Luisa Astray García : «Ver que se graba algo así y no hacer nada es de una total falta de ética»

El próximo sábado también será día de trabajo para Luisa Astray, educadora social de la unidad asistencial de drogodependencias. Acompañará al personal del proyecto Creative en la carpa que instalarán en el campo de la fiesta de A Parte, la noche previa a la celebración de la popular romería de san Mateo. Allí darán información, en especial a los jóvenes, sobre las consecuencias del consumo de drogas legales e ilegales. «Las drogas no solo traen consecuencias a largo plazo, sino también de efecto inmediato. Si consumes ciertas sustancias, no sabes cómo puedes llegar a comportarte», advierte.

-¿Es el san Mateo un punto de riesgo?

-La carpa del proyecto Creative suele instalarse en las zonas de movida, porque son los lugares a los que acuden los jóvenes a divertirse. El emplazamiento para esta visita lo eligió la unidad asistencial. En drogas ilegales no sabemos, pero en legales es de dominio público que en el san Mateo se produce un consumo generalizado de alcohol. Esta romería atrae a mucha gente joven y queremos que la información llegue al mayor número posible. Que quede claro que les para todo el mundo, pero nos interesa especialmente trabajar con los jóvenes. Muchos acampan el día antes de la fiesta, y más al coincidir la víspera en sábado.

-¿Cuesta solicitar la ayuda de una unidad asistencial de estas características?

-Los programas que desarrollamos para combatir el consumo de las drogas legales ayudan a que mucha gente pierda el miedo a venir. Aquí se puede entrar simplemente a buscar ayuda para poder dejar el tabaco. Partimos de que lo fundamental para evitar problemas con las drogas es anticiparse a ellos. Si unos padres sospechan algo o tienen dudas, deben consultarnos y olvidarse del qué dirán. Lo que tiene que decir la gente en esos casos es ?ahí van unos padres que se preocupan por sus hijos?.

-¿Se transige demasiado con el consumo de alcohol entre los jóvenes?

-Con el alcohol se transige muchísimo. En otro programa de prevención, que también coincidió con la romería de san Mateo, a los monitores les sorprendió que hubiese chicos tan jóvenes en estado de embriaguez. Sobre todo porque veían que muchos tenían a sus padres allí al lado. A veces hay cierta complicidad de los mayores y por eso estamos pegando carteles en gasolineras y supermercados para que no se compre alcohol a menores. Puede que no pase nada si un chaval de 17 años se toma una cerveza, pero implícitamente le estás diciendo que las leyes se las puede saltar a la torera.

-¿La sociedad prefiere mirar para otro lado ante este tipo de problemas?

-Por desgracia, esa es una actitud muy frecuente. No sé si tiene o no que ver, pero el episodio del vídeo de contenido sexual me parece llamativo. Sin entrar a buscar culpables, allí había adultos y a nadie se le ocurrió llamar a la policía o a una ambulancia. ¿Y si a esa chica la están violando, o se encuentra mal por lo que sea y necesita asistencia médica? Hay una falta total de ética por parte de la persona que grabó las imágenes, pero también de los que lo vieron y no hicieron absolutamente nada. No hace falta meterse en el medio. Todo el mundo tiene hoy en día un teléfono móvil a mano para pedir ayuda. No sé qué pensarían si se tratase de una persona allegada.

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