Yo también estoy gordo

Moncho Núñez Centella

LA VOZ DE LA ESCUELA

«La monstrua vestida», del pintor de cámara Juan Carreño de Miranda (1680). Óleo sobre lienzo. Madrid, Museo del Prado
«La monstrua vestida», del pintor de cámara Juan Carreño de Miranda (1680). Óleo sobre lienzo. Madrid, Museo del Prado

Los bufones de hoy no son enanos, ni jorobados, ni deformes y ni siquiera gorditos

29 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

l retrato barroco original de Carreño, un amigo de Velázquez, es de una niña de 6 años, Eugenia Martínez Vallejo, que por su obesidad enfermiza fue conocida como la niña monstrua de los Austrias, y era bufona en la corte de Carlos II el Hechizado. Todas las cortes europeas tenían sus bufones, elegidos casi siempre entre personas con algún defecto físico, como enanos o jorobados. Los bufones jugaban un papel importante en las fiestas, para divertir a los invitados, cosa que hacían con sentido del humor y cierto orgullo, pues su puesto gozaba de tales privilegios que no dejaba de ser motivo de envidia. De hecho, se consideraban libres para hacer bromas y decir explosivas verdades sin temor a ser castigados. El retrato de esta niña, que entonces pesaba más de 70 kilos, con una pieza de fruta en cada mano, indicando así su dependencia de la comida, señala a su vez el carácter enfermizo de su obesidad, con un rostro (cara de luna llena) que sugiere, según Gregorio Marañón, un exceso de cortisol, una hormona que está segregada por las glándulas suprarrenales.

Como los lectores saben, una hormona no es lo mismo que una enzima. Para empezar, las enzimas son proteínas, moléculas complejas, mientras que algunas hormonas pueden no serlo, como el mencionado cortisol o la famosa testosterona. Las enzimas actúan como catalizadores, acelerando reacciones químicas, y lo hacen de manera muy específica, es decir, que una determinada enzima acelera una reacción en concreto, y no otra. Como explicó el bioquímico José Miguel Mulet en un programa de televisión que ahora han visto todos, no existe ninguna enzima prodigiosa, que sea madre de todas las enzimas. Al comerlas, al igual que cuando comemos cualquier otro tipo de proteínas vegetales o animales, normalmente las descomponemos en aminoácidos (gracias, por cierto, a las enzimas digestivas), y estos son los que metabolizamos. Con ellos fabricaremos nuestras propias proteínas, incluso nuestras propias enzimas, siguiendo para ello las instrucciones contenidas en nuestro ADN.

La enfermedad de Eugenia también tenía su base genética; aunque sin llegar a esos casos patológicos, todos sabemos que los hijos de padres obesos tienen más posibilidades de serlo, lo que es fácilmente explicable por haber unos 25.000 genes relacionados de un modo u otro con la obesidad. Pero en la mayor parte de los casos, la genética no lo es todo. La obesidad puede evitarse. Hay que analizar los errores que cometemos en la dieta (recordemos que lo mejor es una alimentación variada y en plato pequeño) y en el estilo de vida, sobre todo por ausencia de ejercicio físico.

Dicho lo cual, pensemos en que por lo general los gordos y las rellenitas son gente afable, que ha decidido, o aceptado, no ajustar su canon estético a las exigencias del momento a cambio de ser más tolerantes, y casi siempre más felices. Los gorditos (nada que ver con los peces gordos) son gente más divertida y fiable que los tipos atléticos y asténicos; son personas que han optado por una libertad estética, y eso es un indicador fiable de que saben lo que es la inteligencia y han experimentado la realidad del placer.

El programa de televisión de cuyo nombre no quiero acordarme presentó, por otra parte, la versión contemporánea del bufón de corte. A diferencia de Eugenia, las bufonas de hoy no necesitan ser monstruas, ni físicamente deformes, ni enanas, ni jorobadas y ni siquiera gorditas. Les basta con haber sido populares. En la corte de los milagros que hoy vive tras la pequeña pantalla, abundan personajes antiguos, bufonas y bufones que adoptan una pose autosuficiente, para provocar la risa del público tratando de amilanar al invitado. Quieren recuperar el circo romano.

Recordemos que allí, el gesto de soltar el dedo gordo de la mano derecha servía para determinar el futuro de los gladiadores. Hoy el dedo gordo sirve para cambiar de canal. Je suis Mulet. Yo también estoy gordo.

palabras con historia 

Los gordos son felices porque sus nervios están bien cubiertos.

Luciano Pavarotti (1935-2007)

El ciego desea ver, / desea oír el que es sordo, / el flaco desea ser gordo / y el que es gordo enflaquecer.

Juan Boscán (1500-1542)

Un rico gordo puede estar sano. Un pobre gordo está fatalmente enfermo.

Gisela Elner (1937- 1992)

Un conservador es un hombre demasiado cobarde para luchar y demasiado gordo para huir.

Frank McKinney «Kin» Hubbard (1868-1930)

El arte de ser sabio consiste en saber a qué se le puede hacer la vista gorda.

William James (1842-1910)

Con las gafas de sol puestas soy Jack Nicholson; sin ellas, estoy gordo y sesentón.

Jack Nicholson (1937)

 actividades

1. Haz una presentación sobre los principales tipos de enzimas digestivas, describiendo su función e indicando el órgano donde se producen. ¿Cuáles son las que rompen las proteínas en aminoácidos?

2. Entre las hormonas vinculadas al adelgazamiento está la ghrelina, conocida como hormona del hambre, que está etimológicamente emparentada con los grelos a través de la raíz protoindoeuropea «ghre», que significa ‘crecimiento’. Investiga qué otras hormonas pueden relacionarse directamente con engordar.

3. Con la expresión «pollice verso» (pulgar girado) se expresaba en el circo romano el deseo sobre la vida de los gladiadores al finalizar el combate. En contra de lo que generalmente se cree, allí el pulgar suelto en horizontal o hacia arriba se usaba para pedir la muerte y ocultar el pulgar en el puño era el gesto para perdonar la vida. Sin embargo, en nuestros días el gesto con el pulgar hacia arriba expresa optimismo y buenos deseos. Haz un catálogo de gestos manuales en los que intervenga el dedo gordo. ¿Cuántos de ellos tienen emoticono en WhatsApp?

4. Oliver Hardy y Stan Laurel (el gordo y el flaco, respectivamente) están considerados como la mejor pareja cómica de la historia del cine. Se iniciaron con películas mudas en los felices años veinte y continuaron su carrera hasta mediados del siglo pasado. Haz una lista de los cómicos de los cuales hayas visto alguna película. ¿En qué ocasión recuerdas haberte reído más?

5. El índice de masa corporal (IMC) se calcula dividiendo la masa en kilos por el cuadrado de la estatura en metros. Calcular los valores de todos los alumnos de la clase y realizar con ellos un histograma de frecuencias.

6. Algunas personas evitan utilizar el término gordo para referirse a alguien con un índice de masa corporal superior a 30. Entre los siguientes sinónimos, escoge tus preferidos: obeso, grueso, rollizo, voluminoso, gordinflón, rechoncho, adiposo, corpulento, tripudo, barrigón, cebón. ¿Hay alguna alternativa elegante para señoras?