Repil, un «no lugar» de la guerrilla

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

El olvido aún pesa sobre el escenario de la batalla de Chavaga de 1949

22 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

En las ruinas de la llamada casa de Amaro, uno de los escenarios donde se libró el 20 de abril de 1949 la batalla de Repil, nada permite suponer que en este rincón de la parroquia monfortina de Chavaga se produjo el último gran enfrentamiento armado entre la guerrilla antifranquista gallega y la Guardia Civil. La vivienda no fue destruida en el choque y siguió habitada hasta principios de la década de los sesenta, pero desde entonces quedó abandonada y hoy se reduce a unos restos de muros cubiertos por la vegetación.

El arqueólogo Xurxo Ayán, que publicó en el 2008 un estudio sobre este episodio histórico, califica el paraje como «un ejemplo de ruina, un no lugar integrado en el paisaje ausente de la guerrilla». A su juicio, los vestigios de la casa de Repil y la ausencia de elementos recordatorios del enfrentamiento armado de 1949 son un caso representativo del silencio forzoso que cayó durante muchos años sobre todo lo relacionado con la resistencia antifranquista de la posguerra.

El ejemplo de Repil, señala Ayán, es particularmente significativo por el hecho de tratarse de un suceso de especial relevancia histórica. «Es un episodio muy importante no solo por el número de muertos, sino porque marca el comienzo del fin de la guerrilla como movimiento de resistencia y también es un ejemplo paradigmático de lo que se conocía como guerrilla del llano, es decir, la red de refugios que tenían los guerrilleros en viviendas particulares situadas en áreas con alta densidad de población, fuera de los territorios montañosos», explica. «Hay que recordar que a lo largo de todo el valle del Sil, desde Monforte hasta Ponferrada, hubo una estructura de apoyo a las guerrillas muy extensa y bien organizada, porque todas estas zonas tenían una tradición importante de militancia política y sindical», añade.

La batalla de Chavaga, apunta por otro lado el arqueólogo, es un ejemplo claro de la gran ola represiva que se desató a finales de los años cuarenta, cuando la dictadura franquista se aseguró de que las potencias aliadas vencedoras de la Segunda Guerra Mundial no intervendrían militarmente contra el régimen. «En esa época se recrudeció la represión contra los grupos armados, oficialmente llamados atracadores, que sufrieron grandes pérdidas a causa de las infiltraciones y delaciones, y el episodio de Repil se inscribe en ese momento histórico», agrega.

La dureza extrema de la represión y la férrea censura hicieron que lugares como Repil cayesen en un olvido que ha durado hasta hoy. «Fue algo que todo el mundo sabía que había sucedido, pero de lo que no se podía hablar en voz alta, y el estado de abandono del lugar ejemplifica todo eso muy bien», dice Ayán.