Los «alcaldes» del norte de Gaza se niegan a colaborar en el reparto de la ayuda en la Franja

Mikel Ayestarán ESTAMBUL / COLPISA

INTERNACIONAL

La gente espera recibir ayuda alimentaria en la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.
La gente espera recibir ayuda alimentaria en la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza. Europa Press / Contacto / Rizek Abde | EUROPAPRESS

El tiempo corre, el hambre aumenta y la comino acaba de llegar adonde más se necesita, lamentan

08 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

«Nuestro único interés era que la ayuda llegara y se repartiera de una manera justa. Queríamos ayudar y el resultado fue peor que mi mayor pesadilla. Esperemos que encuentren otro sistema porque no hay comida y lo poco que llega sirve para que unos se beneficien en la reventa», explica dolido Abed Oba, mujtar de 63 años de Beit Hanoun.

«No tenemos nada que ver con la política, solo queríamos colaborar y lo teníamos que hacer en coordinación con las autoridades de Gaza», aclara Abed Oba desde el norte de la Franja, arrasada por Israel a comienzos de una guerra que cumple seis meses. Los mujtares son una especie de alcaldes locales, líderes de vecindarios que se encargan de velar para que la gente no tome la justicia por su mano. En el norte de la Franja quedan unos 20 y empujados por la grave situación hace unas semanas realizaron una asamblea y votaron a favor de participar en la protección de los camiones de ayuda que intentaron llegar a la zona. Acusan a Israel de atacar a quienes enviaron a escoltarlos y de matar al menos a 70 personas.

La entrada de ayuda es la primera parte de un proceso que necesita que esos camiones lleguen a los almacenes para organizar la distribución. Pero es difícil. Israel no quiere que la agencia de la ONU para los refugiados palestinos sea parte porque acusa a varios de sus trabajadores de participar en el atentado de octubre. Y tampoco quiere se implique la Policía palestina, a la que ven como el brazo de Hamás.

Coordinación con Ramala

Netanyahu dice que no quiere ni a Hamás ni a Fatah —las dos grandes facciones palestinas— en la Franja, pero no ha dudado en contactar con Ramala, con la que mantiene una coordinación de seguridad. Los israelíes intentaron acordar la protección de camiones con Majed Faraj, jefe de la inteligencia palestina en Cisjordania, y hombres enviados por Ramala entraron en la Franja.

Cadenas de Israel como I24 informaron de que el ministro de Defensa, Yoav Gallant, propuso el nombre de Faraj, cercano a Abbás, como la persona indicada para dirigir Gaza en la fase de posguerra. El plan consistía en llevar ayuda hasta el hospital Al Quds y establecer allí un almacén protegido por gente leal y con cobertura aérea de Israel. «Nos oponemos al plan de traer ayuda bajo la protección de un cuerpo que coopera con el enemigo», señaló Anwar Faraj, mujtar de Beit Lahia, de 67 años.

Desde el anuncio de la intención de reabrir el paso de Erez se han visto varios camiones en el norte de la Franja, pero se trataba de medicamentos para el hospital Kamal Al Adwan. El tiempo corre, el hambre aumenta y la comino acaba de llegar adonde más se necesita.