de un Nagorno Karabaj independiente «queda finalmente como algo del pasado». Las incógnitas ahora son conocer el destino que espera a los 120.000 armenios que viven en este enclave situado en territorio azerí y saber si la milicia separatista entregará o no sus armas. De momento hay negociación, pero el acuerdo no llega.

Éxodo por miedo a matanzas

Las tropas azeríes ya no tienen oposición armada y llegaron a la principal ciudad del enclave, Stepanakert. «La situación es horrible. Las tropas azerbaiyanas están por toda la ciudad. La gente teme que los soldados entren y comiencen las matanzas», alertó la portavoz separatista Armine Hayrapetyan a la agencia AFP. Los armenios denuncian que la población está escondida en sótanos, no tiene electricidad y faltan alimentos. Las comunicaciones están cortadas. Desde Bakú informan del envío de dos camiones con 40 toneladas de ayuda para los que no puedan marcharse.

Tras la desintegración de la URSS, los armenios y azeríes combatieron por este territorio y la victoria fue para los primeros, que consolidaron sus posiciones en los noventa. Pero las cosas han cambiado y Azerbaiyán ha ido creciendo gracias a su poder energético, mientras que Armenia ha quedado cada vez más aislada. En la guerra del 2020, los azeríes, con el respaldo turco e israelí, dieron un golpe en la mesa y esta semana lo han rematado. Ahora, la «operación antiterrorista» relámpago ha llegado tras meses de presión y Luis Moreno Ocampo, exfiscal jefe del Tribunal Penal Internacional, dijo a comienzos del verano que había «bases razonables para creer que se está cometiendo genocidio contra los armenios» en la región debido al bloqueo de las fuerzas de Aliyev.

Sentimiento de odio

La derrota en los noventa fue un trauma para Azerbaiyán y, desde entonces, primero el presidente Heydar Aliyev, y luego su hijo, Ilham Aliyev, «han alentado el sentimiento antiarmenio como una de las bases de la identidad nacional. A los niños se les enseña desde la guardería a ver a los armenios como el enemigo», explican los profesores Hovhannes Nikoghosyan y Vahram Ter-Matevosyan en The Moscow Times. Este sentimiento de odio es mutuo, los armenios de Nagorno Karabaj sienten lo mismo hacia sus vecinos. Ahora que Bakú proclama la victoria militar, crece el temor a una persecución de la minoría armenia en la zona, 120.000 personas. El primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, dijo a los miembros de su Gobierno que «no hay necesidad urgente de evacuación», pero se prepara para recibir a miles de refugiados.

El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, y el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, se reunirán este 5 de octubre en Granada, para abordar la firma de un tratado de paz.