Tres observadores de la misión de la ONU en el Líbano y un traductor, heridos en ataque de dron israelí

La Voz AGENCIAS

INTERNACIONAL

Patrulla de la misión de paz de la ONU en el Líbano.
Patrulla de la misión de paz de la ONU en el Líbano. Europa Press / Contacto / Ali Hashis | EUROPAPRESS

El Ejército de Israel niega su participación en el ataque mientras patrullaban a pie en la Línea Azul

30 mar 2024 . Actualizado a las 14:03 h.

Tres observadores de la Fuerza Provisional de la ONU para el Líbano (Finul) y un traductor libanés resultaron heridos este sábado en una explosión próxima a su ubicación en la localidad fronteriza de Rmeish, que medios locales atribuyeron a un ataque de drones israelíes, si bien la misión de paz no señaló por ahora responsables y afirmó que se está investigando.

«Estamos investigando el origen de la explosión», afirmó en un comunicado el portavoz de Finul, Andrea Tenenti, quien detalló que tres de los heridos son observadores militares del Grupo de Observación del Líbano (OGL, en inglés) de la ONU para la supervisión de la tregua (UNTSO).

Según Tenenti, la explosión se produjo cerca de donde se encontraban cuando «patrullaban a pie a lo largo de la Línea Azul», si bien las primeras informaciones publicadas por la agencia libanesa NNA afirmaban que el ataque -que atribuyó a drones israelíes- se produjo contra «su vehículo militar».

Los heridos «han sido evacuados para recibir tratamiento médico. Los observadores de la OGL apoyan a la Finul en el cumplimiento de nuestro mandato», añadió el portavoz, quien reiteró la necesidad de «garantizar la seguridad del personal de la ONU». Además, hizo un llamamiento a todas las partes implicadas para cesar los «intensos intercambios de disparos actuales antes de que más personas resulten heridas innecesariamente».

El Ejército de Israel emitió un escueto comunicado en el que negó su participación en el suceso y rechazó haber atacado «un vehículo de la FINUL en la zona de Rmeish esta mañana», como informó en un primer momento la NNA.

El incidente se produce un día después de que medios locales informaran de otro ataque selectivo perpetrado supuestamente por Israel contra un automóvil que circulaba por una carretera cercana a la localidad de Bazouriye, también en el sur del Líbano, y que se saldó con al menos un muerto, presuntamente integrante del grupo chií porirani Hezbolá, y un número indeterminado de heridos.

La Línea Azul es la demarcación entre el Líbano e Israel establecida por la ONU hace ya casi un cuarto de siglo y escenario ahora de constantes cruces de artillería entre Israel y Hezbolá prácticamente desde el estallido de la guerra de Gaza.

Hace dos días, la misión de paz de la ONU en el Líbano expresó su preocupación por el «aumento de la violencia» fronteriza y reiteró su disposición a apoyar una salida negociada a la crisis, incluyendo a través de reuniones a tres bandas.

A mediados de marzo, el jefe de la Finul, el teniente general español Aroldo Lázaro, llamó a implementar «al completo» la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU que puso fin a la guerra del 2006 entre Israel e Hezbolá, enzarzados desde hace cinco meses en sus peores enfrentamientos desde aquel conflicto.

Entre los puntos de esta resolución se encuentra la creación de una zona desmilitarizada en el sur del Líbano, mientras que la principal demanda israelí es que, en cumplimiento de ello, Hezbolá se retire de la franja comprendida entre la frontera de facto común y el río Litani, uno de los principales bastiones del grupo chií en el Líbano.

Esa zona desmilitarizada estipulada por el texto de la ONU es precisamente el área de operaciones de la Finul, actualmente comandada por España y que desde el estallido de la violencia ha visto como varias de sus instalaciones eran alcanzadas por el fuego cruzado. El grueso del contingente de los 659 militares españoles se encuentra en la base Miguel de Cervantes, cerca de la localidad de Marjayún, desde donde realizan patrullas a pie y en vehículo a lo largo de la línea fronteriza.