IU se da por satisfecha con que el acuerdo no se llevase a la práctica
17 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El pleno en el que iban a debatirse las alegaciones contra la dedicatoria de una calle de Monforte a Manuel Fraga no llegó a celebrarse. La convocatoria de la sesión se anunció en enero del 2013, a raíz de las denuncias formuladas por Izquierda Unida (IU). Después de nueve meses de espera, esta formación política pidió cuentas al Ayuntamiento por la falta de respuesta a la queja que había formulado, una de las cerca de treinta registradas durante el plazo de presentación de reclamaciones. Su debate sigue sin figurar, según fuentes municipales, en la agenda del equipo de gobierno.
Nadie aclara desde el Ayuntamiento si el acuerdo por el que se dio el nombre del último tramo de la variante urbana a Manuel Fraga tiene realmente validez. La propuesta que formuló el PP poco después del fallecimiento del político vilalbés, en agradecimiento a su implicación en el proyecto del Parador de Turismo de Monforte, fue aprobado por el pleno a comienzos del 2012. Está por ver, sin embargo, si se puede llevar a la práctica un acuerdo en el que no se cumplimentó el trámite de responder a las alegaciones realizadas.
Objetivo cumplido
Lo cierto es que el tramo de la variante urbana que da continuidad a la travesía de María Emilia Casas Baamonde sigue sin ningún tipo de rotulación. En Izquierda Unida lamentan el mutismo municipal frente a las alegaciones, pero ven en esta última circunstancia un victoria. «Se o cometido era que Fraga non lle dese nome a esa rúa, o obxectivo en certo modo acadouse. Preferimos que siga igual que está a que se aplique o acordo que aprobou inicialmente o pleno», dice Carlos Portomeñe, coordinador de IU en Lugo.
Casi año y medio después de la presentación de las alegaciones, en esta formación política no recibieron ningún tipo de respuesta por parte del Ayuntamiento. «O alcalde preferiu poñer en prática a política do avestruz e deixar as cousas como estaban», sostiene Portomeñe. «As administracións, cando menos tecnicamente, teñen a obriga de responder ás alegacións. Na realidade, en cambio, é unha política case común que non se contesten ou pasen a un caixón», añade el portavoz de IU.