Diez deseos para el nuevo curso

Ana T. Jack

LA VOZ DE LA ESCUELA

Es importante que, con el nuevo curso, los padres destaquen los puntos fuertes de sus hijos
Es importante que, con el nuevo curso, los padres destaquen los puntos fuertes de sus hijos CESAR DELGADO

Algunas claves para conseguir el bienestar emocional de toda la familia, como dedicar a los hijos más tiempo de calidad en el día a día

28 sep 2016 . Actualizado a las 09:27 h.

Comprarles los libros de texto y el material escolar, renovarles el armario (zapatos, uniformes, ropa deportiva?), apuntarlos a las actividades extraescolares y acondicionarles la mesa de estudio son los primeros automatismos que nos salen a la mayoría de padres y madres ante el nuevo curso escolar que estrenan nuestros hijos. Es posible que a estas alturas ya estén apuntados en clases de refuerzo de matemáticas y hayamos tenido tiempo para echarles un discurso acerca de la necesidad de tomarse muy en serio el nuevo curso. Incluso puede que ya hayamos solicitado cita al tutor para pedirle por favor que esté muy pendiente de nuestro hijo, que es tan despistado que siempre se olvida de apuntar en la agenda los deberes que tiene para el día siguiente.

Todas ellas son iniciativas razonables y necesarias? Pero no suficientes para ponernos a punto ante un nuevo curso. Porque el riesgo es que, a partir de este mes de septiembre y después de un feliz verano, la relación entre padres e hijos se centre única y exclusivamente en el tema escolar. «¿Te han puesto deberes para mañana?» o «¿Qué nota has sacado en el examen?» no pueden ser las cuestiones más importantes (y sobre todo no las únicas) del día. Si vigilamos la salud emocional de todos y cada uno de los miembros de la familia, alcanzar el éxito escolar y el bienestar personal será mucho más fácil.

Estas son diez ideas para poner en práctica desde casa que pueden hacer más llevadero (y feliz) el curso 2016-17:

1. Dedicar a los hijos más tiempo de calidad en el día a día. Es verdad que a veces resulta imposible conciliar la vida profesional y la familiar pero, como todo, es cuestión de prioridades. Quizá merezca la pena madrugar diez minutos más para tener un desayuno relajado o hacer un esfuerzo por cenar todos juntos y tener tiempo para charlar.

2. Disminuir nuestra propia dedicación a las pantallas, poniendo un límite a nuestros momentos de conexión digital. Si no ponemos a raya ese permanente ruido de fondo (entrada de mensajes, informaciones, llamadas?), nos pasará factura a nuestro bienestar emocional y a la comunicación con nuestros hijos. Además, es imprescindible dar ejemplo para poder ponerles límites a ellos (ante el ordenador, el teléfono móvil, la televisión...).

3. Supervisar su navegación por Internet y enseñarles a utilizar la Red de manera segura, útil y provechosa. A veces nos creemos que, en lo que se refiere a las nuevas tecnologías, «ya nacen aprendidos». No es verdad. Necesitan aprender a valorar la calidad de una página web, el manejo responsable de las redes sociales, la seguridad de determinados sitios, etcétera. Estar a su lado en este proceso es la mejor manera de evitar problemas a lo largo del curso.

4. Que todos los días haya algún momento para las cosquillas, los mimos, los besos y los abrazos (aunque algunos aparenten que no los necesitan). El sentido del humor, las bromas, las risas y las sonrisas también son necesarios en el día a día de toda la familia.

5. Sentarnos con ellos (si son pequeños) y enseñarles a organizarse con los deberes. Si son mayorcitos pero no autónomos, supervisarles las tareas. La hora de los deberes debe convertirse en una rutina con una hora para empezar y otra para acabar. Una vez finalizada, a otra cosa.

6. Leerles todas las noches un cuento. Si son mayores, dejarles tiempo para que lean ellos (prohibidas las pantallas una vez que están en la cama). Y que duerman el número de horas que necesitan, según la edad, pero un mínimo de 8 (¡los adultos también necesitamos dormir!).

7. Implicar a los dos miembros de la pareja por igual en la educación de los hijos. No vale que solo uno se haga cargo, ni siquiera con la excusa de que «tú lo haces mejor que yo». ¡La educación es cosa de dos!

8. Fijarnos más en todo lo que hacen bien, en sus puntos fuertes, más que obsesionarnos por sus defectos o aquello en lo que deben mejorar. ¿Se le dan mal los idiomas pero es bueno dibujando? No solo lo metas en una pasantía de inglés, anímalo además a pintar, a sacar cómics de la biblioteca, a ir a clase de dibujo, a mejorar su técnica?

9. Conservar, como padres o madres, nuestra propia vida. ¡No todo puede girar alrededor de los hijos! Si los padres deciden ser esclavos de sus vástagos, estos acaban por sentirse los amos. Fomentar el desarrollo personal (con proyectos personales, aficiones...) y cuidar la relación de pareja también enriquece la educación de los hijos.

10. Educar sin prisas. Evitar esa sensación de acabar la jornada con la lengua fuera, después de empezar el día con madrugones, falta de sueño, horarios apretados, comidas apresuradas, deberes interminables y discusiones entre todos los miembros de la familia por puro estrés. ¡Hay que disfrutar de la vida!

Escuela de padres

  •  TEMA DEL MES: Empezar bien el curso.
  • ETAPA: Infantil, primaria y secundaria.
  • LA FRASE: «Vivir deprisa no es vivir, es sobrevivir» (Carl Honoré).
  • COMPORTAMIENTOS QUE SE DEBEN EVITAR: Obsesionarnos con el éxito escolar.
  • ALGUNAS CLAVES: Valorar más el esfuerzo, la dedicación y la constancia en el trabajo escolar que los resultados.
  • PARA SABER MÁS: En este nuevo curso de la Escuela de Padres de La Voz, que ya va por su sexta edición, seguiremos escogiendo un tema del mes sobre el que ofreceremos una visión clara y divulgativa, a la vez que rigurosa. Cada artículo incluirá orientaciones generales, pautas de actuación, propuestas prácticas y, para los interesados en ampliar información, bibliografía y páginas web de referencia. Se pueden descargar en PDF desde www.prensaescuela.es, en la sección Hemeroteca.