Israel mata a cuatro altos mandos iraníes en otro ataque selectivo en Siria

mikel ayestaran ESTAMBUL / COLPISA

INTERNACIONAL

STR | EFE

Entre los fallecidos está el número dos de Inteligencia en Damasco

21 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Los efectos de la guerra de Gaza se extienden con fuerza a Siria y Líbano, donde Israel volvió a realizar operaciones quirúrgicas contra sus enemigos. En Damasco, los israelíes asesinaron a cuatro miembros de la Guardia Revolucionaria iraní, entre ellos al general Sadegh Omidzadeh, número dos de Inteligencia en Siria, según informó la agencia iraní Nour News. Este ataque se produjo un mes después del asesinato de otro general iraní, Razi Mousavi, a las afueras de Damasco. En Líbano, la operación selectiva fue contra un vehículo en el que viajaban dos miembros de Hamás. Estas operaciones elevan la tensión en la zona y demuestran que la operación que realizó la república islámica en Erbil contra una «base del Mossad» no ha tenido el efecto disuasorio que buscaba. Tras el golpe del Estado judío, ahora es el turno para la respuesta de Teherán en esta macabra ruleta rusa de ataques y respuestas.

La inteligencia israelí funciona mejor en los países vecinos que en Gaza, donde después de cuatro meses no logra cazar a los cerebros de los ataques del 7 de octubre, ni liberar a los cautivos. A falta de objetivos de primera fila los israelíes optan por los bombardeos indiscriminados y el uso del hambre y el frío como arma de guerra y castigo colectivo. Los líderes de Hamás se refugian en los túneles, mientras los civiles sufren la ira de un Estado judío que apela al uso máximo de la fuerza y ya ha matado a más de 24.000 personas, la mayoría mujeres y niños. Quienes no fallecen por los bombardeos, ahora se enfrentan al riesgo de muerte por frío y hambre por culpa del cerco por tierra, mar y aire. 

Reforzar su presencia

Si Israel perdió su capacidad de disuasión el 7-O, algo parecido se puede decir de Irán, que optó por golpear Erbil para enviar un mensaje al Mossad. Los iraníes respondieron así al asesinato de otro general en Damasco, pero una respuesta en el Kurdistán de Irak no es lo suficientemente contundente como para que Israel no se plantee nuevos asesinatos y mucho menos en el contexto actual.

Los ataques de Israel en Siria se han convertido en rutina en las últimas semanas e incluso los dos aeropuertos más importantes del país han estado fuera de servicio por los bombardeos. Irán ha sido uno de los grandes apoyos de Bashar Al Assad desde que estalló la guerra en el 2011 y de manera paralela ha aprovechado para reforzar su presencia y ampliar la amenaza sobre el vecino Israel. Los ataques de Israel suelen tener como objetivo envíos de armas y municiones, aunque también ha realizado asesinatos selectivos de miembros importantes de la Guardia Revolucionaria.

Mientras los frentes se expanden por la región, en el de Gaza crecen las dudas sobre los dos objetivos marcados por Netanyahu desde el 7-O: liberar a los cautivos y acabar con Hamás. Altos mandos del Ejército consultados por The New York Times confesaron que «estos objetivos son incompatibles» y confirmaron que tienen actualmente el control de una parte de la Franja más pequeña de lo previsto originalmente.