En busca de nuevos antibióticos

Susana Pérez LA VOZ

SOCIEDAD

La industria farmacéutica, ante el reto de encontrar tratamientos que no pierdan efectividad

28 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El descubrimiento de la penicilina permitió plantar cara a las infecciones bacterianas hace casi 80 años por primera vez, y enfermedades que se cobraban por entonces muchas vidas y parecían invencibles, ya no lo eran. Pero no tardó en aparecer un nuevo frente, el desarrollo de bacterias resistentes. Hace solo unos meses la Organización Mundial de la Salud hizo público un informe en el que alertaba sobre las dimensiones que está adquiriendo la pérdida de efectividad de los antibióticos, un problema detectado a escala mundial y que no entiende de países ni de nivel de desarrollo socioeconómico.

Ante esta situación, uno de los retos a los que se enfrentan los científicos es encontrar nuevos antibióticos que combatan las infecciones bacterianas y que eviten el desarrollo de cepas resistentes a su acción. En esta línea acaba de publicarse una investigación que ha conseguido aislar un compuesto eficaz contra muchas bacterias, incluso las que originan con más frecuencia problemas a la hora de tratar infecciones por su inmunidad a los fármacos. Este antimicrobiano, denominado teixobactina, se obtuvo de una bacteria que vive en el suelo, la Eleftheria terrae, identificada tras analizar miles de microorganismos.

El estudio aporta además un importante avance al haber diseñado una nueva técnica de cultivo de bacterias. Muchos de los antibióticos actuales fueron obtenidos mediante el cultivo de microorganismos en el laboratorio. Pero se da el caso de que más del 90 % de los microbios que se encuentran en el entorno no se pueden cultivar de esta forma. Los científicos que llevaron a cabo este estudio pusieron las bacterias en finas cámaras de paredes membranosas permeables y las introdujeron en el suelo, de manera que se mantuvieron en contacto con su propio medio natural. Dentro de las cámaras crecieron las colonias de bacterias, que se extrajeron posteriormente para su análisis.

La teixobactina aislada de estos cultivos ha demostrado ser muy efectiva en las pruebas en laboratorio contra dos de los agentes patógenos que causan infecciones persistentes y que han desarrollado cepas muy resistentes, el Staphylococcus aureus, que produce infecciones respiratorias y de la piel, y Mycobacterium tuberculosis, responsable de la tuberculosis.

El mecanismo de acción del nuevo compuesto se basa en que impide al microbio construir sus paredes celulares, interfiriendo sobre dos importantes componentes. Para los autores del estudio, el hecho de que la teixobactina actúe sobre más de un objetivo dificultaría que las bacterias desarrollaran resistencia contra ella, y daría un amplio margen para uso antes de que esto ocurriera.

Las bacterias se vuelven inmunes a los efectos de los antibióticos a través de un proceso que tiene que ver con la selección natural. Dentro de una colonia bacteriana existen pequeñas diferencias genéticas entre sus miembros; al administrar un antibiótico, por lo general acaba con la mayor parte de los agentes patógenos, pero algunos de los que eran algo distintos pueden tener la capacidad de sobrevivir y reproducirse hasta crear una nueva colonia, ahora resistente y que se puede propagar.

El mal uso de los antibióticos, al aplicarlos cuando no es necesario (por ejemplo, no son efectivos contra las infecciones víricas como la de la gripe) o al tomar dosis insuficientes, facilita el crecimiento de las bacterias resistentes y dificulta el control de las enfermedades infecciosas.