Cuesta abajo y sin frenos

Ana T. Jack

LA VOZ DE LA ESCUELA

Como al bajar en una carrilana, conviene estar alerta ante los primeros síntomas de que el vehículo puede volcar
Como al bajar en una carrilana, conviene estar alerta ante los primeros síntomas de que el vehículo puede volcar ROI FERNANDEZ

El 8 % de los adolescentes sufren trastornos depresivos

29 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La exigencia de sacar buenas notas y alcanzar el éxito escolar deseado. Las dificultades para hacer amigos e integrarse en el grupo. O la terrible presión mediática y social (sobre todo hacia las chicas) por alcanzar un aspecto físico ajustado a los cánones actuales. Estas son solo tres de las circunstancias que pueden desencadenar un trastorno depresivo en la adolescencia. Y no es raro que coincidan a la vez.

La depresión no solo es cosa de adultos. También está presente en los menores de edad: se calcula que afecta al 5% de los niños y al 8% de los adolescentes. No estamos hablando de momentos puntuales en los que se sienten infelices, tristes, desanimados o irritables. La mayoría de los adolescentes pasan por momentos anímicos bajos como parte de su maduración y desarrollo, pero eso no implica la existencia de una patología. La depresión es una alteración grave del estado de ánimo, cualitativamente distinta a la tristeza, que puede interferir en todos los aspectos de la vida diaria: desde el rendimiento escolar hasta las relaciones con amigos y familiares. Por eso es importante detectar los primeros síntomas y actuar a tiempo, ya que es una enfermedad que precisa tratamiento por parte de un profesional.

Pero en la adolescencia los síntomas no suelen presentarse de igual forma que en los adultos, en los que la tristeza y la apatía suele ser más evidente. La agresividad, la irritabilidad o la rebeldía son algunas de las conductas que pueden enmascarar un trastorno depresivo. El abuso precoz del alcohol o las drogas, las conductas de riesgo (como las relaciones sexuales sin protección) y el abandono escolar pueden ser otras de sus manifestaciones.

Algunas preguntas que padres o profesores pueden hacer llegar al adolescente que la sufre, y así mejorar la comunicación y la empatía, podrían ser estas:

1. ¿Cómo te sientes?

2. ¿Qué tres emociones negativas experimentas con más frecuencia?

3. ¿Por qué crees que te ocurre esto?

4. ¿Qué crees que necesitas para sentirte mejor?

5. ¿Qué tres emociones positivas te gustaría vivir más a menudo?

6. ¿Qué o quién te puede ayudar?

7. ¿Qué cambios puedes hacer en tu vida para conseguirlo?

8. ¿Cómo pueden ayudarte tus profesores?

9. ¿Cómo podemos ayudarte tu familia?

10. ¿Tienes metas? ¿Cuáles?

11. ¿Qué tres obstáculos te impiden alcanzar tus objetivos?

12. ¿Cuáles son tus puntos fuertes? ¿Cómo puedes aprovecharlos para lograr tus objetivos?

En definitiva, lo importante es estar alerta y tomarse en serio los primeros síntomas. Porque la depresión es mucho más que un simple bajón de ánimo.

Los indicadores de que algo va mal

Según el modelo de Weinberg, para diagnosticar una depresión deben darse al menos dos síntomas principales y dos secundarios, durante al menos cuatro semanas consecutivas, que supongan un cambio significativo respecto al funcionamiento anterior del menor (como si poco a poco hubiera un cambio de personalidad).

SÍNTOMAS PRINCIPALES

1- Estado de ánimo disfórico (tristeza, irritabilidad, ansiedad o inquietud)

a) Expresiones o muestras de tristeza, soledad, indefensión.

b) Cambios en el estado de ánimo, malhumor.

c) Irritabilidad, se enfada fácilmente.

d) Hipersensibilidad, llora fácilmente.

e) Negativismo, se opone a casi todo.

2- Ideación autodespreciativa (concepto negativo de uno mismo)

a) Sentimientos de inutilidad, incapacidad, fealdad, culpabilidad (autoestima baja).

b) Ideas de persecución (siente que los demás le tienen manía, se ríen de él...).

c) Deseos de muerte.

d) Deseo de huir, de escaparse de casa.

e) Tentativas de suicidio.

  

SÍNTOMAS SECUNDARIOS

3- Conducta agresiva (agitación)

a) Dificultades en las relaciones interpersonales

b) Facilidad para riñas o discusiones.

c) Poco respeto a las figuras de autoridad.

4- Alteraciones del sueño

a) Insomnio inicial (tarda en quedarse dormido).

b) Sueño inquieto.

c) Insomnio tardío (se despierta en mitad de la noche).

d) Dificultad para despertar por la mañana.

5- Cambios en el rendimiento escolar

a) Quejas frecuentes de los maestros, dificultades de atención y concentración.

b) Disminución del esfuerzo habitual en tareas escolares.

c) Pérdida del interés en actividades extraescolares.

6- Socialización disminuida

a) Menor participación en grupo.

b) Menos simpático o agradable con los demás.

c) Retraimiento social.

d) Pérdida de los intereses sociales habituales.

7- Cambio de actitud hacia la escuela

a) Pérdida de placer en actividades escolares

b) Negativa o rechazo a ir a la escuela.

8- Quejas somáticas

a) Dolores de cabeza.

b) Molestias abdominales.

c) Otras preocupaciones o quejas somáticas.

9- Pérdida de la energía habitual

a) Pérdida de interés por actividades y entrenamientos extraescolares.

b) Disminución de la energía, fatiga física o mental.

10- Cambios en el apetito o en el peso habitual (aumento o disminución importante).

escuela de padres

? TEMA DEL MES: La etapa de la adolescencia.

? ETAPA: Educación obligatoria.

? EL DATO: La depresión es un trastorno mental frecuente que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo (dato de la Organización Mundial de la Salud, 2017).

? COMPORTAMIENTOS QUE EVITAR: Dejar de actuar ante síntomas depresivos observados en los hijos por considerar que son simples llamadas de atención.

? ALGUNAS CLAVES: Ante la observación de síntomas depresivos en los menores hay que consultar al pediatra o al médico correspondiente en busca de orientación.

? PARA SABER MÁS: «La depresión en la adolescencia», documento de la web Familia y Salud, Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria: goo.gl/qTfl3g