La jueza de Monforte pone en libertad a los dos detenidos por el vídeo sexual

LEMOS

Carlos Cortés

El imputado por supuestos abusos alega que la relación fue consentida, y el sospechoso de grabarlo niega haber sido él

19 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los dos detenidos en el marco de la investigación policial sobre el vídeo de contenido sexual grabado en un parque de Monforte niegan haber cometido delito alguno. La jueza que investiga el caso decidió ayer dejarlos en libertad, pero a uno de ellos le imputa un presunto delito de abusos sexuales y al segundo otro de injurias con publicidad.

Los sospechosos llegaron a las once de la mañana al juzgado, custodiados por agentes de la Policía Nacional. Habían sido detenidos el jueves por la mañana e interrogados unas horas después. Entre el arresto y las tomas de declaración, por la comisaría pasaron a dejar su testimonio numerosas personas que se encontraban en la zona en la que se grabó el vídeo la noche del pasado día 6, durante la celebración de un festival de rock.

La titular del juzgado número uno interrogó ayer primero al acusado de haber grabado el vídeo e iniciar su difusión a través de mensajes de WhatsApp y a continuación al que aparece en las imágenes practicando sexo oral a la mujer que presentó la denuncia. A las cuatro de la tarde, los dos salían en libertad acompañados de familiares, tapándose el rostro y sin hacer declaraciones.

El acusado de abusos sexuales no niega ser él quien sale en el vídeo agachado sobre la mujer, que aparenta estar inconsciente. Pero asegura que las relaciones no solo fueron consentidas, sino que fue ella quien tomó la iniciativa. Según su relato, primero se besaron cuando estaban al pie del escenario del concierto, mientras tocaba uno de los grupos. Siempre de acuerdo con su versión, después de eso fueron a un portal y finalmente acabaron en el parque, en el lugar donde los grabaron. Una vez allí, se sentaron en un muro y ella se habría caído hacia atrás, quedando tendida en la hierba. Fue tras ella, asegura él, y una vez en el suelo empezó a practicarle sexo oral. El acusado sostiene que a pesar del aspecto desvalido que la mujer presenta en el vídeo, tras la escena que recogen las imágenes ella se levantó y se fue de nuevo al concierto caminando.

El detenido bajo la acusación de grabar el vídeo y difundirlo niega haber hecho tal cosa. Admite que es él la persona que sale al final de la escena sacando la lengua de manera burlesca, pero asegura que no se trata de una autofoto, sino que se limitó a poner esa cara cuando la persona que grababa con el teléfono móvil giró la cámara hacia él. Su defensa aportó fotografías captadas en el mismo lugar por otras personas para tratar de demostrar que quien grababa era en realidad otra persona.