Cómo enfrentarse a las dificultades escolares

Ana T. Jack anatjack@edu.xunta.es

LA VOZ DE LA ESCUELA

MIGUEL VILLAR

Las cuatro preguntas clave para buscar una solución

28 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La sensación debe de ser parecida a la de recibir un bofetón. Al menos así es como describen muchos padres y madres el momento en que el tutor les informa por primera vez de que su hijo no es capaz de seguir el ritmo de la clase. Y que de continuar así podría repetir curso. «¿No será que este profesor no sabe llevarlo bien? ¿Cómo puede decirnos a estas alturas del curso que va a repetir?», suelen preguntarse.

Es cierto que los docentes no tienen bolas de cristal para adivinar el futuro. Y muchas veces se equivocan. Quizá ese alumno se ponga las pilas y al final supere el curso sin dificultad. También es probable que los padres, alarmados por esta posibilidad, pongan todos sus medios en conseguir que el niño supere sus dificultades. Pero en general los profesores, después de haber trabajado con unas cuantas generaciones de niños de la misma edad, son los primeros en detectar los signos de alarma cuando las cosas no van bien con un alumno en concreto.

Así que los padres, en vez de sumirse en un estado de pánico ante esta información, deben analizar la situación y llevar a cabo un plan de actuación. Hay cuatro preguntas que, antes de tomar ninguna decisión, deben responder:

 

1.¿Cuál es el problema?

 

Cuanto más definido esté, más fácil será encontrarle una solución. Hay que hacer un esfuerzo por hacer una descripción operativa que ayude a separar el grano de la paja. Es decir, no es suficiente con concluir que es un vago. Es mejor hablar de que no dedica tiempo suficiente al estudio, que no obedece al profesor o que pierde el material escolar por dejadez

 

2.¿Desde cuándo existe?

 

Es posible que la aparición de las dificultades haya coincidido con el paso de un nivel educativo a otro, o bien con un cambio de colegio o con novedades en la situación familiar como el nacimiento de un hermano o la separación de los padres.

 

3.¿Cuáles son sus causas?

 

Saber la raíz del problema no siempre resulta fácil, ni siquiera para los profesionales de la educación. Muchas veces son más de una las variables responsables de la situación. En un primer momento hay que descartar las causas orgánicas (hipoacusia, problemas de visión?) e intelectuales con la ayuda de los profesionales correspondientes (pediatra, psicólogo...).

 

4.¿Qué podemos hacer para solucionarlo?

 

Hablar con los profesores, solicitar una valoración psicopedagógica por parte del orientador, dedicarle más tiempo, establecer unos hábitos de estudio efectivos en casa o controlar su tiempo de atención a las pantallas son algunas de las primeras actuaciones que se deben poner en marcha. Y, sobre todo, ser muy constantes en el plan de acción que se lleve a cabo.

ESCUELA DE PADRES

TEMA DEL MES: Plan para mejorar los resultados de la primera evaluación.

ETAPA: Infancia y adolescencia.

LA FRASE: «Un error de muchos padres es buscar siempre trastornos neurológicos detrás de los fracasos escolares de sus hijos, cuando muchas veces la explicación está en la falta de esfuerzo y motivación» (Ángel Peralbo, centro de psicología Álava Reyes).

COMPORTAMIENTOS QUE SE DEBEN EVITAR: Dejar que los estudios y los problemas escolares monopolicen las vida de los hijos y las relaciones familiares.

ALGUNAS CLAVES: Para enfrentarse a las dificultades escolares también hay que cuidar la faceta afectiva, emocional, social y de ocio dentro y fuera del ámbito familiar.

PARA SABER MÁS: «Dificultades de aprendizaje y fracaso escolar.» Escuela de padres y madres del IES Vera Cruz (Begíjar, Jaén): http://goo.gl/dkPQ8G