Una playa de piedra emergida de las aguas del Sil

carlos rueda / francisco albo

LEMOS

CARLOS RUEDA

Reaparece un paisaje que normalmente permanece oculto bajo las aguas del embalse de Santo Estevo

19 sep 2014 . Actualizado a las 10:55 h.

La ruta de senderismo que discurre por las orillas del río Mao en las cercanías de su desembocadura en el Sil -en el municipio ourensano de Parada de Sil- se cuenta sin duda entre las más atractivas de la Ribeira Sacra. Pero estos días su espectacularidad se ha visto acrecentada gracias a la reaparición de un paisaje que normalmente permanece oculto bajo las aguas del embalse de Santo Estevo. La importante bajada del nivel de las aguas debida a las obras de ampliación de la presa hidroeléctrica de San Pedro, río abajo de la de Santo Estevo, ha puesto al descubierto un singular rincón del que ahora también pueden disfrutar los caminantes que recorren la zona y los pasajeros de los catamaranes turístico que recorren el cañón del Sil.

Consiste en una curiosa playa natural formada por numerosos bloques de piedra -muchos de ellos de gran tamaño- y cantos rodados que las aguas del Mao han arrastrado y pulido a lo largo de miles de años. Todo un espectáculo que atrae actualmente a un buen número de visitantes, cautivados por este rincón poco común.

Paisaje efímero

Para disfrutar de este peculiar paisaje hay que darse prisa, porque tiene sus días contados. Las lluvias otoñales que ya se están anunciando y la subida del nivel de las aguas del embalse no tardarán mucho en cubrir de nuevo este espacio, que probablemente no podrá ser visto de nuevo en bastante tiempo.

El vaciado del embalse de Santo Estevo comenzó a finales del pasado mayo y se hizo especialmente patente en los siguientes días en su cola, a la altura del puente de Augas Mestas, donde las aguas quedaron unos quince metros por debajo de su altura habitual. Al mismo tiempo se redujo el nivel en el embalse de San Pedro, donde la compañía Iberdrola lleva a cabo un proyecto que tiene un plazo de ejecución de tres años. Los responsables de la empresa negociaron previamente con el consorcio turístico de la Ribeira Sacra a fin de que estas operaciones causasen el menor prejuicio posible a las empresas del sector. Así se acordó realizar una serie de vaciados parciales, de forma que el nivel del agua bajase el mínimo imprescindible, para que los catamaranes pudiesen seguir navegando por la zona durante la temporada de verano. Con ello se procuró evitar los serios problemas que provocó el vaciado de la presa de Santo Estevo con motivo de otras obras realizadas hace cuatro años, que obligó a paralizar las rutas fluviales durante varios meses, precisamente en la época de mayor afluencia de visitantes y en un momento en el que la crisis económica había reducido mucho la actividad turística en la zona.

Vía de acceso

Para llegar a este paraje desde la provincia de Lugo se puede salir de Monforte por la carretera que lleva a Doade, Castro Caldelas, A Teixeira y Parada de Sil. En un punto de este vial situado a 8,2 kilómetros de A Teixeira arranca a la derecha un desvío que lleva hasta el inicio de la ruta de senderismo de Barxacova. El trazado de este itinerario es muy singular, ya que discurre en gran parte por una pasarela de madera que corre paralela al tramo final del río Mao, permitiendo disfrutar del paisaje y de la abundante vegetación de una forma especial. La parte más notable de la ruta está en su último tramo, de 1,3 kilómetros, que va desde la antigua central hidroeléctrica conocida como Fábrica da Luz hasta la desembocadura del Mao en el Sil.

El singular paraje se encuentra al final de la ruta de senderismo de Barxacova