«Por fin no tengo que estar pendientes del pronóstico del tiempo», bromeaba ayer José María Prieto, primer bodeguero que tiene toda la uva lista para fermentar en los depósitos en esta campaña en Ribeira Sacra. La inmensa mayoría de los viticultores, por el contrario, deberán estar muy atentos a las observaciones de los meteorólogos en las próximas jornadas si quieren vendimiar en seco. Por lo que parece, no lo tendrán muy fácil al menos en el arranque oficial de la vendimia. Hasta el sábado la situación será bastante inestable, con chubascos intermitentes a lo largo del día.
Las lluvias que se anunciaban a finales de la pasada semana no llegaron a caer en la mayor parte de las zonas de viñedo de esta denominación de origen. Pero los pronósticos sí se cumplieron a partir de la noche del sábado, cuando descargó una fuerte tormenta en puntos del cañón del Sil. En la zona de Soutochao, en la parroquia soberina de Doade, el pedrisco afectó a zonas próximas a la ribera, pero no llegó a causar daños de consideración en los viñedos.