Mil millones de personas te necesitan

La Voz

LA VOZ DE LA ESCUELA

MARTINA MISER

Hoy es el día de los discapacitados y muchos agradecerán que alguien les eche una mano, o las dos

03 dic 2014 . Actualizado a las 10:44 h.

En principio, cuando el 14 de octubre de 1992 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó esta fecha, la llamó Día Internacional de los Impedidos. Pero más tarde se vio que este título calificaba a toda la persona, cuando en realidad se refiere solo a impedimentos que las personas tienen para realizar diversos trabajos y actividades en su vida.

Más tarde, y todavía recientemente en un documento promulgado el 17 de setiembre del 2013, la Asamblea General habla de una agenda para el desarrollo de los objetivos del milenio que tenga en cuenta a las «personas con discapacidad» para el 2015 y después de ese año.

No es, por tanto, una cuestión puramente verbal, sino que, el hablar de personas con discapacidad o impedimentos no es lo mismo que catalogarlas como personas impedidas o incapaces. Esta idea puso de nuevo en pie la óptima y generosa voluntad de la gente que centró su ayuda para que estas personas, dignas de todo aprecio y valor como tales, superasen en lo posible esas dificultades y se integrasen de diversos modos en la sociedad en que viven.

Por supuesto que, según el estudio de la ONU, el número todavía es muy notable: «Las personas con discapacidad representan alrededor del 15 % de la población mundial, lo que equivale a 1.000 millones de personas, de las que el 80 %, según las estimaciones, viven en países en desarrollo».

NOTICIAS QUE ALIVIAN

Pero nada de ello puede con las buenas noticias que, de vez en cuando, se leen en el periódico sobre experiencias en las que los protagonistas no solo logran suplir de algún modo esas dificultades reales, sino que también, sin quererlo, se convierten en modelos de esfuerzo, simpatía, admiración y centro de atención para todos.

¿Conoces, por ejemplo, el vídeo del niño ciego que define magistralmente cómo son los colores, la anécdota singular de los que en el estadio vuelven atrás en su carrera porque un compañero, también con discapacidad, se lesionó en el momento de su salida en la pista, o la niña que cuenta que sus huesos son de cristal, o los que trabajan a pleno rendimiento en su oficio de suplente entrenador de un equipo o como dependientes en un centro comercial, o las mejores canciones que merecieron los niños que no se esperaban y cortaban el aliento de sus padres al ver por vez primera su rostro distinto, muy distinto, al de los demás?